Cantabria abre este mes la vacuna contra el herpes zóster para las personas de 65 años
Es la primera vez que Sanidad extiende la protección a población general, pero por ahora limitada a esta cohorte de edad dado su elevado coste: más de 240 euros
Cantabria abrirá este mes la vacunación contra el herpes zóster, el virus causante de la varicela con capacidad para estar latente de por vida ... o rebrotar aprovechando la debilidad del sistema inmunitario, ya sea por enfermedad o incluso por situaciones de estrés. Una reactivación que empieza con una erupción cutánea alrededor del nervio en el que se aloja -brota como la rama de un árbol hacia la superficie del cuerpo-, con ampollas que pican y escuecen cuando se rompen y se hacen costra. Pero el gran riesgo es que, una vez superada la fase aguda de la infección, que puede durar en torno a una semana, la reaparición de este virus no sólo puede dejar como secuela un dolor que puede prolongarse en el tiempo y llegar a ser incapacitante (la llamada neuralgia posherpética), sino que, además, aumenta de forma significativa (hasta un 30%) el riesgo de sufrir un ictus.
Siguiendo la estrategia marcado por el Ministerio de Sanidad, la Dirección General de Salud Pública de Cantabria extiende por primera vez esta protección a la población general -hasta ahora esta nueva vacuna únicamente se ha ido administrando a pacientes de riesgo (trasplantados, oncológicos, en tratamiento por VIH...)-, aunque por el momento quedará limitada a las personas que cumplan los 65 años a lo largo de 2023 (los nacidos en 1958). La razón de que esté acotado el acceso: su alto coste.
La vacuna, que será administrada en dos dosis espaciadas seis meses y que se comercializa con el nombre de Shingrix, cuesta más de 240 euros por persona. Sanidad ha gestionado la compra de 14.000 dosis (1,7 millones de euros fue el presupuesto base de licitación), que serán las que «se empezarán a distribuir a mediados de marzo en los centros de salud de la región». De hecho, hay comunidades autónomas que aún no han dado el paso de introducirla en el calendario oficial por falta de presupuesto. «Es cierto que es una vacuna muy cara, pero es coste-efectiva (su eficacia es del 90%)», dice Reinhard Wallmann, director general de Salud Pública.
«Merece la pena el esfuerzo porque existe una incidencia muy elevada en mayores de 80 años, hablamos de que aparece un episodio de herpes zóster prácticamente en la mitad de esta población, con lo que ello implica. Además de que las lesiones son muy molestas, una vez superadas, las propias complicaciones del virus pueden afectar a la calidad de vida, a la movilidad, al sueño... y si ocurre la infección durante el ingreso hospitalario, que es frecuente, prolonga las estancias, con el coste sanitario que ello genera».
Sanidad contactará por medio de cartas con los primeros destinatarios de la vacuna, los nacidos en 1958
A todo eso se añade, que ya «hay estudios que confirman que el herpes zóster aumenta las probabilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares a los seis meses siguientes a la infección en la población mayor de 40 años». Razones que enumera el director de Salud Pública para animar a los candidatos a vacunarse, dado que es una protección que basta con ponerse una vez, con la garantía de que logra «estimular el sistema inmune para evitar la reactivación del virus acantonado en los ganglios dorsales», es decir, para generar la inmunidad que le falta y frenar su reaparición.
Una diana de 9.000 personas
Con el pedido realizado, la Consejería aspira a vacunar al grueso de los cántabros de 65 años (en total, representan unas 9.000 personas), a quienes avisará mediante cartas a domicilio de que son los primeros candidatos a protegerse del herpes zóster. Si no hay respuesta, no se descarta dar una segunda oportunidad a través de llamadas telefónicas -esta puede ser otra de las futuras funciones del robot Jano, creado para los avisos de la vacunación anticovid-. Y, en función de la participación, se valorará ampliar las llamadas a los cántabros de otras edades. En este sentido, hay distintas estrategias sobre la mesa, bien seguir las franjas siguientes (los nacidos en 1957) o dar prioridad a los mayores de 80 años e invertir el orden.
A mediados de este mes se empezarán a repartir por los centros de salud las 14.000 dosis compradas
«Es una vacuna segura, que se tolera bastante bien», apunta Wallmann. En los ensayos clínicos, la mayoría de los efectos adversos fueron leves a moderados y limitados en el tiempo, como enrojecimiento en la zona de la inyección, malestar general, cansancio o dolor muscular.
En la actualidad, la incidencia del herpes zóster en Europa oscila entre 2 y 4,8 casos al año por cada 1.000 personas, pero a partir de los 50 años las probabilidades de que el virus se reactive se multiplican (se eleva esa tasa a 7-8 por cada 1.000). Unas cifras que en España se traducen en unos 250.000 casos de herpes zóster diagnosticados al año.
La culebrilla: erupción en la piel, picor y dolor
Todo aquel que ha pasado la varicela es susceptible de enfrentarse a un herpes zóster, que es la reactivación del contagioso virus que en la infancia brota por todo el cuerpo en forma de ampollas y que puede reactivarse cuando las defensas del organismo fallan. Se calcula que el 30% de las personas que ha sufrido esta enfermedad tendrá un zóster de adulto. El síntoma más habitual es un sarpullido rojo en el torso –de ahí el nombre de culebrilla–, pero también puede aparecer alrededor de un ojo, en el cuello o en la cara. El dolor que provoca puede prologarse durante meses e incluso años.
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