Abusar del WhatsApp para desahogarse favorece la aparición de la depresión
Un estudio científico advierte que este problema afecta más a mujeres jóvenes
J.M.L.
Albacete
Martes, 17 de junio 2025, 11:51
Una investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha advierte que abusar del WhatsApp y de otras aplicaciones de mensajes instantáneos para desahogarse de problemas aumenta el riesgo de padecer depresión. El estudio, liderado por la investigadora Dolores Fernández Pérez, se ha publicado en la revista científica «Personality and Individual Differences» y lleva por título «Asociación entre la rumiación como rasgo y la corumiación en la mensajería instantánea y su posible relación con la sintomatología depresiva».
Según este trabajo, compartir repetidamente problemas personales por WhatsApp (corumiación) se asocia con más síntomas depresivos, especialmente entre mujeres jóvenes. Este estudio ha analizado la interacción entre la rumiación rasgo (la tendencia a pensar de forma repetitiva sobre situaciones negativas), la corumiación presencial (conversaciones entre amigos centradas en sentimientos negativos sin resolución) y su versión digital a través de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp. Un trabajo que se ha llevado a cabo con una muestra de 329 personas de entre 18 y 35 años.
Según explica Dolores Fernández, «la corumiación implica compartir reiteradamente emociones negativas con otra persona, lo que, si bien puede fortalecer vínculos afectivos, también refuerza patrones de pensamiento negativos y aumenta el riesgo de depresión y ansiedad». Este fenómeno, común en la adolescencia y la juventud, se ha trasladado ahora a las aplicaciones digitales donde personas de todas las edades cada vez les dedican más tiempo y donde las conversaciones se extienden y amplifican.
Más en mujeres que en hombres
Los resultados del estudio muestran que las mujeres obtuvieron puntuaciones más altas en comparación con los hombres en el uso de mensajería instantánea y síntomas depresivos. El objetivo del estudio, según Dolores Fernández, ha sido «comprender cómo las plataformas digitales pueden amplificar procesos emocionales desadaptativos, lo que puede ayudar a tener en cuenta el género, la edad y el uso de tecnología al diseñar intervenciones para prevenir o tratar la depresión».
«En un contexto donde gran parte de las interacciones emocionales ocurren a través de pantallas, este trabajo invita a reflexionar sobre cómo hablamos de nuestros problemas y qué impacto tiene hacerlo una y otra vez sin buscar soluciones», añade esta investigadora.
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