El consejero de Sanidad sufre el primer choque con el colectivo de enfermería

Rodríguez, que desde su toma de posesión ha dejado clara su apuesta por aumentar las competencias de la enfermería, como profesionales «altamente cualificados que son» -ha dicho en distintas ocasiones-, contaba con el voto de confianza del colectivo, a la espera de que se materializasen esas buenas intenciones. Partidario de retomar el diálogo entre categorías profesionales (médicos y enfermeras) para buscar el entendimiento que falló en el último año, especialmente a raíz de la gestión de la demanda que llega sin cita a los centros de salud, el consejero había mostrado un talante conciliador en los diferentes contactos mantenidos con el ámbito de la Enfermería. El lunes volvió a abogar por ese «trabajo en equipo», pero una parte de sus declaraciones (resumidas en apenas 13 segundos) sentaron como un tiro: «Si el mayor problema que tiene el sistema sanitario en Cantabria es la dimisión de un director de Enfermería y de dos subdirectoras es que este Gobierno lo está haciendo estupendamente».

En cuanto el vídeo de la intervención cayó en las redes sociales, a Rodríguez le empezaron a llover las críticas. Uno de los primeros en reaccionar fue José Antonio García del Río, exgerente de Atención Primaria, que consideró que las palabras del titular de Sanidad eran «no ya falta de respeto y de inteligencia, sino además un desconocimiento absoluto de la Atención Primaria».

«En cualquier momento, el ser humano debe limpiar el cristal de sus gafas», le escribieron desde la Fundación de Enfermería de Cantabria. «Dos dimisiones en un año y ni una triste reflexión», le afeó otra enfermera. También la Sociedad Científica de Enfermería Comunitaria calificó de «desoladora» la respuesta de Rodríguez, más aún teniendo en cuenta que «la enfermería de Atención Primaria en Cantabria está pasando por duros momentos», animándole a que «desde su posición empiece a empatizar, mediar y solucionar conflictos que en su mayoría son evitables». El sindicato Satse, que también interpretó la declaración como «un menosprecio» a la profesión, exigió al consejero que «se retracte de sus palabras» y «empiece a trabajar por la sanidad cántabra». En nota de prensa, le recordó los «problemas» que está generando la organización de la demanda «indemorable» -uno de los detonantes de la citada huelga-, la falta de personal o el cambio de modelo sanitario que está gestando la Consejería, que -asegura- está provocando incidencias en la atención al paciente y agresiones a los profesionales. En vista de la repercusión de sus palabras, el propio Rodríguez aclaró que la frase en cuestión «pretendía ser sarcástica», pidiendo disculpas «si no se ha entendido así». Pero aunque la reacción fue rápida, no logró evitar este primer choque con la enfermería.

En su contestación a las explicaciones reclamadas por el portavoz del PP, César Pascual, el consejero recordó que el equipo que presentó su renuncia, integrado por Ángel Emilio Fernández, Aroa Delgado y Montse San Martín, era heredado (llevaba nueve meses en el cargo) por la actual gerente de Atención Primaria, Alicia Gómez», que «tiene todo el derecho a hacer el equipo que quiera». Y señaló que aquella salida respondió a «motivos personales».