La Diócesis de Santander recaudó el año pasado 12,1 millones de euros
La Iglesia atendió a más de 27.000 personas en Cantabria, según la memoria económica presentada este miércoles
La Diócesis de Santander recaudó el año pasado más de 12,1 millones de euros, procedentes en su mayoría de las aportaciones de los fieles, alquileres y actividades económicas de la Iglesia, recibiendo además unos 3 millones de euros de la 'X' de la declaración de la renta.
Estos ingresos se han utilizado para afrontar acciones caritativas, pastorales y asistenciales y para la retribución del clero, del personal contratado o del seminario, entre otros conceptos, según informa E. Press.
Así, en 2020 la Diócesis atendió a 27.159 personas en 94 centros de la comunidad. En concreto, se prestó asistencia a 18.679 personas en 64 centros para mitigar la pobreza, a 2.294 en un centro de rehabilitación para drogodependientes, a 1.278 en dos centros para promover el trabajo y a otras 1.219 en trece casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad.
Además, atendió a 602 en tres centros de menores y jóvenes y otros para la tutela de la infancia, a 552 en cuatro centros para la defensa de la vida y la familia, a 250 en cinco guarderías infantiles, a 135 en un centro de asistencia a refugiados e emigrantes y a 70 en otro centro para la promoción de la mujer y víctimas de la violencia de género.
Así lo han detallado este miércoles el vicario general y el ecónomo de la Diócesis, Sergio Llata y José Ramón Ocejo, respectivamente, en una rueda de prensa en la que han dado a conocer la memoria económica de 2020 y han presentado la campaña del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra este domingo, día 7, bajo el lema 'Somos lo que tú nos ayudas a ser', con una colecta en todas las parroquias.
Según han explicado, el año pasado, debido a las restricciones del covid y el cierre de los templos, las ceremonias sacramentales sufrieron un declive «drástico», entre ellas la del matrimonio, pasando de las 439 bodas celebradas en 2019, a 133 en 2020.
Asimismo, las catequesis se «truncaron» con el confinamiento y en el mes de junio no se pudo realizar «prácticamente ninguna comunión». También descendieron los bautizos, que ahora se están retomando.
En este sentido, han subrayado que 2020 ha sido «el peor» año, porque la Iglesia permaneció cerrada y no tuvo ingresos por colectas. Por ello, se puso en marcha la plataforma online 'www.donoamiiglesia.es', en la que los fieles pudieron ofrecer sus recursos.
Al respecto, han señalado que tuvieron que «apretarse el cinturón» recortando partidas presupuestarias destinadas a medios de comunicación, restauración de iglesias y delegaciones de liturgias y juventud, para así poder «ayudar a quienes más lo necesitaban».
En cuanto al trabajo de Cáritas, han destacado que durante la pandemia hicieron unos vales económicos para que las personas pudieran ir a los supermercados y comprar comida, generando así una «cultura de gestión y consumo».
A su juicio, el fenómeno de la pobreza se ha «transformado», porque los voluntarios y sacerdotes se han formado para ayudar a los más necesitados en todos los ámbitos, ya sea desde la atención, el acompañamiento o la incorporación al mercado laboral, entre otros.
Por último, han subrayado que la Diócesis de Santander es una «gran familia», que se compone de 990 catequistas, 615 parroquias, 552 religiosos, 250 sacerdotes, 141 monjes de clausura, 85 misioneros, 12 monasterios, seis diáconos permanentes y cuatro seminaristas. Además, posee 126 bienes inmuebles de interés cultural.
En cuanto a la colecta que se celebrará este domingo, han explicado que el objetivo es que la Iglesia «siga realizando su labor pastoral y asistencial».
En esta ocasión, la campaña se va a centrar en «ayudar con las capacidades que uno tiene», porque es un «buen momento» para hacer balance de los trabajos que realiza la Iglesia, han dicho.
Por ello, trabajarán sobre tres vías: el anuncio del Evangelio, la celebración de los sacramentos y participación personal y el ejercicio de caridad con los más necesitados.
