La dirección regional del PP, en «estado de 'shock'», decide hoy su futuro

La líder del PP, cuya dimisión o renuncia no se descartaba anoche, ha convocado para hoy a su Ejecutiva para exponer la situación a todas las personas que la acompañan con «extraordinaria lealtad».

Lo que parece ya decidido es que la dirección regional ha optado por tirar la toalla y no plantear batalla hasta el final. El Comité Electoral había recibido la instrucción de estar disponible por si debía reunirse de urgencia a lo largo de la tarde de ayer para reaccionar ante Madrid y firmar la propuesta de candidatura de María José Sáenz de Buruaga a la Presidencia de Cantabria y de Gema Igual al Ayuntamiento de Santander. Todos estaban sobre aviso y listos para hacerlo. La estrategia pasaba por generar un choque de legitimidades entre Cantabria y Génova antes de que Pablo Casado acuda este jueves a Santander a presentar a los candidatos a la Presidencia y a la Alcaldía de Santander. Sin embargo, el repentino anuncio de que Beitia era la elección final echó por tierra las expectativas de los dirigentes y tanto Buruaga como su entorno decidieron plantear una salida sin hacer ruido.

«Estoy desolada, triste e indignada; conmigo que no cuenten», afirmó anoche una dirigente del PP cántabro en conversación con este periódico. «Para mí se trata de dignidad personal, conmigo no van a contar», respondió otro al ser preguntado por su continuidad. Nadie quiso felicitar a la flamante candidata ni hacer valoraciones sobre lo sucedido durante la maratoniana reunión que mantuvieron en Génova sus compañeros. Sólo se limitaron a mostrar su «indignación» y su desconcierto porque Madrid haya adoptado una decisión en contra de la dirección regional. «Hoy es momento de escuchar a las direcciones nacional y regional del partido y a la propia candidata. Por eso te agradezco el interés, pero no haré declaraciones», se limitó a comentar uno de los vicesecretarios autonómicos.

Nadie se atreve a avanzar a ciencia cierta el futuro que ahora se le abre al Partido Popular de Cantabria. La mayoría de los dirigentes optaron ayer por guardar cautela hasta escuchar esta tarde a su presidenta, pero abogan por una salida en un breve periodo de tiempo. Creen que ellos no pueden gestionar la campaña de una diputada que promovió el recurso contra el Congreso Regional que ganaron y con la que están abiertamente enfrentados.

A pesar de que el secretario de Organización, Javier Maroto, ofreció a Buruaga mantenerse como presidenta para poder consumar la «integración» de los dos sectores que existen en el PP cántabro, sus compañeros de filas consideran que se trata de una «humillación» en toda regla que no van a soportar. A partir de ahí, todos coinciden en que el futuro del partido pasará por el nombramiento de una comisión gestora, en la que sitúan al frente a Diego Movellán, diputado nacional, vicesecretario de Acción Electoral con Buruaga y uno de los hombres de Pablo Casado en Cantabria. Esta elección permitiría a Madrid exponer la «integración» entre la actual dirección y los afines al expresidente Ignacio Diego, que ahora están con Ruth Beitia.

El silencio y la prudencia que reinaba anoche en Joaquín Costa, sede del PP cántabro, era proporcionalmente opuesto a la felicidad que irradiaban en el núcleo más cercano Ruth Beitia. Desde su entorno achacaron esta decisión a que la actual dirección no «ha sabido integrar» al anterior equipo. El teléfono de la atleta no paró de sonar desde que se oficializó la decisión de Madrid recibiendo felicitaciones de su entorno. «Ahora están los alcaldes como locos, pues es una muy buena candidata para ellos. Es muy conocida, tiene simpatía y cae bien. Ya están pidiendo que vaya a sus municipios cuanto antes», apuntó anoche un dirigente cercano a la atleta.

El portavoz del PP en el Parlamento, Eduardo Van den Eynde, escribió en su cuenta de facebook que «solo puedo decir que me encanta» y que «es una excelente compañera».