Otro curso que se pierde Sergio, el niño de 4 años con una traqueotomía

El curso pasado, a mediados de abril, dejó el proceso en punto muerto «porque el niño tenía por delante una operación y preferimos esperar a que estuviera recuperado». La intervención -«una cordectomía, para que respire mejor»- «fue bien y el resultado cambió la situación; tanto que ya no hace falta que el centro tenga una enfermera escolar, que era nuestra demanda entonces (antes de que la figura desapareciera del todo de los centros), sino que basta con un técnico sanitario que se encargue de vigilar al niño durante su permanencia en el aula», explica Mónica, tal y como se recoge en el informe elaborado por su pediatra. «Me consta que sobra gente dispuesta a ocupar esas plazas. El Colegio de Enfermería me ha ofrecido incluso formar al personal que vaya a asumir la vigilancia de Sergio», añade.

«Me garantizaron desde la Consejería que en enero el colegio público Menéndez Pelayo, que es en el que está matriculado, contaría con personal especializado para atender esta discapacidad, pero no ha sido así», denuncia, para «desilusión» de ambos. «Parece que la suerte de mi hijo está gafada. El obstáculo ahora es que el Gobierno de Cantabria, a través de la Dirección de Función Pública (Consejería de Presidencia y Justicia), tiene paralizada la creación de los ocho puestos de técnicos sanitarios proyectados, para lo que existe presupuesto. Está parado y nadie me sabe decir el motivo», critica la madre, «cansada» de esta «espera sin fin». «Ya no puedo hacer más. Me duele que a estas alturas Sergio siga sin empezar al colegio, sin tener la oportunidad de disfrutar de una vida lo más normalizada posible para su edad. Entiendo que tengan miedo si no se conoce lo que es una traqueotomía, pero no me han dado la oportunidad ni de llevarle un solo día, aunque me quede yo en el pasillo, para que vean que no pasa nada. No hay ningún peligro».

«Extrovertido y participativo, Sergio está deseando ir a clase», subraya su madre, dispuesta «a seguir luchando para que mi hijo pueda escolarizarse y crecer junto a sus compañeros como un niño más». El lunes publicó su denuncia en la plataforma change.org y en apenas 24 horas ya contaba con más de 10.300 firmas de apoyo. Asegura que buscará otra entrevista con Revilla, lo volverá a intentar con la consejera de Sanidad, María Luisa Real, que «no nos ha recibido aún». «Quiero que conozcan a mi hijo, que le vean, para que se den cuenta de esta injusticia, que, unos por otros, no se resuelve. Y mientras tanto pasa el tiempo y Sergio permanece en casa. Es muy triste llevarle al parque por la mañana y que me pregunte por qué no hay niños para jugar, le tengo que decir 'porque están en el colegio'», lamenta Mónica, que a renglón seguido tiene que responder a esta otra: «¿Y por qué yo no voy con ellos?».