Bronce al afán de superación
Adrián Rodríguez, transplantado de corazón, ha participado el pasado agosto en los Juegos Mundiales de Australia
ANA COBO
Viernes, 25 de septiembre 2009, 11:28
Adrián Rodríguez, el campeón de Villaescusa, ha cumplido su sueño. Gracias al patrocinio de cinco empresas particulares, el pasado 23 agosto viajó en compañía de su madre Odil a Australia para competir en los Juegos Mundiales de transplantados. Una maravillosa experiencia de la que no ha regresado con las manos vacías.
El pequeño, de nueve años, ya advirtió de que «iba a ganar» y ha sabido agradecer con creces el apoyo que le han confiado. De las antípodas, no sólo ha vuelto con una enorme sonrisa por la aventura vivida, sino que se ha traído colgado al cuello la medalla de bronce en salto de longitud. Los 2,75 metros que saltó le valieron un tercer puesto que, en realidad, tendría que haber sido plata, pues cuenta que hubo «tongo» y al australiano le regalaron el oro.
A ese bronce sumó un sexto puesto en 50 metros lisos y el séptimo en lanzamiento de bola. Unos más que satisfactorios resultados, pues competió con chicos de hasta once años.
Las medallas no son una novedad en la vida de este luchador nato. Su afán de superación, desde que le transplantaran el corazón con sólo un año, ha hecho de este pequeño un amante de los deportes. Pocos se le resisten: natación, karate, fútbol y, sobre todo, el atletismo, su gran pasión.
La ventura australiana quedará siempre en su recuerdo. «Sin miedo» se montó por primera vez en avión para hacer el recorrido más largo del mundo. Una vez allí, Adrián, que era el único niño de la expedición española, tuvo el privilegio de ser el abanderado.
Pero no todo ha sido competir y entre prueba y prueba han podido conocer Australia, sobre todo su fauna. Adrián recuerda la visita a un zoológico y a un parque acuático donde disfrutó con los canguros, koalas y delfines. Sólo se encontró con el inconveniente de que todos los participantes hablaban inglés, «aunque el idioma, dice su madre, no es necesario, pues el hecho de haber pasado por lo misma experiencia hace que tengamos una forma diferente de ver la vida y seamos una familia muy unida».
Próximas citas
En la agenda de Adrián se acumulan los retos deportivos. En junio, participará en los IV Juegos Nacionales de Transplantados que se celebrarán en Aranda de Duero (Burgos) y en julio en los europeos en Irlanda. Algo más le queda para preparase para los próximos Mundiales en Gottenborg (Suecia) dentro dos años, donde espera volver a contar con apoyo de las empresas.
Mientras llegan las competiciones y tras el intenso verano, ha regresado a clase para cursar cuarto de Primaria. Los estudios, dice, «los llevo muy bien» y los compaginará con los entrenamientos, ya que según su madre « es muy disciplinado y le gusta aprender y superarse cada día».
Reunión con Revilla
Para poder acudir a estas citas deportivas, explica Odil, estamos creando una sociedad entre todos los deportistas con el fin de conseguir apoyo institucional. «Es una pena que seamos el país que más donaciones hacemos y el gobierno no se implique». «En nuestro caso, dice, nos han ayudado las empresas, pero ha habido compañeros que han tenido que pedir préstamos para poder competir».
Uno de los objetivos de la sociedad será traer los Mundiales a España. Odil, por su parte quieren mantener una reunión con el presidente, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano, para poder hablarles de su intención de traer a Cantabria los Juegos Nacionales, en concreto, al complejo de la Albericia. La madre de Adrián no quiere cesar en su empeño de promocionar estos eventos deportivos como una manera de «que la gente se mentalice que con un transplante no se acaba la vida».
El ejemplo de Adrián supone una inyección de moral para familias en situaciones similares. «Cuando hemos conocido a otros niños en hospitales los padres tienen tanto miedo de que les pase algo, que les tienen aislados». Pero Odil ha querido que su campeón sea como otro niño más. Por eso, anima a que otros niños transplantados hagan deporte para que así, en los próximos mundiales, Adrián comparta esta experiencia con más compañeros.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.