Pollo con salsa de café, porque también con este grano se puede cocinar
Contenido patrocinado por Café Dromedario ·
Una receta que muestra un equilibro entre amargor, dulzor y acidez
La combinación de café y panela en una salsa para pollo puede parecer, a primera vista, un experimento atrevido. Sin embargo, detrás de esta receta hay fundamentos culinarios sólidos: el equilibrio entre amargor, dulzor y acidez es una técnica conocida en cocinas de distintas tradiciones. Esta preparación demuestra cómo dos ingredientes profundamente vinculados a América Latina –el café y la panela– pueden tener un papel protagónico más allá del desayuno o las bebidas tradicionales.
Esta receta no responde a modas ni a exotismos forzados: es un ejercicio de técnica, balance y sentido del gusto. Este maridaje lo que logra es un sabor con contrastes pero a la vez equilibrado, pero aun sorprende más la facilidad con la que se logra una comida perfecta para una reunión familiar.
Ingredientes
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Muslos o contramuslos de pollo.
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Panela rallada.
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Vinagre de manzana.
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Cebolla morada.
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Ajo.
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Sal.
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Comino.
Elaboración
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1
El proceso comienza dorando el pollo en una sartén caliente, sin moverlo en exceso, para obtener una base de sabor.
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2
Se prepara una reducción con café filtrado de buena calidad, panela rallada, vinagre de manzana, cebolla morada, ajo, sal y un toque de comino.
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3
La mezcla se cocina a fuego medio hasta que adquiere una textura densa y brillante. Luego, se reincorpora el pollo y se deja cocinar a fuego bajo hasta que esté completamente tierno.
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4
El resultado es un plato de matices complejos: la intensidad del café se suaviza con la dulzura de la panela, mientras que los elementos ácidos y especiados aportan profundidad. No es un plato tradicional, pero tampoco busca serlo. Es una propuesta que parte de ingredientes conocidos y los traslada a un contexto distinto, manteniendo el respeto por sus características originales.
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5
Se recomienda acompañarlo con arroz blanco o puré de patatas, para que la salsa conserve protagonismo.
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