'Revolución' en el Conservatorio

El Conservatorio de Música de Torrelavega está viviendo una pequeña 'revolución' con la puesta en marcha de la enseñanza profesional, que le fue concedida por la Consejería de Educación de cara al próximo curso, cuyo inicio tendrá lugar el día 14. Dicha concesión conlleva más recursos y mejores instalaciones. De momento se están habilitando seis nuevas aulas insonorizadas y existe el compromiso por parte de Educación de crear otras dos en los próximos meses. Para el futuro se estudia la reforma integral de las instalaciones y la construcción de un nuevo salón de actos.

El centro abrió sus puertas hace cinco años en el edificio que acogió el colegio público Manuel Llano, de Campuzano, que fue cerrado por falta de matrícula y diversos problemas sociales (la mayor parte de los últimos alumnos era de etnia gitana). Los repetidos intentos de reapertura fracasaron. Hasta ahora el conservatorio sólo impartía clases del nivel elemental (cuatro cursos), por lo que resultaba perentorio la llegada de la enseñanza profesional para evitar que los alumnos tuvieran que seguir desplazándose hasta Santander para continuar con sus estudios en el otro conservatorio cántabro, el Jesús de Monasterio.

Ilusión e implicación

El director, David Cubillas, destaca la ilusión con la que se trabaja en el todavía joven conservatorio de Torrelavega, con una notable implicación por parte de alumnos y familiares, que «saben valorar lo que hasta hace poco no tenían». Cubillas también resalta las actividades complementarias (conciertos, charlas, etc.), así como los «servicios añadidos», entre los que destacan el aparcamiento gratuito y las salas de espera con juegos, biblioteca y ordenadores.

Buena muestra del crecimiento del centro es que ha pasado de los 43 alumnos y 7 profesionales del primer curso a los 205 alumnos y 23 profesores del que está a punto de comenzar. No puede atender a toda la demanda y por eso realiza una prueba de acceso. La mayor parte de los estudiantes son niños o jóvenes en edad escolar y residentes en Torrelavega. Hay otro 40% que procede de otros municipios, la mayoría de la franja costera occidental (entre Suances y San Vicente de la Barquera).

Trece especialidades

En este conservatorio se imparten clases sobre trece especialidades instrumentales: piano, guitarra, violín, viola, violoncello, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, trompa, saxofón y percusión. Dichas clases corresponderán, en el próximo curso, a los cuatro niveles de enseñanza elemental y el primero de profesional. Cantabria aún no cuenta con el último de los ciclos formativos de música, el superior. La salida profesional depende mucho de la especialidad instrumental elegida. En este sentido, las mejores suelen corresponder a las menos demandadas (oboe, trompón, violoncello, contrabajo...).

El importe de las tasas académicas es a partir de 200 euros, coste que algunas familias ven paliado con la concesión de becas. El centro abre durante el curso de nueve de la mañana a una y media de la tarde, y de tres de la tarde a nueve y media de la noche. Es en esta segunda franja horaria en la que se agrupan las clases, dado que para la mayor parte de los alumnos se trata de una actividad extraescolar.

Más información en su web oficial: www.conservatoriodetorrelavega.com