Cuatro muertos más por covid en Cantabria mientras la UCI supera ya el 20% de ocupación

Hace ya tres semanas que el coronavirus se propaga sin freno por Cantabria encendiendo todas las alarmas: primero se dispararon los contagios, después crecieron las hospitalizaciones y, a continuación, las personas ingresadas en la UCI. Y desde hace unos días, también las víctimas mortales: a lo largo del día de ayer se contabilizaron cuatro fallecimientos, igual que el martes. Para encontrar un cifra tan alta de decesos hay que retrotraerse hasta el 26 de abril, cuando ya se había doblegado la curva de la primera ola de la pandemia. De esta manera, el covid se ha cobrado la vida de 260 personas desde el inicio de la pandemia (según el recuento oficial de las autoridades sanitarias).

Otro dato muy preocupante es la situación de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Valdecilla, que alberga los casos de covid más graves de toda Cantabria: hay 21 enfermos ingresados, cuatro más que la jornada anterior, lo que supone que el grado de ocupación de las camas UCI supera ya el 20%, lo que compromete el funcionamiento del resto de la actividad sanitaria.

«Es un dato complicado de gestionar» y que «puede poner en riesgo todo el sistema sanitario de Cantabria», ha alertado este jueves el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, que ha comparecido tras la reunión del Consejo de Gobierno para dar cuenta de la actualidad sanitaria. «Por eso tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario para respaldar a los sanitarios y por los fallecidos por el coronavirus», ha recalcado.

En la actualidad, la incidencia acumulada a 14 días es de 417 casos cada 100.000 habitantes, lo que ha colocado a Cantabria, desde el martes, en fase de riesgo alto de colapso hospitalario (nivel 3 de 4), con lo que ello implica de nuevas restricciones para tratar de doblegar la curva, entre ellas la prohibición de la movilidad entre municipios que entró en vigor ayer, la prorroga del cierre perimetral de Cantabria hasta el 18 de noviembre, y la prohibición de acceder al interior de bares y restaurantes, que estará vigente desde la madrugada del sábado.

Más allá de la UCI, son 152 el total de pacientes ingresados en los hospitales de la región, tres más que 24 horas antes.

Los contagios diarios sufrieron ayer un frenazo, con 154 casos nuevos frente a los 236 del martes, pero no parece que sea fruto de un cambio de tendencia de la ola, porque este jueves, hasta las diez de la mañana, ya se habían contabilizado otros 138 contagios, lo que apunta a que la cifra al final del día puede ser de nuevo alarmante.

Los datos facilitados esta mañana por Zuloaga reflejan que el número de casos activos se sitúa en 2.499, de los que 2.347 están en cuarentena domiciliaria ya que su estado no reviste gravedad y no es necesaria una hospitalización.

En cifras globales, desde que empezó la pandemia en el mes de marzo, Cantabria acumula 11.923 positivos, de los que 9.164 se han curado, lo que significa el 77 por ciento del total.

De esos casi 12.000 casos, 10.930 de ellos han sido detectados por pruebas PCR y otros 993 mediante test serológicos.

Desde el inicio de la pandemia se han realizado 245.107 test sobre un total de 147.925 personas, lo que implica una media de 421 test por cada 1.000 habitantes.

Los positivos entre el personal sanitario han ascendido a 57, mientras que en las residencias de mayores y centro de dependencia han bajado los casos activos entre los usuarios, que son 87, once menos que la jornada anterior. Sin embargo, entre los profesionales de estos centros ha habido un brusco aumento de casos y en este momento hay medio centenar de trabajadores con covid activo.

Hasta once residencias de Cantabria tienen casos de coronavirus: los brotes más importantes se localizan en la San José de Villacarriedo, que tiene 25 aunque llegó a tener casi el doble, y en la de Hijos del Mar de Igollo, con 30 contagios activos.