De los espárragos y el jamón de bellota a construir vivienda social en Cantabria

«Las empresas privadas tenemos una capacidad de construcción y de gestión muy rápida, y el alquiler a largo plazo nos da la oportunidad de amortizar las inversiones que estamos haciendo. La alianza público-privada es muy satisfactoria para todo el mundo y ayuda a solucionar un problema que existe en toda España», destacó García-Torremocha, nombrado mejor empresario extremeño en 2023.

Ese nuevo modelo del que habla, y que el Gobierno de Cantabria ha implementado para poner en marcha estas VPO, obliga a Cobus Homes a pagar la mitad de los 34,7 millones que cuesta construir esas promociones y, a cambio, se quedará con el importe de los alquileres de las casas durante 50 años, momento en el que los inmuebles revertirán al Ejecutivo regional. «Es un sistema que se ha extendido en todo el país porque es la única manera de crear una oferta y, así, cubrir un déficit de alquileres que hoy nos encontramos en todas las regiones. Creo que el Gobierno cántabro ha acertado», alabó el empresario, CEO también de la sociedad Movilex, una de las firmas de reciclaje de residuos electrónicos más reconocidas del país.

La transformación de esa empresa en los últimos veinte años ha sido total, pese a que por medio sufrió un devastador incendio que arrasó por completo su planta principal de Lobón (Badajoz). La familia García Torremocha aprovechó esa crisis para abrir una nueva sede, renovar la maquinaria e implementar mejoras en el proceso de reciclaje con una inversión millonaria. «Tenemos mucho interés en el sector de la economía circular», subrayó el propio empresario. Y los números parecen avalar su gestión: en quince años, Movilex ha pasado de un capital de 320.000 euros a facturar 32 millones, gestiona más de 490.000 toneladas de residuos, emplea a 147 profesionales y está presente en España, Portugal, Uruguay y Panamá. De hecho, en 2014 afrontó uno de sus grandes proyectos internacionales al hacerse con la adjudicación del contrato para la gestión integral de los residuos generados en las obras de ampliación de esclusas del canal de Panamá.

En paralelo a sus negocios en el reciclaje y en el sector de la alimentación, García-Torremocha se integró con otros socios en la matriz Partun Real Estate hace siete años para impulsar sus inversiones en la construcción en Extremadura y Cádiz. Ese mismo año, Partun se llevó el premio a la Excelencia Empresarial de la Junta.

La firma Plalyso fue una de sus primeras filiales. Constituida en 2021 y con sede en Badajoz, Plalyso se ha encargado de levantar 87 pisos de alquiler asequible en Casa Plata (Cáceres). Allí, el Ayuntamiento pone el terreno, la Junta de Extremadura se ocupa de la gestión y la financiación llega con el dinero de Europa.

Y poco después, hace solo año y medio, nace Cobus Homes con el único objetivo de ganar el concurso público para construir las viviendas sociales del Gobierno de Cantabria. Para conseguirlo tuvo que ganar el concurso a la única rival que tuvo:Cantabria Asequible, fundada hace solo cuatro meses y con sede en la calle Lealtad de Santander, pero con el sostén de un potente grupo hotelero e inmobiliario nacional detrás del empresario vasco Andrés Iraculis Garmendia, un nombre que aparece como apoderado, administrador, miembro del consejo o presidente de multitud de sociedades vinculadas al sector hotelero, inmobiliario y de la construcción, sobre todo en el País Vasco y Navarra. Aunque el vínculo más directo con Cantabria es el grupo ABBA Hoteles.

Una vez superado este trámite, García-Torremocha está inmerso en el papeleo previo a las obras: las licencias, los proyectos de ejecución y el cierre de contratas, que en su mayoría, dice, serán locales. «Tenemos un cronograma exhaustivo. Son seis poblaciones distintas y, evidentemente, el ritmo va a ir acompasado, pero iniciaremos las obras en algunas poblaciones antes que en otras. Todavía no se ha decidido el orden», señaló.

Lo que sí puede adelantar el CEO de Cobus Homes es que las viviendas tendrán en torno a 70 u 80 metros cuadrados, dos o tres dormitorios y un precio de alquiler un 15 o 20% más bajo que el del mercado libre. «Tiene que ser más competitivo porque hay fondos públicos. El aumento de oferta y esa bajada de precio empujará a los propietarios privados a reducir sus alquileres», destacó.

García-Torremocha se mostró especialmente preocupado por los atributos más verdes de las VPO. «A nivel de eficiencia energética todas van a contar con certificaciones A. Queremos viviendas modernas en su consumo energético. Y también con mucha luminosidad y amplios espacios comunes para que haya convivencia entre vecinos. El covid nos enseñó la importancia de eso», subrayó el empresario, que espera que Cantabria sea un trampolín para que su brazo inmobiliario dé el salto de Extremadura al norte.