Torrelavega impulsa el traslado de negocios a pie de calle para su revitalización
El Ayuntamiento concede más de 154.000 euros en ayudas dentro del programa de reubicación de locales comerciales
Torrelavega ha dado un paso más en su intento de recuperar vida en las calles y frenar el cierre de locales vacíos. La Junta de ... Gobierno Local aprobó esta semana la concesión de 154.414 euros en ayudas a ocho empresarios que han decidido sacar sus negocios de entresuelos para instalarlos a pie de calle. El movimiento no es menor: supone dar visibilidad a la actividad, mejorar la accesibilidad y, de paso, abrir la puerta a que esos espacios en altura puedan convertirse en viviendas.
La convocatoria, impulsada desde las áreas de Urbanismo y Movilidad, partía con una partida de apenas 40.000 euros. Sin embargo, la demanda superó cualquier previsión y el Ayuntamiento optó por incrementar los fondos para no dejar a nadie fuera. Y vaya que si lo hizo. «La idea era respaldar todos los proyectos que cumplieran los requisitos», explicó el alcalde, Javier López Estrada, que considera que el programa ha nacido «con vocación de continuidad».
Las ayudas, con un tope máximo de 20.000 euros y una cobertura de hasta el 70% del coste, han oscilado entre los 14.412 y los 20.000 euros. Los beneficiarios han sido: Correduría Reina Hijos, SL; Aida Noriega Campo; Gestión de Energía y Entornos Sostenibles, SL; Laura Cloux Valle; Laura Fernández Victorio Alonso; Advance Technology and Innovation Systems Cantabria, SL; Antonio Díaz Rojo; y Cinesis Fisioterapia y Pilates, SL.
Las ayudas, de hasta 20.000 euros por negocio, buscan que los entresuelos se destinen a viviendas
Todos ellos han tenido que acreditar que sus actividades cuentan con una superficie superior a los 60 metros cuadrados y que hasta ahora funcionaban en entresuelos. A partir de ahí, el traslado a locales con escaparate y entrada directa desde la calle se convirtió en el requisito clave para optar a las subvenciones.
Una estrategia de ciudad
El alcalde recordó que este programa no surge de manera aislada, sino que forma parte de una estrategia global del equipo de gobierno PRC-PSOE. «Estamos convencidos de que poner en valor los locales vacíos es una de las mejores maneras de mejorar la imagen de la ciudad y favorecer la instalación de nuevos negocios», aseguró. «Cada vez que una persiana vuelve a levantarse, el barrio se transforma».
La concejal de Urbanismo y Movilidad, Jezabel Tazón, incidió en esa misma idea: «Un bajo cerrado es sinónimo de abandono; un local abierto transmite seguridad y dinamismo. No solo beneficia al empresario que se traslada, sino a todo el entorno».
Para ambos responsables municipales, la medida también tiene un efecto secundario nada desdeñable: la posibilidad de destinar los entresuelos liberados al uso residencial. «Es una manera inteligente de aprovechar mejor los espacios de la ciudad», señaló López Estrada.
El balance de la primera convocatoria no puede ser más positivo a ojos del Ayuntamiento de Torrelavega. Ocho proyectos respaldados, ningún solicitante excluido y un presupuesto que se multiplicó por casi cuatro respecto a la previsión inicial. «Eso demuestra que había demanda y que el programa tiene sentido», apuntó el alcalde.
La consecuencia inmediata es que ya se está preparando una nueva edición de las ayudas. La intención del equipo de gobierno es mantener la línea abierta de forma periódica para ir transformando progresivamente el mapa comercial de Torrelavega. «No será una solución inmediata, pero sí un cambio constante y acumulativo», comentó Tazón.
Un efecto multiplicador
Los responsables municipales insisten en que el impacto de estas ayudas va mucho más allá de los ocho negocios beneficiados. La reubicación en planta baja mejora la visibilidad, atrae más clientes potenciales y, en muchos casos, provoca que otras persianas cercanas también se levanten. «Cuando una calle empieza a moverse, se genera un efecto contagio», afirmó la edil.
Además, la medida contribuye a reforzar la seguridad ciudadana. Las calles con actividad son más transitadas, más iluminadas y, por tanto, más seguras. Y no es solo una cuestión de percepción: diferentes estudios urbanos muestran que la presencia de negocios abiertos reduce los problemas de vandalismo y deterioro.
El Ayuntamiento confía en que la siguiente convocatoria amplíe el número de participantes y consolide esta línea de trabajo. «Torrelavega tiene que apostar por el comercio de proximidad y por recuperar los barrios como espacios vivos», concluyó López Estrada. «No es un camino fácil ni rápido, pero sí el que garantiza un futuro más atractivo para la ciudad».
En definitiva, la concesión de estas ayudas no es solo un gesto económico. Representa una apuesta por un modelo urbano distinto, en el que los locales vacíos dejan de ser un problema para convertirse en oportunidad. Y en el que los entresuelos, durante décadas ocupados por consultas, oficinas o despachos, pueden recuperar su destino natural: servir de hogar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión