Santander aprueba los nuevos límites de velocidad
Aunque algunos no están satisfechos con la norma, la mayoría de vecinos cree que tiene más beneficios que inconvenientes
Las nuevas limitaciones de tráfico ya están en marcha y la mayoría de los santanderinos encuentra en ellas más beneficios que inconvenientes. Durante la primera ... jornada con una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora en prácticamente toda la ciudad, no se han registrado grandes conflictos y, en las calles más céntricas, los conductores apenas se han visto afectados por las restricciones ya que entre los pasos de cebra y los semáforos apenas hay oportunidad de alcanzar velocidades más altas. Aunque muchos valoran el aumento de la seguridad y la bajada de la contaminación que supone aminorar la marcha, otros encuentran pegas y dudan del cumplimiento mientras no exista un mayor control y multas.
Muchos vecinos, tanto peatones como conductores, coinciden en que las restricciones en las zonas más céntricas traerán beneficios, especialmente el aumento de la seguridad y la bajada del ruido. Así, la limitación a 30 y a 20 kilómetros por hora -en calles de un sólo carril por sentido o semipeatonales, respectivamente- ha tenido una acogida bastante buena. Surgen más discrepancias en aquellas vías más amplias que, por lo general, no atraviesan zonas especialmente masificadas. Aunque la norma nacional marca para las vías de más de un carril por sentido una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora, en Santander se han limitado a 40, lo que resulta «innecesario» para algunos usuarios de vehículo privado.
Noticia Relacionada
Torrelavega se estrena como 'Ciudad 30'
Los peatones, por lo general, están encantados con que los coches vayan más despacio y les da sensación de seguridad. En cuanto a aquellos que hacen uso de algún vehículo, las opiniones están más divididas según sus necesidades y las vías que recorren más habitualmente. Si se mueven mucho por el centro, ven la nueva norma con mejores ojos que si lo hacen por vías localizadas a las afueras. También difieren las opiniones según sus profesiones. Los taxistas sienten que pierden más tiempo ahora mientras que los transportistas, con paradas cada pocos metros, no perciben casi los cambios porque no suelen necesitar ir a más de 30.
«Para los que trabajamos en carretera nos va a llevar más tiempo llegar de un cliente a otro, aunque por otro lado se ganará en la seguridad de los peatones y de los niños. Estoy al 50% entre lo bueno y lo malo»
Manolo - Transportista
«Como conductor, no creo que los nuevos límites tengan ningún beneficio. Las carreteras de Santander ya son bastante complicadas de por sí y si añades más restricciones, pues peor me lo pones»
Sendoa - Conductor
«No creo que sea negativo, más bien lo contrario. En ciudad no nos va a afectar mucho porque para el reparto no tienes que hacer grandes trayectos entre paradas y tampoco tienes que correr»
Miguel Ángel - Repartidor
«Me parece una norma beneficiosa en según qué zonas. En las más concurridas por peatones está muy bien por cuestiones de seguridad, pero en otras sin apenas gente se va a resentir el tráfico»
Jorge - Peatón
«Para mí bien, porque los peatones estamos más seguros si los coches circulan más despacio. Pero entiendo que a los conductores ir a 30 o a 20 por hora no les parezca muy beneficioso»
Alba - Peatón
«Antes no se respetaban los límites de velocidad así que dudo que se haga ahora. La gente tiene unos hábitos que parecen imposibles de quitar. Tampoco veo que se esté controlando que la gente cumpla»
Paola - Conductora
«Me parece una buena medida, hay que circular despacio por la ciudad. Creo que es bueno tanto para los peatones como para los vehículos y no tengo ningún problema por conducir más despacio»
Isidro - Motorista
En un semáforo de la calle Isabel II, Noelia espera en su coche a que se ponga en verde y continuar la marcha. Es de las pesimistas. No vive en Santander y se traslada a la ciudad cuando tiene que realizar alguna gestión. Aunque en la primera jornada con los nuevos límites no se ha encontrado con atascos, está segura de que se producirán. «No conduzco mucho por Santander porque no vivo aquí, pero creo que limitar más la velocidad es un atraso. Creo que ir a 30 o a 20 por hora va a provocar más atascos, más coches parados y más contaminación en lugar de reducirla, como se dice».
Tras ella, en el mismo semáforo paran más conductores con opiniones variadas y, en general, más optimistas. Juan Manuel, por ejemplo, cree que las restricciones serán positivas porque «la gente muchas veces no tiene conocimiento con la velocidad, va demasiado rápido y eso puede dar lugar a accidentes». Aunque sí cree que ir más despacio puede generar algún atasco, especialmente «porque cada vez hay más vehículos y más calles peatonales», prioriza la seguridad. Desde su moto, Isidro también defiende la medida. «Me parece buena, hay que circular despacio por la ciudad y creo que beneficia tanto a peatones como a vehículos. No tengo ningún problema por ir más despacio».
Dejando de lado si es buena o mala, Paola considera que no se cumplirá mientras no se incorporen sanciones. «Antes no se respetaban los límites de velocidad así que dudo que se haga ahora con los nuevos. La gente tiene unos hábitos que parecen imposibles de cambiar. Tampoco veo que se esté controlando si la gente cumple o no». A Sendoa, que aunque ayer era peatón muchas veces es conductor, la norma no le convence de ninguna manera. «No creo que los nuevos límites tengan ningún beneficio. Las carreteras de Santander ya son bastante complicadas de por sí y si añades más restricciones, pues peor me lo pones».
Transportistas sin efectos
Desde el sector del transporte, los repartidores apenas se ven afectados por la nueva norma. Así lo explica Miguel Ángel: «Como transportista llegas, paras, descargas y retomas la macha. Por lo general, no tienes que hacer grandes trayectos entre paradas y no llegas a coger mucha velocidad. Creo que las nuevas restricciones son positivas, no hay que correr para repartir». Manolo, compañero de profesión, tiene una visión más intermedia y cree que la limitación a 30 km por hora tiene cosas buenas y otras malas. «Para los que trabajamos en carretera nos va a llevar más tiempo llegar de un cliente a otro, aunque por otro lado se ganará en la seguridad de los peatones y de los niños, que a veces juegan cerca de la calzada. Estoy al 50% entre lo bueno y lo malo, nunca llueve a gusto de todos».
Donde no hay lugar a dudas es entre los peatones. A Ricardo no sólo le parece una medida correcta, sino «correctísima, porque entre los teléfonos móviles, los patinetes y otras distracciones hay más atropellos. Si los coches van más despacio, en caso de accidente es más fácil que se quede en un susto y salvar la vida. Todo lo que sea aumentar la seguridad es una buena noticia». Alba también se siente «más segura si los coches circulan más despacio», aunque, si se pone en su piel, comprende que a los conductores «no les parezca tan beneficioso». Para Jorge, que a veces es peatón y otras es conductor, la norma le convence sólo a medias. En las zonas más céntricas y estrechas le parece bien que se limite la velocidad, «pero en otras zonas menos concurridas se va a resentir el tráfico».
Los radares ya captan las infracciones
Las multas por exceso de velocidad llegarán hasta los 600 euros y seis puntos
La nueva norma de tráfico viene de la mano de nuevas sanciones. Así, aunque durante las primeras jornadas la Policía Local adopta una posición más pedagógica que sancionadora, en cuestión de días se comenzará a multar a aquellos que sobrepasen los nuevos límites de velocidad marcados. El procedimiento será el habitual, a través de radares móviles. Desde el Cuerpo recalcan que, con la nueva normativa, no han dejado de funcionar y en los próximos días empezarán a registrarse las sanciones que contempla la reforma del Reglamento General de Circulación que entró en vigor ayer.
Así, las multas llegarán a partir del primer kilómetro por hora de más con el que se circule. Si en una vía semipeatonal, limitada a 20 por hora, un coche transita a 21, ya se llevará una multa de 100 euros. Los mismos 100 euros que tendrá que pagar si va a 40 kilómetros por hora por esa vía semipeatonal. A partir de 41, ya son 300 euros de multa y dos puntos menos en el carné. Así, hasta una sanción máxima de 600 euros y la retirada de seis puntos si conduce a más de 70.
Las sanciones son similares en los tres tipos de vías: las multas irán aumentando, primero en tramos de 20 kilómetros por hora y luego de 10, tanto económicamente como en puntos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión