«Hemos abierto para probar, pero está siendo un desastre»

Después de varios meses con sus negocios cerrados, asumiendo una serie de gastos que rondan «los 6.000 euros mensuales» y a la espera de recibir unas ayudas «que no terminan de llegar», los hosteleros del ocio nocturno decidieron abrir sus locales este pasado viernes -alguno incluso aprovechó la noche del jueves- a modo de prueba. Pero el 'experimento' no ha podido salir peor. Aunque no es nada nuevo para ellos, puesto que llevan toda la semana advirtiendo que para que sus negocios sean rentables es necesario contar con su horario habitual (hasta las seis de la mañana). «Abriendo así todo son pérdidas. Y eso que anoche (por el viernes) llovió y al final favorece que la gente entre a los locales», lamentaba ayer Del Amo.

Además de la Sala Sümmum, este empresario regenta el 'Queen' y el 'Rocambole', donde cuenta con una terraza que le permite abrir a partir de las ocho de la tarde. Pero ni con esas. «Hasta que no nos dejen trabajar con el horario de nuestra licencia o la ordenanza municipal (de Santander) que establece que tiene que transcurrir una hora y media entre las licencias de bares, pubs y discotecas, vamos a seguir teniendo pérdidas».

Sobre esta última opción, Del Amo recordó las manifestaciones realizadas el pasado jueves por el delegado de la Asociación de la Policía Local y Bomberos de Cantabria en Santander, Luis Carlos Martínez, quien aseguró que el sistema de seguridad, como está planteado, «no funciona», y abogó por una «salida escalonada», como sucedía con el horario de licencia, en el que los bares cierran a las 03.00, los pubs a las 04.00 y las discotecas a las 06.00. «Espero que Sanidad recapacite y levante las restricciones como están haciendo en otras comunidades donde incluso han recuperado las pistas de baile», añade Del Amo.

Otro de los representantes del ocio nocturno de la región, Ángel Suárez, suscribía ayer esta reflexión, al tiempo que aseguraba que, tras el cambio de nivel en la región, «hay que esperar a que la gente se informe y se adapte a las nuevas circunstancias». «El jueves abrió alguna discoteca y le fue muy mal, a la gente le cuesta adaptarse. Pero al final el problema es que tener el mismo horario que los bares provoca que mucha gente prefiera ir a estos últimos». Suárez cree que es cuestión de tiempo que tanto en Cantabria, como en el resto de España, se vaya recuperando la normalidad de la prepandemia «como está ocurriendo en otros países del resto de Europa».

Ramón Gómez, gerente de la Discoteca New Times de Torrelavega, también abrió el pasado viernes las puertas de su local, pero el resultado fue idéntico al del resto de compañeros del gremio. «Un fracaso total, catastrófico. Hubo un momento en el que pensé irme a casa antes de la hora de cierre».

Este hostelero aseguraba ayer que, con la poca caja que hizo durante la noche, «apenas me dio para pagar al camarero que tuve que sacar del ERTE». «Abrir en estas condiciones no es la solución», concluye.