Arrancan las obras de El Patatal para su transformación en un gran pulmón verde
El parque permanecerá clausurado al público durante al menos seis meses mientras se desarrollan los trabajos de restauración
El parque de Las Tablas, conocido popularmente como El Patatal, ha cerrado sus puertas para dar comienzo a las obras de restauración más ambiciosas de ... su historia reciente. El recinto permanecerá inaccesible al menos durante seis meses, tiempo en el que se ejecutará una profunda transformación ambiental y urbanística incluida en el proyecto 'Torrelavega Conexión Natural'. El arranque llega tras meses de anuncios, trámites administrativos y retrasos que han dilatado la fecha prevista para el inicio. Ahora las máquinas ya están trabajando sobre el terreno, obligando a suspender el uso deportivo y recreativo de este espacio junto al complejo Óscar Freire y a orillas del Saja-Besaya.
La concejala de Medio Ambiente, Patricia Portilla, ha explicado a este periódico que las primeras labores se centran en la eliminación de especies invasoras, la tala y poda selectiva y el acondicionamiento general del parque. «Aunque puedan resultar intervenciones impactantes, son necesarias para garantizar que, a medio y largo plazo, el parque recupere su equilibrio natural», subraya. El objetivo es crear un pulmón verde que recupere hábitats de ribera y vegetación autóctona, con charcas naturalizadas y espacios accesibles para toda la ciudadanía.
El proyecto cuenta con dos grandes bloques de actuación. El primero, valorado en más de 800.000 euros y financiado por la Fundación Biodiversidad, ha sido encomendado a Euroservicios y Obras Forestales. El segundo, de unos 420.000 euros y ligado al Plan de Sostenibilidad Turística, está adjudicado a Copsesa y se centra en la creación de sendas, instalación de mobiliario y acondicionamiento de accesos. Ambos se desarrollan de forma paralela con plazos similares.
La intervención incluye la tala de especies invasoras y la plantación de otras autóctonas
El Ayuntamiento defiende que la actuación permitirá recuperar un espacio degradado y abandonado
Las obras llegan después de una larga historia de promesas incumplidas. La transformación de El Patatal ya estaba contemplada en el Plan General de 1984, pero la operación no se desbloqueó hasta que el Ayuntamiento de Torrelavega adquirió los terrenos a la antigua Sniace en 2022, tras un litigio que llegó al Tribunal Supremo. Desde entonces, el debate sobre su futuro ha estado marcado por infografías, proyectos y presentaciones que ahora se convierten en realidad.
El cierre del parque afecta a colectivos que lo utilizaban habitualmente, como el equipo de atletismo de Torrelavega, cuyos entrenadores reconocen que en los meses de septiembre y octubre entrenaban allí por las condiciones de sombra y frescor. «Apoyamos la mejora, pero necesitamos adaptarnos porque este lugar forma parte de nuestra rutina», explicaban en una reunión informativa celebrada en julio, donde participaron técnicos municipales y representantes de asociaciones.
La actuación supone además un reto desde el punto de vista ambiental. Se prevé plantar más de 3.000 árboles autóctonos para sustituir a especies como la mimosa negra o los plumeros, mejorar la accesibilidad con nuevas entradas y barandillas, instalar señalización y bancos, y habilitar hasta seis humedales artificiales. Todo ello orientado a fomentar la biodiversidad y crear un bosque natural visitable, no un jardín urbano.
La entonces delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, destacó en la presentación de junio que este tipo de iniciativas son «una respuesta local al cambio climático» y permiten a la ciudad «sumarse a una red europea de urbes comprometidas con la sostenibilidad». El alcalde, Javier López Estrada, recordó entonces que el plan conecta con el modelo de ciudad definido en 2018, basado en la calidad de vida y los espacios compartidos.
El futuro de El Patatal, sometido a inundaciones periódicas por su ubicación junto al río, dependerá del éxito de estas intervenciones. Portilla lo resume en una frase: «Para poder disfrutar del parque del futuro, primero habrá que asumir las incomodidades del presente».
Con las obras ya en marcha, Torrelavega inicia así la cuenta atrás hacia la recuperación de uno de sus espacios más emblemáticos, llamado a convertirse en un referente natural, educativo y social en el corazón de la ciudad.
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