El edificio de Baldomero Iglesias afronta la reforma con su futuro aún en discusión
Los operarios empiezan a vaciar la antigua sede del Ayuntamiento de Torrelavega para luego consolidar su estructura, con un presupuesto total de 445.751 euros
El edificio municipal de la plaza Baldomero Iglesias (1853) abre desde esta semana un capítulo clave en sus 172 años de historia. La histórica sede ... del Ayuntamiento de Torrelavega hasta la adquisición y el estreno del Palacio municipal en 1926 afronta su rehabilitación después de varios años de espera y con unos daños estructurales que no aceptan más demoras. Y lo hace con un futuro en discusión total dentro de la Corporación y sin que esté 100% claro todavía. Mientras un equipo de arquitectos de Madrid trabaja para proyectar el Museo del Hojaldre en la planta baja y primera del número 4 y con la sombra de un estudio de viabilidad sobre el traslado de este mismo museo a La Lechera –a petición del PSOE, socio de gobierno con el PRC, único avalista del proyecto en la Corporación–, los operarios de la adjudicataria Global Tektia comienzan a vaciar el edificio, ya completamente vallado, como paso previo de una obra de consolidación de 445.751 euros.
Fechas seguras a tener en cuenta: septiembre de 2025, plazo estimado para la recepción del proyecto turístico-gastronómico; y enero de 2026, cuando se espera que esté terminada esta obra de consolidación. Lo que pasará después, desde el pulso que existe en el seno del gobierno (PRC-PSOE) hasta la cocina necesaria para inaugurar este templo del hojaldre, es una incógnita a día de hoy.
Las claves
Con el único apoyo del PRC
Los arquitectos proyectan el Museo del Hojaldre en el número 4 del edificio, por encargo del Ayuntamiento
Después de un adiós obligado
El inicio de las obras sigue al cierre definitivo del bar de la Peña Bolística, icono del inmueble desde 1973
Mientras tanto, comienzan ahora seis meses de trabajos importantísimos para la integridad de este edificio histórico y fundamental en el catálogo arquitectónico municipal, construido como Casa Consistorial de la Torrelavega de mediados del siglo XIX, una villa –no sería oficialmente ciudad hasta que la reina María Cristina concedió este título en 1895– que no llegaba a los cinco mil habitantes y que empezó a levantar su centro de vida alrededor de esta plaza. La ubicación aquí del Ayuntamiento, las Escuelas, el servicio de Correos y Telégrafos, el Juzgado y hasta la mismísima cárcel dan prueba de ello. Con los años, hitos como la construcción de la iglesia de la Asunción en 1901 o el crecimiento de la ciudad en dirección a la Plaza Mayor con la actividad comercial contribuyeron a 'descentralizar' el día a día de los torrelaveguenses.
El exterior se mantiene
Volviendo a las obras. Se actuará únicamente en el interior de los números 4 y 5 del edificio, donde las filtraciones de agua y la antigüedad de la estructura precisan de una intervención urgente. Siendo así, el proyecto plantea la restitución de las cubiertas a su estado original y una intensa reforma interior. Es aquí donde la entrada de agua ha provocado una deformación progresiva de la estructura, formada por pilares de madera. Sus vigas y viguetas se encuentran en un estado «muy deficiente», como vienen reconociendo desde el equipo de gobierno y la Concejalía de Obras en los últimos años.
Hace mucho que se conoce ese diagnóstico. El proyecto, de hecho, es el mismo que ya se anunció en la pasada legislatura, aunque con una necesaria revisión de precios al alza. Lo que hay que hacer no ha cambiado en nada: desde la anulación de servicios e instalaciones;la retirada de falsos techos y revocos; la demolición de los solados y la tabiquería, sobre todo en las plantas segunda y tercera;la aplicación de un tratamiento antixilófagos en la estructura;hasta la sustitución de la cubierta en su totalidad.
Contexto y futuro
El proyecto está muy claro; el uso del inmueble, no tanto. La adjudicación de la redacción del proyecto del Museo del Hojaldre puede considerarse un paso casi definitivo, pero no todos lo creen así. El PSOE, partidario de instalar oficinas municipales, duda de su ejecución. «Se redactan muchos proyectos, pero no todos se ejecutan», decía un concejal socialista hace unas semanas.
Y política al margen, un hecho no menor. El inicio de la obra sigue a la reciente despedida del bar de la Peña Bolística (1973), que por primera vez en medio siglo no formará parte de la estampa de La Patrona en la plaza.
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