Herido grave el conductor de un turismo arrollado por un tren en Entrambasaguas

Un automovilista resultó herido grave este martes a consecuencia de un accidente registrado en Entrambasaguas, donde el vehículo que conducía fue arrollado por un tren de Cercanías que cubría el trayecto entre Bilbao y Santander con una veintena de pasajeros a bordo. «Íbamos a muy poca velocidad», subrayaron repuestos del susto. Eso explica que salieran ilesos, y más preocupados por el estado del conductor, que tuvo que ser excarcelado por los bomberos y evacuado a Valdecilla en una ambulancia del 061.

El accidente se produjo en torno a las cuatro y cuarto de la tarde, cuando el conductor del turismo, un Citroën modelo C4, intentaba acceder a la empresa de transportes Óscar Cruz salvando el paso a nivel de Collantes, ubicado en Entrambasaguas, momento en el que fue arrollado por el tren, un convoy de tres unidades que cubría el servicio entre Bilbao y Santander y en el que viajaban dos maquinistas y veinte pasajeros.

Producto del impacto resultó herido de gravedad el conductor y único ocupante del turismo, al que el tren arrastró más de cincuenta metros por la vía antes de tumbarle a la cuneta izquierda. Inmovilizado en su habitáculo –hecho un amasijo de hierros–, y extraído con ayuda de un equipo de bomberos de Santander, el herido fue atendido allí mismo y, luego, ya una vez estabilizado, trasladado en una ambulancia hasta Valdecilla.

Algo asustados, aunque ilesos, y arropados por la Guardia Civil, que movilizó más de una docena de efectivos para auxiliarles, los veinte pasajeros del tren permanecieron en el lugar del suceso por espacio de casi una hora, cuando arrancó el autobús que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, envió para que continuaran su viaje por carretera hasta sus destinos, Santander y su periferia el de la inmensa mayoría.

Por ejemplo el de Gabriela, una joven embarazada que había subido al tren en Beranga con la idea de ir «a cambiar unas cosas» al centro comercial Valle Real. Muy tranquila por ella y su bebé, la chica sufría por el conductor. «Espero que esté bien la persona que iba dentro del coche, que, ahora mismo, es lo que importa», decía la joven.

«Es que nosotros estamos bien, apenas hemos sentido nada», explicaba a su lado Xavier, que acababa de coger el tren en Villaverde de Pontones, donde trabaja, para ir a Maliaño, donde reside. «El susto se lo ha llevado el conductor, más que nada, porque de una parada a otra este tren apenas coge velocidad».

También en el automovilista pensaban Carla, Rosalina y Lucía, tres jóvenes que habían abordado juntas el tren en Ampuero con la misma idea que Gabriela, ir a Valle Real a pasar la tarde. «Hemos visto por la ventanilla un coche que iba a cruzar por el paso a nivel, pero como frenando, ¿sabe?, y de repente el tren se ha chocado con él y se lo ha llevado por delante hasta que le ha dejado a un lado», explicaba una. «Pero a nosotras no nos ha pa-sado nada», tranquilizaba otra. «Es que el tren iba muy despacio, acabábamos de arrancar», precisaba la tercera antes de subirse al autobús y continuar viaje a Maliaño.

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