Un joven grave tras ingerir detergente accidentalmente tras pedir un mosto en un chiringuito
El chico, de 18 años, se encuentra ingresado en la UCI, estable con pronóstico reservado «con quemaduras internas graves»
Jabi Leon
Jueves, 26 de junio 2025, 18:46
«Queremos denunciar públicamente lo que nos ha ocurrido porque no deseamos que nadie más tenga que volver a pasar por la pesadilla que estamos ... viviendo». Quien así se pronuncia es I.B.S., el padre de U.B.; un joven elgoibartarra de 18 años que se encuentra ingresado en la UCI del Hospital Donostia después de que este miércoles ingiriera un corrosivo detergente para lavavajillas que le sirvieron en el chiringuito de la playa mutrikuarra de Ondarbeltz cuando pidió un mosto.
Según cuenta el padre del joven, su hijo acudió el miércoles por la mañana junto a un amigo a practicar la pesca deportiva a Deba y al mediodía ambos se desplazaron hasta el chiringuito de Ondarbeltz para tomar algo y refrescarse. «Nuestro hijo pidió un mosto y nada más ingerir lo que le habían sacado empezó a sentir que le quemaba por dentro», explica.
En vista de la situación que estaba atravesando, el chico se acercó a la barra del local hostelero a contar lo que le estaba sucediendo y fue entonces cuando el responsable del chiringuito se percató de que en vez de mosto le habían servido un corrosivo detergente para lavavajillas. Nada más percatarse de la gravedad de los hechos, el propio responsable del negocio ubicado a los pies de la playa de Ondarbeltz cogió al joven y lo trasladó en su vehículo particular al Hospital comarcal de Mendaro, donde fue atendido «por quemaduras internas graves».
En vista de la gravedad de esas quemaduras los responsables sanitarios de Mendaro decidieron que lo mejor era trasladar al chico al Hospital Universitario de Donostia, donde fue ingresado en la UCI «con pronóstico reservado».
Tras pasar una noche «infernal», los padres del joven elgoibartarra han explicado a primera hora de esta tarde que su hijo permanece en la UCI «estable y con pronóstico reservado». En la conversación con este periódico el propio padre no se atrevía a echar las campanas al vuelo pero se mostraba confiado en que su hijo salga de esta. Según sus palabras, «el miércoles por la tarde los médicos nos dijeron que no las tenían todas consigo y nos temimos lo peor, pero afortunadamente nuestro hijo no ha empeorado y pensamos que el paso de las horas juega a nuestro favor».
Denuncia en marcha
Nada más tener conocimiento de lo acontecido los padres del joven acudieron al Hospital de Mendaro. Tras ver que el chaval permanecía consciente a pesar de la gravedad de las quemaduras internas que le había provocado la ingesta del detergente, la madre se quedó junto a su hijo; mientras que el padre llamó a la Ertzain Etxea y se desplazó al chiringuito de Ondarbeltz, donde los agentes tomaron declaración a los responsables del negocio.
La familia ha iniciado los trámites oportunos para denunciar los hechos ante las autoridades competentes.
El Ayuntamiento de Mutriku adjudicó a comienzos del pasado verano la explotación del chiringuito de la playa de Ondarbeltz a Bruno, quien esta tarde reconocía encontrarse «fatal» después de lo acontecido en el establecimiento que regenta. «Ha sido un accidente. Ojalá el chico se recupere bien y pronto».
«Ha sido un accidente. Ojalá el chico se recupere bien y pronto»
El Ayuntamiento de Mutriku adjudicó a comienzos del pasado verano la explotación del chiringuito de la playa de Ondarbeltz a Bruno, quien este jueves reconocía encontrarse «fatal» después de lo acontecido en el establecimiento que regenta.
El propio Bruno califica lo sucedido como «un desgraciado accidente» e incide en que «ojalá» el joven elgoibartarra que ingirió el detergente que le sirvieron en su establecimiento «se recupere bien y pronto».
Según sus palabras, «habíamos echado el detergente en una botella de mosto vacía y la dejamos en una esquina de la barra con la intención de trasladarla a otro lugar». Sin embargo, añade, «en un descuido un compañero cogió esa botella y acabó sirviendo el detergente al chico».
Nada más percatarse de la negligencia cometida en el chiringuito que regenta, el propio Bruno trasladó al joven al Hospital comarcal de Mendaro: «Intenté actuar lo más rápido y de la mejor manera posible», sentencia, abatido por lo acontecido.
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