Un Domingo de Ramos casero y virtual
Los más pequeños colocan ramos y dibujos en ventanas y balcones de sus hogares para celebrar una jornada festiva sin procesión y con la misa por internet
La Semana Santa de este año pasará a la historia por ser especial. El estado de alarma decretado para frenar la propagación del coronavirus ha obligado a suspender los actos de una de las fechas más esperadas en el calendario litúrgico. Sin embargo, esta situación, atípica y excepcional, no impide que los más devotos sigan fieles a la tradición y se las ingenien para celebrar, como pueden, estas jornadas festivas.
Como la de ayer, Domingo de Ramos, una fecha marcada de simbolismo y en la que como explica el delegado de Medios del Obispado de Santander, Antonio Arribas Lastra, «los niños tienen un gran protagonismo».
Con la Borriquita confinada sin poder salir en procesión, al igual que los más pequeños que con las palmas acompañan el desfile, el obispo de la Diócesis, Manuel Sánchez Monge, animó a los niños y niñas a hacer en casa sus ramos y dibujos y ponerlos en las ventanas y balcones. Bajo el lema 'Este domingo no olvides poner tu ramo en el balcón', el obispo explicó que se trata de «un acto simbólico y sencillo» con el que «tratamos de recordar y celebrar que comienza la Semana Santa».
Los fieles tampoco pudieron asistir a la misa, una de las más multitudinarias del año, que sin embargo siguieron a través de internet desde sus casas, ya que son numerosas las parroquias que graban los oficios para que la gente los sigan desde sus hogares. «Es iniciativa de cada párroco», indica Antonio Arribas, portavoz del Obispado y cura de las pedanías de Castro Urdiales, que insiste en que «el objetivo es acercar la Iglesia a las casas en estos días de confinamiento, y sobre todo que los niños se sientan protagonistas». Por ello, el obispo de la diócesis de Santander solicita a través de un vídeo que los menores coloquen los ramos y los dibujos en las ventanas y en los balcones de sus hogares para celebrar la jornada festiva. «Los niños son los protagonistas. Necesitamos vuestra manera de vivir la vida, la alegría, apoyo y ternura, y en estos días que no hay colegio, ni podéis jugar en las calles, queremos contar con vuestros ramos y dibujos», señala.
Periódico y laurel
En Torrelavega, el párroco de la parroquia de San José Obrero, Jesús Casanueva, bendijo los ramos que ayer se regalaron en el quiosco La Virgen Grande. Una iniciativa, que, según relata el dueño de este comercio, Julián Crespo, tiene su origen en la conversación que mantuvo hace unos días con una cliente «ya muy mayor». «Me decía, cuando la llevo a casa el periódico, que ni en la Guerra Civil se había quedado sin él, porque el cura consiguió que se lo hicieran llegar», apunta. Este año no podía ser menos y, bendecidos por el cura de la iglesia de la Virgen Grande, «la gente se lleva periódico y ramo».