«Habría que juzgar a los que engañaron para iniciar la guerra de Irak»
Investiga la violación de los derechos humanos por parte de las empresas privadas de seguridad militar en los conflictos armados
MARTA SAN MIGUEL
Martes, 23 de febrero 2010, 09:26
Como funcionario de la ONU, José Luis Gómez del Prado coordinó el Grupo de expertos del Consejo de Seguridad de la ONU que investigó el genocidio de Ruanda. Pero cuando se jubiló, Naciones Unidas le llamó para formar parte del grupo de trabajo sobre la utilización de mercenarios y sobre el uso de empresas militares y de seguridad privada en los conflictos bélicos. Desde esa posición de «experto independiente», ahora puede opinar con libertad de los entresijos de la política exterior que lideran los cinco países permanentes en el Consejo de Seguridad. Ayer lo hizo para EL DIARIO MONTAÑÉS, momentos antes de impartir una conferencia en el Aula de Cooperación Internacional de la Universidad de Cantabria.
-Participa en una conferencia en la universidad, ¿qué cree que piensan de la ONU los que van a escucharle?
-La gente tiene una expectativa muy grande, cree que la ONU puede resolver todos los problemas. Hay que decirles lo que es verdaderamente: no puede ir más allá de la voluntad de los 192 gobiernos que forman parte de la organización. No obstante, hay algunos que tienen más poder. El Consejo de Seguridad es el que toma las decisiones vinculantes y está formado por cinco miembros permanentes, que son los que, hasta cierto punto, toman las decisiones y dirigen la política: EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China. Pero desde hace años hay un movimiento para democratizar ese sistema de la ONU, porque ya no funciona.
-¿Cree que se llegará a democratizar el Consejo de Seguridad? ¿En qué lugar está España?
-España no está en una posición para conseguir un puesto en el Consejo, por ahora. El Consejo tardará en democratizarse, tenemos que llegar a ello porque todos los estados emergentes como Brasil o la India están haciendo presión para tener un puesto, así como alguna potencia africana, y convertirse en miembros permanentes. Sólo ellos pueden vetar una decisión.
-¿La imagen de la ONU resultó dañada cuando EEUU inició la guerra de Irak, a pesar de los informes en contra de la ONU?
-Claro que resultó dañada. Esa es una de las razones por las que las decisiones no se deben tomar unilateralmente. Estados Unidos dijo que irían a la guerra con o sin la ONU, a pesar de que el secretario general Kofi Annan dijera que no era una guerra legítima. Luego, no le renovaron, ahí puede ver quién manda en la organización: el Consejo de Seguridad, y en concreto, los miembros permanentes. Sin duda la ONU sufrió por esto, y continúa sufriendo.
-¿Considera que habría que juzgar a los responsables que iniciaron la guerra de Irak?
-Claro que sí. Absolutamente. Habría que juzgar a los que engañaron porque fue muy grave. No obstante, si me hubiera preguntado esto hace 20 años, cuando era funcionario de la ONU, le habría contestado 'No comment', porque los funcionarios no pueden hablar en contra de los que mandan, es decir, de ningún gobierno. Pero yo ahora soy un experto independiente que trabaja para la ONU. Hay un sistema para contratar gente de fuera y que realice informes independientes y objetivos.
-Uno de esos informes suyos fue el que sacó a la luz la violación de los derechos humanos a manos de las empresas de seguridad en Irak, como la americana Blackwater...
-Cuando empezamos en 2006, 'Blackwater' todavía no estaba en la lista negra y la prensa aún no lo había identificado como violador de derechos humanos. Estas empresas no podían continuar así, dañando a las Naciones Unidas, a la labor humanitaria... ¡Se presentaban a sí mismas como reconstructoras de paz! Lo hacían con carteles publicitarios donde se les veía dando de comer a niños negros famélicos. Estamos sacando toda esta información a la luz para que los gobiernos tomen conciencia de que es un grave problema.
-¿Cómo trabajan esas empresas?
-En Irak, atravesaban una zona de insurgentes y disparaban a diestro y siniestra pillaran a quien pillaran para 'proteger'. Porque supuestamente lo que hacen es proteger edificios, convoyes, personas como diplomáticos o generales americanos... Protegen, pero rebasan todos los límites. No tienen ninguna jerarquía o disciplina, sólo rinden cuentas a los inversores de las empresas. Ni tan siquiera están bajo el mando militar americano, que no sabía lo que estaba ocurriendo en Irak. Ahora ya están más al tanto.
-EEUU ha pedido más tropas para Afganistán y España, que ya tiene un contingente de casi mil soldados, tiene previsto enviar 511 más... ¿Es esta la solución?
-La política de Obama es de retirarse de Afganistán pero no quieren hacerlo vencidos o sin haber logrado algo. Creo que la política desde el principio allí fue errónea. Lo que quieren hacer es construir un Estado, porque no había, pero ese país lleva en guerra desde la ocupación soviética hace 40 años. No hay instituciones, ni infraestructuras. Aparte de que no fue buena decisión ir a buscar allí a Bin Laden, en vez de empezar creando una policía, un ejército, una disciplina, e infraestructuras, lo que se hacen es entrar a barrer y ocupar el país. Piensan que van a acabar con todos los talibanes y empiezan a funcionar las empresas militares de seguridad privada como en Irak.
-¿Nota algún cambio en la política exterior de Estados Unidos?
-La administración Obama no es la misma que la de Bush, que pensaba que eran los únicos que podían ocupar el mundo y era la gran oportunidad de gobernar el mundo 'solitos'. Se han dado cuenta de que se han equivocado. Esa era la idea de los que estaban detrás de Bush y Cheney. Y detrás de ellos estaban todas las compañías privadas militares. En Irak había tantos empleados de compañías privadas como efectivos militares.
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