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Humo del tubo de escape de un coche con motor diésel, uno de los principales emisores de contaminantes al aire. Avelino Gómez
La Comisión Europea se cansa de los malos humos de España

La Comisión Europea se cansa de los malos humos de España

Los ecologistas, tras el ultimátum dado por Bruselas, reclaman una legislación «de verdad» que deje de favorecer los motores de combustión

D. ROLDÁN / J. L. ALVAREZ

Madrid

Lunes, 5 de febrero 2018, 02:21

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La Comisión Europea ha requerido a nueve países socios para que presenten esta semana sus propuestas para reducir las emisiones de particulas finas (PM10) y de dióxido de nitrógeno (NO2). Junto a España están advertidos Alemania, Francia, Hungría, Italia, República Checa, Rumanía, Reino Unido y Eslovaquia. Si no dan soluciones sus expedientes acabarán en el Tribunal Superior de Justicia de la UE.

«Los productos de las emisiones de los motores diésel, tanto gases como partículas son cancerígenos. Es decir, sabemos que aumenta el riesgo de sufrir cáncer de pulmón y probablemente de vejiga, pero con otros tipos de tumores hay dudas», apunta la doctora Aitana Calvo, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Lo que no se puede saber es cuál es la incidencia en la población. «Es complicado saber cuánta gente está expuesta. Además no es homogéneo. Sí sabemos que el consumo de tabaco es fácilmente medible en la población y que está relacionado con el 33% de los tumores», apunta la experta de la SEOM. «La magnitud del efecto es menor que la del tabaco. Es importante, pero no se puede comparar», añade.

Ecologistas en Acción recuerda que el aviso dado por Bruselas no es nuevo. «La legislación en cuanto a dióxido de carbono se lleva incumpliendo desde 2010. Lo de las partículas todavía más: desde 2005», apunta el portavoz de la ONG, Juan Bárcena, que también echa la culpa a la Comisión Europea por su inacción en asuntos medioambientales. «Para otros temas, enseguida te ponen un memorándum o te mandan a los hombres de negro», explica Bárcena que reclama una legislación que «de verdad» que combata la contaminación del aire y que ataque al diésel. «Ahora se le está favoreciendo. Por ejemplo con las etiquetas de la DGT. Las que son B y C no distinguen entre diésel y gasolina, sino por edad del vehículo. Deberían separarse claramente los de gasolina y los de diésel. Pero lo que hacen es al revés, camuflarlos», explica Bárcena.

Más directos son en Greenpeace. La solución para mejorar la calidad del aire en España pasa por «eliminar prácticamente los vehículos que funcionan con motor de combustión» y «repensar radicalmente nuestro enfoque sobre la forma en que nos movemos por nuestras ciudades», explica Raquel Montón, responsable de la campaña de Aire Limpio de la organización ecologista. Y es que durante años «los gobiernos no han sido capaces de tomar las medidas necesarias para evitar los niveles ilegales de contaminación del aire. Eso es criminal y debe ser penalizado», agrega.

Para Raquel Montón, la lucha contra la contaminación no solo es responsabilidad de los ayuntamientos, «basta ya de echar balones fuera, porque el Gobierno puede favorecer el cumplimiento de los límites fijados o por el contrario impedirlo, como está haciendo, al subvencionar el diésel o construyendo infraestructuras para favorecer el transporte privado». Montón advierte de que si no se toman medidas «los españoles terminaremos pagando con nuestro dinero las políticas y las multas que nos van a imponer».

Asumir responsabilidades

El portavoz y diputado de Equo, Juantxo López de Uralde, incide en que, según datos de las organizaciones ecologistas, «el 94% de los españoles respira aire contaminado». De esta manera López de Uralde rechaza la postura de la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, «que considera que no existe un problema generalizado de calidad del aire». Por ello, Equo reclama al Gobierno que asuma su responsabilidad y busque soluciones para mejorar la calidad del aire y la salud de la ciudadanía.

Mientras, desde el Gobierno se apunta a una necesaria mayor colaboración entre administraciones. En Bruselas, la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, recordó esta semana que el Ejecutivo ha destinado más de 1.200 millones desde 2012 para renovar el parque móvil e impulsar el uso de vehículos con energías alternativas y eléctricos o medidas para mejorar la eficiencia energética de los edificios. «La solución al problema de la contaminación atmosférica afecta a muchos sectores y requiere la participación de todas las autoridades y de la sociedad», indicó la secretaria de Estado.

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