Reabierto el tráfico de la N-623 en Borleña tras retirar parte del argayo

El tráfico en la carretera N-623, que estaba cortada por un argayo a la altura de Borleña (Corvera de Toranzo), ha podido restablecerse a las 15.15 horas de hoy a través de un carril regulado por semáforos.

La carretera N-623 estaba cortada entre las localidades de Borleña y Alceda, del kilómetro 115 al 118, desde las doce del mediodía del pasado jueves.

La alcaldesa del municipio, Mónica Quevedo, ha explicado a Efe que dos camiones han estado trabajando "constantemente" desde el jueves y que técnicos y operarios de la Demarcación de Carreteras del Estado han estado en la zona para retirar entre 2.500 y 3.000 metros cúbicos de lodo, ramas y piedras (unos 200 camiones).

Quevedo ha indicado que se han instalado barreras de protección de hormigón para evitar que "siga cayendo" fango sobre la carretera y que se produzcan más desprendimientos de tierra, al tiempo que los operarios continúan trabajando para "liberar" el otro carril.

La regidora ha asegurado que, según los técnicos de la Demarcación de Carreteras, éste ha sido uno de los argayos "más grandes" que se han producido en Cantabria y ha recordado que se inició el pasado día 4 en la antigua carretera nacional, situada por encima de la N-623.

Mónica Quevedo ha expresado el agradecimiento del Ayuntamiento de Corvera de Toranzo a la Demarcación de Carreteras del Estado por la "agilidad" con la que está trabajando y la información que "en todo momento" les facilita.

También ha agradecido a la empresa Movistar que el mismo día en el que se produjo el argayo, "y en menos de doce horas", restauró las líneas de telefonía móvil y fija, ya que el desprendimiento de tierra arrastró lodo sobre los cables telefónicos, lo que provocó que parte de la comarca se quedara sin cobertura.

Además, ha reconocido la labor desarrollada por el espeleólogo Diego González, que ha colaborado con la compañía telefónica para restaurar las líneas de comunicación.