«Cuando tengo la cabeza metida en una aventura cambio el chip»

-Cuénteme otra vez ese naufragio frente a la costa de Túnez.

-Fue durante una aventura en solitario, navegando en trimarán de Algeciras a Estambul, sin asistencia: me encontré un tremendo temporal de mistral. Ese proyecto fue un viaje interior; dos meses y medio solo en el mar, vulnerable, frágil. Fue una experiencia que me llenó a nivel emocional, muy intensa. Todo eso quedó recogido en 'Aislado', un libro que vuelve a salir -la tercera edición- el 13 de septiembre con Harper Collins -antes era autoedición-.

-Supongo que ese no habrá sido su único apuro...

-Hace unos meses hice el primer descenso del Duero en paddle surf. Extraordinario, y eso que yo soy más de mar. Comencé navegando en Picos de Urbión, en Soria, en febrero, con frío, durmiendo en la ribera del río... Es sorprendente la fauna, ir descubriendo todo el cauce, los rápidos, la forma de ser del río, los pueblos del camino, y la experiencia de estar solo en un mundo de naturaleza salvaje. Tuve sustos en los rápidos, me caí, golpes, complicaciones... pero llevaba casco y chaleco salvavidas. Muy intenso.

-Leí que en su aventura por el Mediterráneo sólo llevaba metida en el móvil 'O me quieres o me dejas', de Julio Iglesias. ¡Tres mil kilómetros oyendo esa canción!

-También tenía la banda sonora de 'Le llaman Bodhi'. Lo que pasó es que tenía un IPhone y no era capaz de sincronizar el móvil y el ordenador: metía canciones, me desaparecían... Casi tres mil kilómetros.

-¿Qué será lo próximo?

-Queremos hacer un documental en otro río, y la idea es bajar alguno, documentando bien la bajada, con imágenes de calidad, enseñando lo que es el río. Porque muchas veces son muy desconocidos, sobre todo cuando se internan en zonas de vegetación densa. Ahora estamos pensando en qué río.

-¿Qué es lo más difícil a la hora de poner en marcha un proyecto así? ¿Conseguir dinero?

-También se pueden poner en marcha proyectos sin pasta; yo los he hecho con presupuesto cero, con ilusión y con ganas. Lo más difícil a veces es buscar el tiempo en la agenda de un tipo como yo, trabajando en televisión, en eventos, con conferencias... Hay que buscar el momento -si vas a navegar, ver el clima, si está permitido...-. Eso sí, cuando empiezo y tengo la cabeza metida en esa aventura, cambio el chip. Lo del día a día lo sientes lejano, y por eso conectas bien contigo mismo; te ausentas de lo habitual. Estás como un niño jugando libremente, sintiendo, disfrutando la naturaleza y olvidándote de la factura del gas.

-Porque también trabaja...

-Presento todos los domingos 'Aquí la Tierra' -La 1, a las 20.30-; luego, imparto conferencias de motivación, de pasión por el proyecto personal. Y a partir del 13 de septiembre empezaré con la promoción del libro. Mola lo del libro, porque ahora se va a poder encontrar en cualquier librería de España.

-¿Cómo es la vida del presentador de televisión? Como siempre salen tan sonrientes parece que no tengan problemas.

-Yo tengo la suerte de estar en un programa bien situado, sólido, que tiene un equipo fantástico de producción y en Televisión Española. Estoy en una posición privilegiada por estar en un proyecto que funciona muy bien, que tiene recorrido, fuerza, músculo; es un programa familiar, querido y con un público fiel. Cuando no estás en esta situación la televisión es un mundo de mucha incertidumbre. No sabes si va a salir algo, y si sale, no sabes si te va a encajar. La crisis ha hecho mucho daño: no había muchos proyectos, y entonces igual había que cogerlos sin poder elegir. La situación ahora ha mejorado, pero el panorama no ha cambiado tanto. Es un mundo cerradito.

-¿Qué es lo que hace detrás de las cámaras y no vemos?

-Hay que ir a la televisión antes, para estar con el equipo de redacción. Me veo todos los vídeos que se van a emitir en el programa para ver el contenido y cómo retomar el directo. Tenemos una reunión para ver cómo vamos a hacer las cosas en plató, cómo me voy a mover, cómo damos paso a los reportajes, qué contenidos tienen los reportajes; vemos también lo que nos manda la gente, de centros territoriales, de agencias de otros países... Cuando lo tengo muy claro, retoco las entradillas. Después es hora de maquillarse, de vestuarios... Estamos en el plató y repasamos cómo nos vamos a mover, las entradillas y cada paso a reportaje. Y, al final, en directo. El programa empieza a las ocho y media y yo estoy allí a la una.