La factura de las huelgas sanitarias
La Consejería gastará este año 4,2 millones para crear 109 empleos, cubrir sustituciones y pagar peonadas | Sanidad no cuantifica el impacto económico de todos los compromisos firmados para frenar los conflictos desatados en su cierre de legislatura
¿Cuánto le va a costar a la Consejería de Sanidad cumplir con todos los compromisos adquiridos para frenar el dominó de conflictos laborales con ... el que ha cerrado la legislatura? Es la pregunta del millón. Ni siquiera el Servicio Cántabro de Salud (SCS) se atreve a cifrar el impacto económico de los acuerdos pre y post huelgas. Para desenmarañar el abanico de reivindicaciones, propuestas y contrapropuestas que han revuelto al personal sanitario en los dos últimos meses hay que remontarse a octubre, cuando se aprobó la vuelta a la jornada de 36 horas semanales, que será de 35 en 2020, poniendo fin así a la imposición de las 37,5 derivada de la crisis en 2012. Para esta adecuación, los Presupuestos Generales para Cantabria destinaron un montante de 4,2 millones este año, y otro tanto el que viene, con la creación de empleo como objetivo número uno, bien para nuevas incorporaciones o para la cobertura de las sustituciones. Y fue a la hora de plantearse el reparto cuando estalló el polvorín sindical.
Hábil en la negociación, el Sindicato Médico aprovechó el ajuste de la jornada horaria para pactar con el SCS varias medidas encaminadas a paliar la sobrecarga laboral de los facultativos, especialmente de Atención Primaria, donde la cada vez mayor falta de efectivos aumenta las bajas sin relevo y, en consecuencia, el nivel de autocobertura (asumir el trabajo del compañero ausente). Así, se gestó el acuerdo firmado en febrero, en el que se fijó un máximo de 28 consultas al día para garantizar los diez minutos por paciente -ampliable a 35 sólo en circunstancias excepcionales- y el control de la demanda (no demorable) que llega al centro de salud sin cita, con el apoyo del personal de enfermería y administración (mostradores). Pero surgía un problema. Había que cubrir la asistencia de tarde para garantizar la accesibilidad y que no repercutiera en el tiempo de espera, teniendo en cuenta que es mayor el horario de apertura de los centros que la jornada laboral recuperada el 1 de mayo. Como solución, se acordaron las condiciones de ese trabajo extra, «de carácter voluntario», en forma de peonadas. Los médicos y pediatras cobrarán 90 euros por cinco consultas programadas (y los profesionales de enfermería, 60 euros), en tanto que las urgencias se derivan a los SUAP, que este mes adelantaron su horario de 17.00 a 15.00 horas.
LA LISTA DE COMPROMISOS
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1 En Atención Primaria, agendas médicas de 28 pacientes al día (35, en caso excepcional).
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2 Filtro de la demanda no demorable, que acude al centro de salud sin cita, vía urgente.
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3 Abono del trabajo de tarde en los centros de salud 90 euros el médico y 60 enfermería.
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4 Las condiciones económicas fijadas para el personal de equipo se extienden al SUAP.
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5 Pago de autocobertura y se fijan condiciones del programa de absorción de la demanda.
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6 Se crearán 109 puestos este año en Atención Especializada y otros tantos en 2020.
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7 Libre elección de enfermería del paciente y asignación de cupo a los profesionales.
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8 Ampliar sustituciones hasta el 95% de las ausencias y mejorar los contratos temporales.
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9 Adecuación del valor de la hora de guardia, así como de las llamadas 'localizadas'.
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10 Remuneración económica de la actividad quirúrgica más allá de las 15.00 horas.
Este cambio, que desde que se planteó fue rechazado por el personal de Urgencias, desembocó en conflicto cuando vieron que se quedaban fuera del acuerdo original negociado entre el SCS y el Sindicato Médico. Con la amenaza de huelga lograron que las condiciones económicas pactadas se extendieran a los equipos de SUAP. De otro lado, se establecieron las retribuciones derivadas de la autocobertura: 80 euros al día a repartir entre los compañeros que asuman la agenda del que falta. Y en caso de dispararse la demanda, se activará un programa especial para absorberla, también en horario de 15.00 a 17.00 horas, por el que cada profesional que se preste a participar cobrará 190 euros por cada 10 pacientes atendidos.
Con la implantación de la jornada de 36 horas se reajusta la plantilla de los centros para mantener la cobertura
El SCS acuerda con el Sindicato Médico una serie de medidas que desencadenan varios conflictos laborales
A la huelga del SUAP, siguió la de Enfermería, la amenaza de CC OO y UGT y una semana de paros de los médicos
Pero la fractura derivada de los paros anunciados por los colectivos sanitarios no había hecho más que empezar. El SCS tuvo que lidiar primero con las reivindicaciones de la enfermería, a través de Satse, y su «indignación» por haber sido excluida de la toma de decisiones sobre la reorganización de la Atención Primaria. Aunque no todas las medidas que pedía conllevaban coste -como que los ciudadanos puedan escoger a su enfermera de referencia, asignar un cupo de pacientes a los profesionales de enfermería o concretar las competencias de cara al triaje de la demanda sin cita-, otras sí suponen aumento de gasto. En este caso, la Administración se comprometió a crear empleo estable, sustituir el 95% de las ausencias y mejorar los contratos temporales para evitar la fuga a otras comunidades, al tiempo que «evaluará el incremento del valor de la hora de atención continuada» (guardia hospitalaria) para 2020 (14 euros en día laborable y 16 en festivo) y 2021 (16 y 18, respectivamente), y cedió en las condiciones de la llamada 'guardia localizada', que pasará a cobrarse como la continuada cuando implique acudir al hospital durante más de dos horas y media, con su descanso correspondiente.
Después, fueron CC OO y UGT los que le recordaron a Sanidad el destino de esa partida consignada de 4,2 millones. Y de nuevo, con la huelga como motor de negociación, sacaron del SCS un acuerdo con el compromiso de crear este año 109 puestos en Atención Especializada (70 en Valdecilla, 23 en Sierrallana y 16 en Laredo) -ninguno de médico- y extender la mejora de las cuantías de las guardias «a todo el personal no facultativo». Esta movilización, que se zanjó con la firma del convenio en mesa sectorial -lo respaldaron también CSIF, ATI y Satse-, se solapó en el tiempo con las nuevas reivindicaciones del Sindicato Médico, que esta vez cumplió la amenaza, traducida en una semana de paros parciales tanto en los centros de salud como en Valdecilla, donde tuvo mayor impacto en las cirugías. Y aquí hubo un detonante añadido: las instrucciones enviadas por la Dirección con el objetivo de optimizar el rendimiento quirúrgico y la actividad de las consultas, lo que hizo que se sumara al conflicto el personal facultativo del hospital contrario a operar por encima de las 15.00 horas salvo en casos puntuales, como pacientes únicos de alta complejidad cuya intervención no da tiempo a acabar en la jornada ordinaria. Al nuevo paquete de reivindicaciones se añadieron los requisitos de acceso de los interinos al complemento de carrera profesional.
Ambos asuntos quedaron limados esta semana en el acuerdo de salida de huelga. Sanidad ha reconocido la carrera profesional a 2.600 interinos/temporales. Y las operaciones de tarde, a cargo de personal «voluntario», conllevarán un ingreso en nómina de 90 euros la primera hora y 70 las sucesivas. Ni un concepto ni otro repercute sobre la partida destinada a implantar las 36 horas semanales, pero igualmente eleva esa factura que a día de hoy es toda una incógnita.
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