La sucia resaca de la Tardebuena
La multitudinaria celebración supone un día de Navidad que amanece con un reguero de restos por las principales calles de Santander
Si la tradición arraigada de brindar en la llamada tardebuena, supone diversión, reencuentros y buenos deseos, hay otra consecuencia añadida que no tiene tanto de positiva.
Ya es habitual que Santander amanezca el día de Navidad con una marea de plástico, botellines, latas y adornos varios cubriendo las calles.
Si bien los servicios de limpieza se afanan desde bien temprano para paliar los efectos de la suciedad post celebración, parece inevitable que la jornada comience con los restos de la fiesta bien visibles, con la consecuente queja de vecinos y visitantes. No es la mejor imagen para la smart city en un día tan señalado.
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