El mural de la Peña Bolística de Torrelavega ya luce sus nuevas figuras
El trabajo artístico se detiene temporalmente a la espera de que finalicen las obras en la fachada del futuro Museo del Hojaldre
Torrelavega ya puede contemplar casi en su totalidad el renovado mural de la Peña Bolística, ubicado en la bolera Carmelo Sierra, en plena Plaza Baldomero ... Iglesias. Tras varias semanas de trabajo con spray, luces y sombras, los artistas Iván Calvo (IKR) y Daniel Revenga (AINIK), integrantes del colectivo artístico Actus Reus, han dado por finalizada la parte del mural que actualmente se puede intervenir. Solo queda por completarse la fachada colindante al edificio que sigue en rehabilitación, donde está previsto que se ubique el futuro Museo del Hojaldre.
«Está terminado todo lo que podíamos hacer, el resto no podemos hasta que termine la obra», explican los artistas. El Ayuntamiento les ha pedido que pausen la intervención hasta que finalicen los trabajos de reforma en ese espacio, actualmente vallado, y que será intervenido más adelante para completar el mural. Por tanto, el conjunto artístico ya está prácticamente terminado, a falta únicamente de ese tramo.
La obra incorpora diez rostros históricos que rinden homenaje a la trayectoria del club
Los artistas han utilizado spray, luces y sombras para dar vida a la fachada de la bolera
La imagen que ofrece ahora el mural es completamente distinta a la de hace apenas unas semanas, cuando las fachadas todavía estaban cubiertas por un fondo gris y sin definición. En su lugar, hoy destacan diez figuras monumentales, retratadas en blanco y negro, con un nivel de detalle que impresiona a cualquiera que se acerque. Diez personajes clave en la historia de la Peña Bolística Torrelavega, entre los que destaca la inclusión, por primera vez, del retrato de una mujer: Miriam Velarde, un reconocimiento a la trayectoria femenina dentro del club.
Los rostros reflejan concentración, esfuerzo, historia. A través del juego de luces y sombras, Iván y Dani han logrado aportar volumen y emoción a cada expresión, haciendo que las paredes cobren vida y cuenten, sin necesidad de palabras, décadas de tradición bolística.
Pero, además de los retratos, el mural incluye dos pergaminos que enriquecen aún más el mensaje de la obra. En el centro, un pergamino recoge el himno de la Peña Bolística, compuesto por el Malvis de Tanos, en una caligrafía clásica que aporta un toque sentimental y poético. En otro pergamino, situado sobre la fachada de entrada, puede leerse el palmarés completo del club: siete ligas, tres copas, una supercopa, un campeonato de España por clubes, dos ligas femeninas, dos copas femeninas y una supercopa femenina. Un currículum que no deja lugar a dudas sobre la dimensión de esta peña histórica.
Lo único que queda por pintar está justo en la parte trasera del edificio, aún inaccesible por las obras. Allí se ubicará otro pergamino con los nombres de los presidentes de la peña, así como dos retratos adicionales: el de Severino Prieto y el de Carmelo Sierra, figuras esenciales en la historia de la entidad. Esa sección servirá como homenaje a los dirigentes que han mantenido viva la esencia de la peña desde su fundación, y que han contribuido de manera decisiva al crecimiento del deporte de los bolos en la ciudad.
El mural, ejecutado originalmente en 2014, ha sido renovado con los mismos artistas y bajo el mismo estilo, respetando el diseño inicial pero añadiendo nuevas figuras y símbolos que actualizan su significado. La intervención forma parte del proyecto municipal de rehabilitación de este espacio con motivo del 90 aniversario de la Peña Bolística Torrelavega.
El resultado no ha pasado desapercibido para los vecinos, que se detienen a observar, fotografiar y felicitar a los artistas mientras trabajan. La obra ya se ha consolidado como un nuevo punto de referencia visual en pleno centro urbano. Es, a la vez, arte público, memoria colectiva y orgullo local. Y aunque todavía falte por completarse una parte, el mensaje ya está claro: los bolos forman parte de la identidad de Torrelavega, y este mural, más que una pintura, es un testimonio visual de su historia.
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