«El caos siempre anuncia su llegada»
«Hemos trabajado muchas horas para poder dar una respuesta adecuada a cualquier emergencia y, llegado el día, lo hemos conseguido», explica Luis Sañudo Alonso de Celis, director General de Protección Civil en Cantabria
Nacho González Ucelay
Lunes, 25 de febrero 2019, 18:39
La última ofensiva de la naturaleza contra la región, en un mes severamente castigada por las nevadas, por las inundaciones y por los incendios forestales, ... ha servido para poner a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencias de Cantabria en paisajes tiranizados por el caos, donde un ejército de profesionales ha tenido que abrirse camino entre las nieves, los lodos y las llamas para replantar la bandera del orden allí, en el desorden.
Único superviviente del Gobierno de Diego, que no pudo resistirse a su deslumbrante hoja de servicios, y pieza sin recambio en el de Revilla, que hizo anteponer su experiencia a cualquier tonalidad política, Virgilio Luis Sañudo Alonso de Celis (Treceño, 1947) ejerce de cerebro dentro del cuerpo tras el que el ciudadano se parapeta ante el desastre: Protección Civil.
-Las inundaciones y los incendios han servido para medir la alzada de nuestros servicios de emergencias en situaciones catastróficas. ¿Está satisfecho?
-Muy satisfecho. Hemos trabajado mucho para, llegado el día, poder dar una respuesta adecuada a cualquier emergencia que surja y pienso que lo hemos conseguido. Creo que, con el paso del tiempo, hemos ido mejorando muchísimo en cuestiones de protección civil. Con esto no quiero decir que cuando yo llegué a esta dirección el servicio no fuera el más apropiado. Lo que quiero decir es que entonces había una serie de procedimientos que nosotros hemos ido cambiando para ajustarlos a los recursos de los que disponemos.
-¿Qué procedimientos?
-Antes, todo era Protección Civil. Detrás de eso no había nada más. Ahora, en cambio, esto ya no es así porque nosotros hemos entendido que ese concepto, protección civil, interesa no sólo a uno sino a diferentes actores que intervienen en una emergencia según las necesidades del momento.
«He recibido llamadas de Madrid, de Murciay de otros muchos sitios ofreciéndonos su ayuda»
-Entiendo.
-Personal propio de las consejerías, servicios sanitarios, bomberos, Guardia Civil, el mismo Ejército... Son recursos que no podemos desperdiciar cuando sobrevienen momentos de una gran dificultad porque, a veces, es la suma de todos la que hace realmente posible que se pueda resolver una crisis de cualquier naturaleza.
-¿Cuáles son los propios?
-En la Dirección General trabaja un equipo integrado por diez personas que planifica las intervenciones. Además, nuestro departamento dispone de seis parques de bomberos con 120 hombres y mujeres que están en constante estado de alerta y de un servicio aéreo con una acreditada experiencia.
«Hay 600 voluntarios cuyo trabajo no puede verse empañado por un garbanzo negro»
-Todos en constante formación.
-Sí. Todos en constante formación a través de un plan que actualizamos anualmente y en el que participan rescatadores, voluntarios y personal del área administrativa. Este año, por ejemplo, tenemos previsto organizar cursos de formación con un total de 749 horas lectivas en los que van a participar exactamente 1.040 personas.
-¿Cree que trabaja con los medios suficientes?
-Esa es una muy buena pregunta que no sé si voy a saber contestar. A ver.Si usted me pregunta si trabajamos con los medios suficientes le tengo que contestar que trabajamos con los medios que podemos adquirir con el dinero que nos da el Gobierno de Cantabria.
-Ya, pero ¿son suficientes o no?
-Podría decir que necesitamos más, pero me parecería injusto.
-¿Por qué?
-Porque el Gobierno de Cantabria tiene otras necesidades que atender. Los cántabros reclaman mejoras en las infraestructuras, en la sanidad, en la educación... También quieren una buena protección civil, claro. Pero el dinero es el que es y se reparte como buenamente se puede. Yo tengo la responsabilidad de emplear bien el dinero que me da a mí. Y si lo que me da no es suficiente, pues tengo que estudiar la manera de conseguir más medios.
«Resulta muy duro decirle a un alcalde que tenemos que evacuarle el pueblo»
-¿Y dónde los consigue?
-Participamos en un convenio con diversas comunidades autónomas en el que, de algún modo, se aplica el concepto de la solidaridad.
-¿Y eso funciona?
-El otro día nos llamaron de la Comunidad de Madrid ofreciéndonos medios para combatir los incendios. Y también nos llamaron de Murcia. Y con las inundaciones pasó igual. Todo eso sin olvidarnos de la UME, que es una herramienta muy importante que podemos utilizar en cualquier momento.
-¿Cantabria está preparada para enfrentarse a una catástrofe?
-Sólo con sus propios medios, no. Pero ni Cantabria ni ninguna comunidad autónoma que la sufriera. Frente a una catástrofe son necesarios recursos que no tenemos, pero de los que, como ya le dije antes, podemos disponer.
-Llamando a la solidaridad.
-Que es, dicho sea de paso, una de las cosas buenas que tiene la protección civil española.
-¿Lo cree así?
Absolutamente. Aquí, en España, en cuanto se produce una tragedia, los ciudadanos se lanzan a ayudar. Y, para mí, el que no hace eso es un mal ciudadano.
-Los expertos coinciden en que la limpieza adecuada de los cauces contribuiría a minimizar las consecuencias derivadas de las crecidas de los ríos.
-Ajá.
-Y también coinciden en que el mejor seguimiento de la evolución de los argayos ayudaría a evitar desprendimientos.
-Sí.
-¿Usted no deduce de eso que las administraciones son corresponsables de los daños que la Naturaleza está provocando?
-Yo no debo opinar sobre eso.
-Como prefiera.
-Es que no debo.
-El desbordamiento de un río es un fenómeno natural.
-Sí.
-Un incendio ya no.
-No. Desde luego que no. Comparto la idea de que los incendios de los últimos días han sido provocados, aunque en este punto yo distinguiría entre quienes obran así por desconocimiento, por negligencia o por pura maldad.
-¿Dónde encuadraría al jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Ramales?
-Pues...
-...La Guardia Civil le acusa de haber incendiado un bosque.
-Lo sé. Y sé que le está investigando. Pero sería una osadía por mi parte emitir un juicio sobre una persona que aún está siendo investigada. Lo único que le puedo decir es que la protección civil es una responsabilidad propia de los ayuntamientos y que el de Ramales de la Victoria ya le ha apartado de ese servicio. Y si se demuestra que es culpable, máxima dureza.
-¿Le preocupa que, aún asilado, este hecho embarre el nombre de Protección Civil?
-La Dirección General de Protección Civil tiene seiscientos voluntarios adscritos a 50 agrupaciones, personas extraordinarias a las que yo tengo en una alta consideración, cuyo trabajo no puede verse empañado por lo que haya hecho una. Un garbanzo negro no debería dañar a todo el cesto.
-Oiga, director. ¿Cómo se presenta uno ante el caos?
-Bueno. Salvo raras excepciones, el caos siempre anuncia su llegada. Así sucedió con las inundaciones. Las riadas se produjeron el día 24 y nosotros aplicamos la fase de preemergencia tres días antes, el 21. A lo largo de esas 72 horas previas estuvimos realizando un seguimiento exhaustivo sobre el estado de los ríos y emitiendo boletines internos cada ocho horas.
-De modo que cuando se produjeron las inundaciones...
-...Sabíamos lo que estaba pasando y lo que podía pasar.
-¿Qué se prioriza?
-Por encima de cualquier cosa, la seguridad de las personas en peligro. Luego, la protección de sus bienes. Después, se actúa según las necesidades que surjan.
-¿Cómo se sustraen al sufrimiento ajeno que provoca un desastre de esta naturaleza?
-No nos sustraemos totalmente. Intentamos mantener la serenidad para rescatar a una persona del caos, pero no nos sustraemos a su dolor. Nos resulta muy duro verla sufrir, como nos resulta muy duro decirle a un alcalde que tenemos que evacuar a todo el pueblo, con lo que eso significa para los vecinos.
-¿Cuál diría que ha sido el mayor logro de Protección Civil?
-Habernos sabido adaptar a las nuevas leyes sobre la protección civil y haber sabido organizar un sistema que dirigimos nosotros pero en el que participamos todos.
-¿Y el mayor fracaso?
-Hemos tenido malos momentos, y en el servicio que prestamos las cosas podrán salirnos mejor o peor, pero la palabra fracaso no cabe en esta Dirección General.
Un militar al servicio del orden civil
Nombrado director general de Protección Civil en el año 2013, Luis Sañudo Alonso de Celis, que en abril cumplirá 72 años, fue reclutado por Ignacio Diego para el ejercicio de un cargo que, por su brillante carrera militar, parece hecho a su medida.
Nacido en Treceño (Valdáliga), aunque criado en Santander, Sañudo ingresó en 1966 en la Academia Militar de Zaragoza, donde se graduó en 1970 como teniente del arma de Infantería. Estuvo destinado en la Brigada Paracaidista Almogávares XI –con la que realizó más de 600 saltos–, en la Fuerza de Acción Rápida y en las Fuerzas Ligeras, desde las que se catapultó a la jefatura de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra.
Segundo Jefe de la Brigada Española en la misión de paz en Bosnia y Herzegovina (1996) y asesor del general de ejército Jefe del Estado Mayor (2011), Sañudo colgó de su guerrera la Gran Cruz al Mérito Militar, la Gran Cruz al Mérito Naval y la Gran Cruz de San Hermenegildo, además de ocho cruces al mérito, la Medalla Conmemorativa Francesa, la Orden del Mérito Nacional Francés y la Medalla OTAN Antigua Yugoslavia.
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