¿Qué pasa ahora con las autocaravanas en Santander?
Los vecinos que se han opuesto al área en Mataleñas son partidarios de espacios en las afueras de Santander y desde el sector reclaman una regulación clara para un turismo «en auge»
Han pasado solo siete meses desde que la alcaldesa de Santander, Gema Igual, anunciara la construcción de un aparcamiento para treinta autocaravanas frente al campo ... de golf de Mataleñas. La idea era crear una zona controlada y de pago en la que no permitiría instalar elementos externos, como toldos o mesas de forma permanente. El aparcamiento iba a contar con abastecimiento de agua, sistema de saneamiento, instalación eléctrica, aseos y duchas. También tendría un cerramiento perimetral, para delimitar el uso del recinto y evitar intrusiones.
El proyecto municipal, financiado en su mayoría con fondos europeos, surgió para dar cobertura a los autocaravanistas que «quieren disfrutar de las ciudades». Y también fruto del «seguimiento» que hizo el Ayuntamiento sobre los hábitos de uso del espacio público. Estos estudios llevaron a constatar un «fenómeno que no puede ser ignorado»: la afluencia constante de este tipo de vehículos a distintas zonas de Cueto, especialmente en áreas no habilitadas para ello. Tras meses de quejas y protestas vecinales por parte de los vecinos de la zona, que se oponían al proyecto, finalmente la alcaldesa –a pesar de que dijo en repetidas ocasiones que no se podía modificar el plan– decidió dar marcha atrás y eliminar las treinta plazas para autocaravanas. Por lo tanto, allí solo podrán estacionar turismos. Que acepten su nuevo planteamiento los vecinos aún está por ver. Pero la realidad es que las autocaravanas seguirán llegando a Santander. Entonces, ¿qué pasa ahora con este tipo de turismo?
La respuesta varía según el colectivo al que se le pregunte. Por eso, El Diario Montañés ha cuestionado a las diferentes plataformas, asociaciones y administraciones implicadas en este asunto –el Ayuntamiento de Santander no ha hecho declaraciones al respecto–. La plataforma ciudadana contraria al proyecto en Mataleñas considera que hay «muchas opciones» a las afueras de la ciudad. «Deben ubicarse en el lado de la entrada a Santander, es decir, en un lugar en el que estos vehículos tan pesados no tengan que atravesar la ciudad. Sí que creemos que aunque no sean zonas céntricas, deben estar bien conectadas, para que los autocaravanistas tengan fácil acceso a Santander. Podría ser con autobuses lanzadera o incluso incrementando las paradas de bicicletas del Ayuntamiento», apunta Concha Calzada, una de las portavoces del colectivo. «Y en esas zonas habilitadas que tengan todo tipo de servicios», añade.
La otra cara de la moneda
Una opinión muy diferente tiene Jesús Merino, que hasta hace nada presidía la Asociación Cántabra de Autocaravanas Lábaro, de la que sigue siendo socio. A su juicio, la ubicación idónea para que puedan estacionar las autocaravanas es en los alrededores del Palacio de Deportes. Hay que recordar que hay un área municipal ubicado en el Parque de Las Llamas, en uno de los aparcamientos de la calle Marino Fernández Fontecha. Merino se refiere a esa zona por qué no entiende la postura de que se tenga que «expulsar» a los autocaravanistas de la ciudad. «¿Por qué si pagamos impuestos, igual que lo hacen otras personas con vehículos grandes, no podemos aparcar donde lo hace el resto?», lanza. Más allá de la disputa por el centro o las afueras de Santander, Merino no comprende la decisión de la alcaldesa de cambiar de opinión respecto al proyecto de Mataleñas. «Ha visto que eran votos en contra», considera.
También lamenta que en todo este tiempo nadie se haya puesto en contacto con la asociación para abordar este asunto, del que entiende son parte «afectada». Tampoco entiende la postura de los vecinos de Mataleñas. «Primero se quejaban porque iban a talar once pinos por las plazas de autocaravanas. Pero es que esas plazas se van a hacer para vehículos. Eso ya parece que no les importa. Está claro que el problema son las autocaravanas y punto», concluye Merino.
Las claves
Asociación de campings
Creen que hay ubicaciones óptimas a las afueras, pero es importante que haya «buenas conexiones»
Ayuntamiento de Santander
El equipo de gobierno no plantea otras alternativas tras dar marcha atrás con el proyecto de Mataleñas
Según la alternativa que propuso la semana pasada Igual a la plataforma ciudadana, que aún está pendiente de ser aceptada, esta modificación del proyecto en Mataleñas garantizaría una «sensibilidad especial con los árboles preexistentes en esta zona, a la vez que incrementa la presencia de espacios verdes, rebaja algunos muros y mejora las condiciones a nivel peatonal». Y es que esa era otra de las preocupaciones de los vecinos contrarios al plan inicial.
Otra opinión relevante en esta historia es la de Eneko Valle, presidente de la Asociación de Campings de Cantabria, que fue el encargado de presentar, junto a la alcaldesa, el polémico proyecto el pasado marzo. Tras hacerse pública la rectificación de Igual, Valle ha sido cauto. Aunque sí ha dejado claro que Cantabria necesita que se regule este tipo de turismo –el decreto aún no está listo, aunque hay un borrador–. Reconoce que en una ciudad como Santander, hay más opciones y no tienen por qué ser todas necesariamente en el centro. «La ubicación la tendrá que decidir el Ayuntamiento. Eso está claro. Pero es cierto que es un turismo que está en auge y si queremos que sea de calidad, controlado y regulado, se tendría que dotar de algún espacio», aclara. «Lo importante es que aunque esas posibles áreas estén a las afueras, haya buenas conexiones. No es plan de llevar a los autocaravanistas a lo alto de un monte tampoco», finaliza.
Desde el Ayuntamiento, parte decisiva en esta historia, no han respondido a las preguntas de El Diario Montañés sobre posibles futuras ubicaciones. Aunque a juzgar por las palabras de la regidora de las últimas semanas, no está en sus planes avanzar con otro proyecto. De hecho, aludió a la iniciativa privada para construir un aparcamiento de autocaravanas en Monte. Y es que, en medio de la polémica por Mataleñas, este periódico avanzó que el plan para convertir una finca, ubicada en la zona de Corbanera, en un parking para estos vehículos sigue con su tramitación. Y ya cuenta con el visto bueno de la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno cántabro.
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