CCOO denuncia las condiciones de los trabajadores en los Centros de Menores Extranjeros
Solicitan que se formalice un protocolo de actuación para paliar los cinco grandes problemas identificados
La Federación de Enseñanza de CCOO en Cantabria ha denunciado «la indefensión, la desprotección y el abandono» de los trabajadores y trabajadoras que desarrollan su labor en los siete centros de Menores Extranjeros No Acompañados (Menas) que en la actualidad hay en Cantabria.
La sobreocupación de los centros, el «deficiente» sistema de identificación de la edad de los usuarios, «la violencia verbal y física que padecen los empleados», la falta de profesionalización del sector o las «pésimas condiciones» laborales son los cinco problemas fundamentales que, a juicio del sindicato, tiene un sector «olvidado» donde hay falta de recursos y de interés por parte de las partes implicadas.
Para CCOO, a pesar de que la Administración sigue abriendo centros nuevos en la región (los dos últimos a finales de 2018), la demanda supera a la oferta y, «en muchas ocasiones -dicen- se produce sobreocupación en las plazas concertadas, llegando a darse situaciones de hacinamiento de menores». «Es necesario ampliar los recursos existentes para dar cobertura a la demanda actual de los usuarios, y garantizar así las medidas necesarias de atención al usuario, salud, higiene, etc.», ha indicado Jerónimo Cagigas, delegado de CCOO en la Fundación Diagrama, empresa encargada de gestionar estos centros.
Por otra parte, el «deficitario sistema de identificación» de la edad de los usuarios provoca que, en estos centros convivan usuarios de muy diversas edades «creando un prejuicio evidente para los mismos». Al respecto, Cagigas ha señalado que «sospechamos que algunos de los usuarios no representan su edad real, así que no es raro que se den situaciones de ingreso y convivencia de menores y mayores en los centros. Habría que utilizar un método más preciso y concreto para derivar a los usuarios a los lugares que mejor se ajusten a sus necesidades».
La situación anímica, psicológica, terapéutica médica de un alto porcentaje de estos menores «es preocupante y compleja», dando lugar su tratamiento inadecuado a situaciones de violencia verbal y «en ocasiones física», las cuales son otros de los problemas a los que día a día se somete a los trabajadores y trabajadoras de estos centros, que desarrollan sus funciones «en un ambiente hostil» donde no hay seguridad y «ante la impunidad de los usuarios, que acaban recibiendo el mensaje erróneo de que todo vale».
Para combatir estas situaciones, CCOO apuesta por dotar de seguridad a los centros más conflictivos así como reducir el número de plazas por centro y «hacerlos más pequeños». Además, insta a los responsables a «formalizar» un protocolo de actuación para identificar, comunicar y tratar de forma adecuada las incidencias para que no acaben transformándose en situaciones habituales y normales.
«La ausencia de dichas medidas de seguridad da lugar, a día de hoy, a situaciones de agresiones físicas y verbales a los trabajadores cuya respuesta es totalmente deficitaria o directamente inexistente por parte de la entidades gestoras«.
La falta de experiencia o formación adecuada al puesto es otro de los graves problemas al que se enfrentan los y las trabajadoras de este sector pues «rara es la persona que aguanta en estos centros más de uno o dos años, por lo que al final acaban trabajando aquí personas que no se han formado en educación social», ha añadido Cagigas.
Por último, desde CCOO se reivindica una mejora de las condiciones laborales del personal, «al ser evidente que no son las más óptimas para conseguir regularizar unos centros marcados por el continuo trasiego de sus trabajadores».
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