Los docentes de Cantabria vuelven a la huelga: pararán media jornada el 21 y 22 de mayo

Además de estos anuncios por parte de los sindicatos, a través de comunicaciones internas entre docentes se informó de una previsión de acampada el martes 20 de mayo frente a la Consejería. Una convocatoria que se alargará hasta que finalicen las jornadas de movilizaciones convocadas y que continúa con la forma de reivindicación con la que los representantes de los docentes comenzaron las protestas en diciembre de 2024: encerrados en la sede del Gobierno de Cantabria en Peña Herbosa.

Pero esta vez van más allá. Su objetivo es que la Consejería siga negociando. Y dada la «ausencia de propuestas» de Educación, registrarán cada martes en la Consejería de Silva una petición de propuesta de negociación. Esperan una nueva oferta del Gobierno, pero los sindicatos mantienen inamovible su última cifra: los 295 euros de subida salarial hasta 2027. Trueba planteó que «queremos poner en valor nuestro trabajo, creemos que después de más de 18 años nos lo merecemos. El IPC sigue subiendo, desde octubre hasta hoy un 1,3%», y por tanto, no vamos a parar hasta conseguir una adecuación salarial merecida y justa para todos los docentes».

La respuesta del Ejecutivo regional les parece insuficiente. De hecho, Conchi Sánchez (CC OO), miembro de la Junta, explicó que la presidenta Buruaga aseguró haber estado «horas, horas y horas» negociando con los sindicatos médicos, mientras que los docentes, «en todo lo que llevamos de año, no habremos estado sentados negociando ni tres horas». Lo que quieren «es que se nos dedique tiempo» y que el consejero de Educación, Sergio Silva, se siente «en una negociación real». Porque el consejero reivindicó la necesidad de dialogar: «Hablar está muy bien, pero nosotros vamos a negociar, tal y como establece el Estatuto Básico del Empleado Público. Y cuando hablamos de mesas de negociación, hablamos de cantidades, cifras y plazos».

Los sindicatos reclaman negociación y no diálogo. Lo hacen tras la última reunión fallida en la que Silva, previamente a comenzar el encuentro, aseguró a los medios de comunicación que no iba a presentar ninguna propuesta nueva. Los sindicatos, ante la ausencia de nuevas ofertas, decidieron no sentarse a negociar. A partir de ese momento los sindicatos consideraron la negociación «rota»; sin embargo, no desisten en sus reivindicaciones.