Borrar
Así recibieron los miembros de Santander Sí Puede a Tatiana Yáñez-Barnuevo.
Un pleno con dos rifirrafes, un abandono y muchas acusaciones

Un pleno con dos rifirrafes, un abandono y muchas acusaciones

Mazorra y Casares protagonizan sendos enfrentamientos con el alcalde y Mantecón se marcha del salón de sesiones

Violeta Santiago

Viernes, 15 de abril 2016, 12:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Ayuntamiento de Santander ha celebrado este viernes por la mañana un pleno extraordinario, corto pero intenso, porque dio tiempo a muchas acusaciones cruzadas y dos rifirrafes: uno entre el alcalde y el concejal socialista Pedro Casares y otro entre el alcalde y uno de los asistentes, el activista Roberto Mazorra, hasta ahora auxiliar de Antonio Mantecón. El ya concejal 'no adscrito' se convirtió en otro protagonista de la sesión al ausentarse para no tener que votar una propuesta del PP. Antes de marcharse, lanzó un breve y duro alegato contra su excompañera de partido (Ganemos) Tatiana Yáñez-Barnuevo, contra el propietario de esta marca (al que espera ver pronto en Alcalá Meco) y contra el equipo de gobierno popular, a cuyos integrantes dijo antes de abandonar la sesión: ustedes son cadáveres políticos y, si no es dentro de tres años será antes.

El pleno se había convocado para dar cuenta de la expulsión de Antonio Mantecón del partido con que concurrió a las elecciones, circunstancia que, según Íñigo de la Serna, le convierte en un tránsfuga ateniéndose a la definición que de tránsfuga hace la Real Academia Española de la Lengua (persona que con un cargo público no abandona éste al separarse del partido que lo presentó como candidato). También se oficializó su pase a la condición de edil 'no adscrito' y se informó de que la nueva portavoz de Ganemos es Tatiana Yáñez-Barnuevo, quien a su llegada al salón de sesiones fue increpada por miembros de Santander Sí Puede que le dijeron vaya ejemplo, qué poco has tardado y esta es la nueva política. Uno de ellos llevaba una cartulina en la que se leía un nuevo episodio de corrupción municipal: el Tatianazo.

Tras aprobarse un nuevo horario para los plenos, que pasarán a celebrarse otra vez por las mañanas gracias a los votos del PP, Ciudadanos y Ganemos (la portavoz se estrenó votando con el equipo de gobierno) y cuando se debatía la nueva participación del número de ediles en las comisiones, Íñigo de la Serna llamó al resto de la corporación a recuperar la normalidad en la institución y acusó muy directamente a Pedro Casares de estar instalado en la crispación. También le reprochó que, siendo representante de un gran partido como es el PSOE no hubiera deplorado en público la situación de violencia que se produjo el miércoles en la junta de portavoces, cuando Roberto Mazorra recriminó a Tatiana Yáñez-Barnuevo su presencia en ese foro.

Mazorra, desde las butacas del público, desmintió que en ese momento hubiera existido violencia. No mientas, que estás acostumbrado a mentir, le espetó al alcalde en varias ocasiones quien, a su vez, le mandó callar repetidamente, sin éxito, diciéndole que estaba vulnerando las reglas del juego democrático.

Unos segundos después fue Casares el que pidió, por alusiones, replicar a Íñigo de la Serna, que se negó también repetidas veces a que el socialista hiciera uso de la palabra porque no se va a abrir ahora otro debate. ¿No me deja hablar? le preguntó el edil del PSOE tras haber insistido tres o cuatro veces. Al final se le permitió y usó su intervención para pedir al alcalde que retirase el mensaje que había lanzado en el sentido de que el socialista no había expresado su repulsa por la situación vivida por la nueva portavoz de Ganemos hace dos días.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios