El drama de un adolescente en Valencia: de una caída con la bici a quedarse parapléjico por una negligencia
Un fallo médico con el tratamiento de rehabilitación empeoró su estado y en una operación posterior detienen la cirugía al darse cuenta del problema
José Molins
Valencia
Jueves, 23 de octubre 2025, 10:28
Era un adolescente valenciano normal, deportista y con una vida muy activa. Un día, en una ruta en bicicleta de las que tanto le gustaban, ... tuvo una grave caída y necesitó una operación urgente, ya que sufrió un hematoma epidural (acumulación de sangre entre las vértebras) y dos fracturas dorsales. Pero el calvario llegó después, con una rehabilitación que no resultó adecuada y una tardanza excesiva para operarlo. Una negligencia médica que empeoró mucho su situación y que derivó en el diagnóstico fatal. Cuando al fin llegó esa operación, tuvieron que detenerla al confirmar el peor pronóstico. Se había quedado parapléjico. Condenado de por vida a una silla de ruedas y a ser dependiente total.
Aún es menor de edad y con esa paraplejia completa motora va a tener que llevar a cabo todos sus desplazamientos con un medio adaptado y con la ayuda constante de su madre para todo, ya que no se puede valer por sí mismo. Ella es la que ha denunciado el caso, y tras unos exhaustivos informes por parte del Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat, el dictamen que se acaba de hacer público insta a Sanidad a indemnizar a esta familia con casi medio millón de euros (449.000) por esta asistencia médica defectuosa al joven, que le ha dejado en esta situación.
El accidente en bici ocurrió cuando el chico tenía 14 años, en octubre de 2020. Acudió a Urgencias de un hospital público valenciano por esa caída, que le había provocado el hematoma epidural dorsal. Según el informe médico, se recupera y recibe el alta. Pero de forma prematura, según refleja el propio informe. En ese momento tiene movilidad completa en todo el cuerpo y puede valerse por sí mismo, así que empieza un tratamiento de rehabilitación en el centro de salud. Pero con el paso de las semanas empeoró y llegaron los dolores intensos en la espalda. El informe detalla que no le realizaban los ejercicios necesarios para mejorar. Fue a Urgencias varias veces, ya que no podía sostener la cabeza, un síntoma muy alarmante.
Pese a ese evidente empeoramiento de una lesión en una zona que puede ser muy grave, el hospital no acelera su respuesta y le indican que están a la espera de que le den cita en la Unidad de Raquis de otro hospital de referencia. Pero esa cita se retrasa tanto que hasta febrero de 2023 no se produce. El menor ya había empeorado mucho y le colocan un tratamiento que consiste en un halo de tracción, un anillo metálico fijado al cráneo para estirar suavemente la columna vertebral y corregir deformidades, como la que le estaba provocando al no sujetar la cabeza.
Pese a todo eso y la indicación de los especialistas de que necesitaba una operación, la intervención no llega hasta mayo de ese año. En el quirófano se produce la pérdida de potenciales motores T9, lo que obliga a los médicos a detener la cirugía al ver que había una lesión muy grave. Al despertar el chico de la anestesia, se confirma la paraplejia, cuando tenía 17 años. Ese mismo año tuvieron que operarlo dos veces más, pero no se consiguió mejorar nada su situación. Unas secuelas irreversibles que no habría padecido si el tratamiento sanitario hubiera seguido una correcta praxis médica, según el expediente administrativo del caso.
El informe médico pericial del especialista de Neurocirugía establece que la primera atención tras la caída con la bici fue correcta, pese a la gravedad de las heridas. Pero añade que el tratamiento posterior de rehabilitación, con corsé dorsal, fue de ocho semanas, cuando el tiempo indicado mínimo es de 12, por tanto resultó insuficiente. Y en la operación posterior se realizó una laminoplastia, que según el facultativo «puede favorecer la mala evolución de las fracturas al alterar las vértebras», destaca.
El análisis del médico es claro. «Existe un retraso en la valoración de la cirugía, que influyó directamente en su resultado final», señala el neurocirujano. «Hasta 2023 pasan más de dos años para establecer la indicación, y se hace cuando ya existe lesión medular a nivel de T4 y una cifosis severa, lo que implica mayor riesgo de lesión, como ocurrió», expone.
También la Inspección de Servicios Sanitarios -según 'Las Provincias'- subraya el excesivo tiempo que pasó entre que se observó el aumento de la cifosis, en junio de 2021, hasta que en diciembre de 2022 se estableció la indicación de que había que operarlo, que se llevó a cabo en mayo de 2023. «Hubo una demora excesiva y progresó la mieomalacia», dice el informe, lo que implica un reblandecimiento del tejido de la médula espinal. «Las demoras han supuesto un elemento que han agravado la situación clínica», concluye. En el mismo sentido, el informe de la Comisión de Valoración del Daño Corporal establece que hubo «un retraso injustificado en el tratamiento con esa demora excesiva», expone.
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