«Un alquiler asequible es lo que llevábamos buscando mucho tiempo»
Las 36 viviendas adquiridas por el Gobierno a la Sareb en Ganzo ya tienen adjudicatarios
Ya tienen adjudicatarios las 36 viviendas que el Gobierno de Cantabria adquirió el año pasado a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de ... la Reestructuración Bancaria (Sareb) en una urbanización de Ganzo, con el fin de destinarlas a alquiler social. El pabellón Vicente Trueba fue escenario ayer del sorteo ante notario, con muchos de los 163 solicitantes en la grada, la mayoría jóvenes.
Como suele ocurrir en estos casos, hubo sentimientos encontrados: no faltaron aplausos, abrazos y hasta lágrimas de alegría entre los afortunados; y caras de frustración entre los que tendrán que seguir esperando una oportunidad para alquilar una vivienda a un precio asequible.
En esta ocasión, se trata de pisos de primera ocupación que tienen una superficie media de 75 metros cuadrados, con garaje y trastero, por los que los adjudicatarios deberán pagar 389 euros al mes, incluidos los gastos de comunidad. Las viviendas se encuentran divididas en dos bloques: 32 tienen tres habitaciones y las cuatro restantes, dos. La mitad han sido reservadas para jóvenes.
Los pisos tienen 75 metros cuadrados y el alquiler mensual es de 389 euros, incluidos los gastos de comunidad
Uno de ellos, Iker Rodríguez, de 23 años, mostraba su alegría a El Diario Montañés tras resultar afortunado en el sorteo, en el que le acompañaron su madre, Inmaculada, y su hermana, María. «Me siento aliviado -explicaba- porque un alquiler social es lo que llevábamos buscando mucho tiempo y, al final, ha salido bien. Tengo pareja y conozco la zona, porque vivimos en Torrelavega desde hace tres años. Esto significa que vamos a poder estar tranquilos durante una larga temporada».
José Luis Agüero, que reside en la calle Alta, de Santander, saltaba y levantaba los brazos en la grada como si su hijo hubiese metido «el mejor gol de su vida». Acompañado por su mujer, Cándida, destacaba entre lágrimas el por qué de tanta alegría: «Estoy emocionado porque le ha tocado a mi único hijo, Alejandro, que va a poder tener un piso. Es un chico noble, tiene 22 años y estudia, trabaja y juega al fútbol». Agüero ha visto los pisos «por fuera» y dice que están «muy bien», aunque «un poco lejos». De todas formas, cree que su hijo se va a «morir de alegría» porque esta vida «son dos días».
Francisco Gómez, natural de Ongayo (Suances) y residente en Torrelavega, también estaba exultante porque el último afortunado en el sorteo había sido su hijo. «Se quedó en paro un tiempo -señalaba- y tuvo que ayudarle su hermana porque nadie le quería alquilar un piso. Me alegró por él y también porque se preste este servicio a la sociedad. Las viviendas que se construyan deberían ser públicas y de alquiler».
La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, y el alcalde, Javier López Estrada, mostraron su satisfacción por este incremento del parque público de vivienda destinada a alquiler social, que ha supuesto una inversión de 3,3 millones y ha tenido como principales destinatarios a los jóvenes.
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