El acusado de tocar las nalgas a una menor dice que ella le denunció porque le debe 800 euros al padre de una amiga

El acusado de un delito de abuso sexual por tocar las nalgas a una menor en un parque, para el que la Fiscalía solicita una condena de dos años y medio de cárcel, ha negado este lunes los hechos y ha afirmado que le han denunciado porque debe «800 euros de marihuana» al padre de una amiga de la niña.

«Lo único que quiero es que se haga justicia. Que lo piense bien la niña, que diga la verdad», ha asegurado el hombre en el juicio que este lunes ha quedado visto para sentencia en la Audiencia de Cantabria.

Según el escrito de calificación provisional del Ministerio Fiscal, el acusado, en agosto de 2016, se acercó por la espalda a la menor, que en esos momentos tenía 15 años, cuando estaba con sus amigas en un parque y «con ánimo de satisfacer sus deseos lúbricos, le tocó las nalgas».

La fiscal considera que estos hechos constituyen un delito de abuso sexual, por el que, además de la pena de prisión, solicita una medida de alejamiento de cuatro años y otra de libertad vigilada durante dos años tras su salida de prisión. Asimismo, pide que el encausado pague una indemnización de 2.000 euros a la menor en concepto de responsabilidad civil.

Durante la vista celebrada hoy, el hombre ha señalado que conocía a la menor «de verla por ahí» y porque una de sus amigas es hija de un amigo suyo, con el que ya no tiene relación. El acusado ha apuntado que ambos tienen una orden de alejamiento mutua por un delito de lesiones, además de otra causa penal abierta, y ha comentado también que le debe «800 euros de marihuana», por lo que, en su opinión, la acusación de haber abusado sexualmente de la menor «puede venir por ahí».

En ese sentido, ha afirmado que cuando le preguntó a otro de sus amigos, que ha acudido como testigo de la Fiscalía, si iban a «meter a la cárcel a un inocente» éste le contestó que pagase «lo que debía».

Además, ha negado haber insinuado a cualquiera de sus amigos que la menor de la que presuntamente abusó le resultase atractiva. «No es mi forma de hablar, ese vocabulario no es mío», ha insistido cuando la fiscal y el letrado de la acusación han leído alguna de las expresiones que se le atribuyen.

El hombre ha admitido que «lo más seguro» es que pasase cerca del grupo de niñas en el parque al pasear a sus perros, pero ha negado la posibilidad de haber tocado a la menor de forma accidental.

«No lo creo, sinceramente. Me agarró el culo», ha subrayado la menor al ser preguntada sobre si el presunto abuso podía haberse tratado de un golpe accidental.

En su declaración, por videoconferencia, ha asegurado que, antes de ese día, el acusado les seguía a ella y a una de sus amigas, les intentaba hacer fotos y les mandaba besos y hacía gestos con las manos. También ha explicado que, pese a que el miedo ya lo tenía «de antes», cuando realmente se asustó fue cuando el padre de su amiga le contó alguno de los comentarios que el acusado presuntamente hizo sobre ella.

Su amiga, además de coincidir con esta versión de lo sucedido, ha asegurado que vio «el movimiento del brazo» que el hombre tuvo que hacer para tocarle las nalgas a la menor, que en ese momento estaba enfrente suyo, y ha precisado que lo que más le «llamó la atención» fue la reacción de ella, que «saltó para arriba».

Ha señalado además que, después de la denuncia, el hombre la ha insultado por la calle y la ha llamado «todo lo que te puedas imaginar».

Por su parte, la abuela de la menor ha afirmado que, meses antes de que presuntamente tuviesen lugar los hechos, la «veía extraña», ya que si volvía sola a casa le pedía que se mantuviese al teléfono hasta que llegar a su puerta y que le abriese desde dentro «para no entretenerse» sacando las llaves.

El Ministerio Fiscal ha mantenido su petición de pena inicial, al igual que la acusación particular, que solicita una condena de tres años de prisión, y la defensa, que pide la absolución del acusado.

La fiscal ha destacado que aunque «el acto de tocarle el culo» a la menor «puede resultar no relevante», va acompañado de otros, así como que la menor «ha sido clara» al exponer su versión, que ha mantenido desde el principio.

También el abogado de la acusación particular ha subrayado que, pese a que se juzgue «un incidente aislado», es necesario «ponerlo en contexto», y ha opinado que no tiene sentido «intentar justificar» que la denuncia «es fruto de una mala relación».

La defensa ha considerado a «os mayores» como los impulsores del proceso judicial y ha subrayado que dos de las niñas que también estaban presentes ese día hayan testificado que no vieron nada o que no se acuerdan.