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Piqué corre junto a Ramos, Busquets, Iniesta y Carvajal en Las Rozas.
El líder dispuesto a la defensa
análisis

El líder dispuesto a la defensa

Piqué regresa, cinco meses después de anunciar su futura renuncia a la selección, a Asturias, donde vivió una mala experiencia

Rodrigo Errasti Mendiguren

Martes, 21 de marzo 2017, 01:42

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Gerard Piqué vuelve a la selección española, donde sólo Sergio Ramos, Andrés Iniesta, David Silva y Sergio Busquets llevan más partidos de entre los citados, más de cinco meses después de que en la ciudad albanesa de Shkoder un inocente corte de mangas de una camiseta provocase una tormenta sin precedentes que terminó con el anuncio de fecha tope a su vinculación con 'La Roja'. Saturado, cansado de vivir bajo la sospecha de no estar comprometido con la selección, dedicó tiempo a explicar una nueva polémica absurda sobre su españolía, resumida esta vez en la supuesta mutilación de una bandera rojigualda que no existía en la elástica blanca de aquella lluviosa noche. «Normalmente juego con camiseta de manga larga, Sergio (Ramos) también», decía, mientras una persona de la Federación mostraba una camiseta de su compañero Ramos, ese mismo que este lunes reconoció estar acostumbrado a mandarle «piedrecitas» aunque le arropa en el campo cuando actúa en su equipo. «Estas camisetas de manga larga no llevan ni lo rojo ni lo amarillo. Lo he cortado porque me quedaban las mangas cortas y me molestaban. Pero nada, otra polémica y aguantando», detalló, mientras a unos metros los trozos de las mangas recortadas de su elástica se mostraban en televisión, confirmando que no había bandera o ribete bicolor alguno.

Tras ese momento, algo surrealista, explicó que había decidido dejarlo después del Mundial de Rusia 2018 con 31 años. «Es muy cansina la situación, esto es una más de muchas. Parece que no soy bienvenido. Estoy un poco cansado, le he dado muchas vueltas y llevo mucho tiempo meditándolo. A mi tiempo aquí le queda poco. El Mundial de Rusia va a ser mi última competición. Quiero llegar hasta allí porque creo que con Julen empieza algo nuevo, quiero participar y no lo voy a dejar a la mitad. Rusia va ser mi última competición porque he perdido ya las ganas de competir por algo que mucha gente quiere que no lo haga. Si llegamos a Rusia y el míster decide convocarme voy a disfrutarlo muchísimo porque será otra oportunidad de conseguir otro Mundial. No es una decisión en caliente, está valorada ya, pero esto es la gota que colma el vaso. Hay gente que sí me lo ha reconocido, pero otros no quieren que esté aquí, que no les parece muy bien». Han pasado los meses, pero en la Federación siguen pensando que es casi imposible que haya marcha atrás pese a que sería el deseo de sus compañeros.

Defendiendo a los suyos

Y es que pese a duelos dialécticos públicos como los que ha cruzado con Ramos, Geri es considerado muy querido y admirado. Lo que nadie le puede negar a Piqué es que sale a defender a los suyos cuando siente que debe hacerlo. Igual que se ofreció a acompañar a David de Gea en la isla de Re para aclarar no tener ninguna relación con un informe policial que no ha tenido ningún recorrido judicial, el domingo salió a apoyar a su compañero de equipo André Gomes y no se mordió la lengua a la hora de comentar los pitidos cuando entró en el campo de parte de la afición al luso, que luego cerró el marcador al anotar el 4-2. «La gente que silba antes de que un jugador entre al campo se puede quedar en casa la próxima vez, es intolerable y no ayuda ni al equipo, ni al futbolista ni a nadie. Una cosa es que se recrimine una mala actuación a alguien, pero pitar sin que haya jugado todavía baja la moral a la persona y le hace perder confianza en sí mismo. Estoy muy molesto con quienes le han silbado esta noche», comentó muy serio.

Después, cuando llegó a casa (ya pasada la medianoche) no se pudo contener y dejó una muestra más de su marcada personalidad en las redes sociales. Sucedió al conocer que la Cadena Ser había hecho un concurso, al dar por hecho que el central del Barcelona iba a forzar la amarilla para no jugar frente al Granada, llamando a los oyentes a acertar el minuto en el que quedaría limpio de tarjetas para el tramo decisivo de la temporada (empezando por el Sevilla y siguiendo por el Clásico del día 23 en el Bernabéu). «Pocas veces he provocado una amarilla. Soy consciente de que ahora cada partido es una final y que tenemos que estar todos disponibles», respondió a la pregunta tras el partido ante los medios, cuando se le preguntó la razón por la cual no lo había hecho como Messi.

Sin temor a la prensa

Después, ya lejos del estadio, Piqué publicó un primer 'tweet' con el siguiente mensaje: «Qué sorteo más divertido! Felicidades por la creatividad! En breves momentos yo también voy a realizar un sorteo...». El siguiente mensaje del central catalán aclaraba sus intenciones con este texto «La SER me ha pedido hacer una entrevista durante el periodo de la Selección. Después de la brillante idea de su sorteo, qué debo responder?». Entre las opciones para votar, y poder ganar una «camiseta mía de la selección», estaba no hacer nunca una entrevista con ese medio, que fue la más elegida por sus seguidores.

El ganador del sorteo, entre los que acertaron la respuesta más votada, podrá llevarse una elástica de 'La Roja', esa que ha defendido en la absoluta ya 85 veces. «La 'Roja' es la 'rehostia' y juego con ella porque ahora mismo soy español. No tiene nada que ver estar a favor del referéndum con estar a favor de la independencia», recordó antes de la Eurocopa, en la que le pudimos ver jugar junto a su hijo Milan que llevaba una elástica de España.

Si finalmente decide terminar su carrera internacional tras el Mundial de Rusia 2018, al que irá «si nos clasificamos y el mister decide llevarme», estará cerca de poder llegar a las 100 internacionalidades si es capaz de disputar todos los que se jueguen hasta el Mundial de Rusia, amistosos incluidos, y la selección supera al menos la primera fase en dicho torneo. Para ello será importante ganar a Israel en Asturias, donde Piqué acude con buena cara pese a que tuvo que soportar ser pitado en el Carlos Tartiere, en un triunfo clave ante Eslovaquia en 2015, y después ser abucheado por algunos aficionados que se lo encontraron por la noche en Gijón tras el partido cuando tenía permiso para ello por parte del cuerpo técnico. Nada teme el líder que no se corta.

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