Fallece la artista santanderina Ana Álvarez Ribalaygua
Guillermo Balbona
Santander
Lunes, 24 de febrero 2020, 13:34
«La fotografía es un pretexto para construir ensoñaciones. La imagen es el punto de partida donde comienza una aventura. El papel es el soporte físico a partir del cual se proponen los temas que llegan al espectador a través del tamiz de la intervención de la imagen con la incorporación de elementos habitualmente ajenos a la fotografía, como los leds, soportes audiovisuales. Las obras adquieren una nueva dimensión y la imagen estética pasa a tener vida». La reflexión es de la santanderina Ana Álvarez Ribalaygua (1962) la artista multimedia fallecida ayer. La muerte repentina le sobrevino durante un viaje en automóvil tras sentirse indispuesta.
Aunque la fotografía era la columna vertebral de sus creaciones, su mirada cosmopolita, sus viajes y la inquietud permanente propiciaron que, en su crecimiento como artista, abordara otros lenguajes, técnicas diferentes, instalaciones y obras fruto del mestizaje. Alvarez Ribalaygua, polifacética artista, conocida entre otros muchos y originales trabajos por sus cajas de luz y por la conversión artística de los percebes en originales obras de arte, expuso en distintos lugares del mundo como Nepal, Thailandia, Japón, Carolina del Norte, Brasil o Roma. La fotografía, pintura y escultura, y la taxidermia, vídeos, joyas, performances y sugerentes montajes conformaron una insólita visión en citas como la del Museo Marítimo. Muy vinculada a distintos proyectos como 'Artist in residence' que comenzó con Sianoja –al que decía deberle su proyección internacional–, expuso en un gran número de salas y convocatorias: ZOOM, Foconorte, Artesantander, Fraile y Blanco, La Central o Espiral, así como formó parte de diversos proyectos, siempre, mostrando sus obras en distintas facetas.
Ligada a la galería Espiral de Noja su trayectoria ascendente estuvo sembrada de exposiciones cada vez más frecuentes desde los años noventa hasta el presente. Ahora ultimaba una muestra con destino a la nueva temporada del Castillo de Argüeso. Al margen de colectivas, sus trabajos más conocidos se plasmaron a través de series caso esencial de Peercebeland, iluminadas, Historia de una bombilla y Bellezas suspendidas. Además de participar con Espiral en numerosas ferias, Art Madrid con asiduidad, en esta última década expuso en el Museo Marítimo, Espacio cultural Fraile y Blanco, Artesantander, Observatorio del Arte de Arnuero...En los años ochenta se forjó su formación académica con estudios de fotografía en Santander, American College de Londres, más diseño, aerografía, escaparatismo, escultura, fotografía digital, entre otros campos, a través de centros, y talleres de madrid, Guatemala, Santander o foros como el Taller de Theo Jansen, Animales de playa en la UIMP, y el Simposio Internacional Sianoja.
Como filosofía creativa dejó escrito: «La imagen viene a la vida. Crea un fantástico cosmos hecho de fotografías encapsuladas donde nos instan a descubrir lo que está sucediendo detrás de puertas cerradas, mirando por las ventanas; los dolores y las risas de la vida, los problemas. Algo que sucede en cualquier parte del mundo, la secuencia en la que las luces de la ciudad se enciende y se apaga, las luces de la vida».
El Espacio Cultural Fraile y Blanco Santander revisó la obra de Ana Álvarez Ribalaygua en una exposición el pasado verano que reflejó su obra a lo largo de 30 años de creación. Bajo el epígrafe de 'Esférica' su testimonio se convirtió en un viaje sensitivo que reunió distintas creaciones de la autora a lo largo de estas décadas.
«De la fotografía al volumen. De la inquietud a la reflexión personal. De la experimentación a la observación más contenida y ciudada. Desde una obra serena a otra en pleno movimiento». Así era la catarsis creativa de Álvarez Ribalaygua en esos 30 años de trabajo.
Su primera exposición oficial fue en 1992 en Caja Cantabria sobre arte hispanoamericano y desde ese momento la artista no ha dejado de experimentar con la fotografía y la imagen como base de toda su obra pero buscando y jugando con un realismo personal trasladado a su trabajo del que se desprende una visión cuerda de su propio universo.
Incansable viajera y observadora de distintas realidades en Esférica, la artista reunió treinta de sus mejores obras que viajan por estas décadas de trabajos y búsquedas y que pondrán de manifiesto la obra de una artista en plena madurez artística. A Ana Álvarez Ribalaygua era demasiado simple clasificarla como sólo fotógrafa. Artista multidisciplinar, diseñadora de joyas…todos los trabajos conducían a un mismo camino de «búsqueda de la belleza».
Hasta siete países, al margen de España, de Estados Unidos a Japón, de Nepal, Italia y China, a Brasil y Tailandia acogieron sus exposiciones. Del Museo Histórico Santa Catarina, de Florianópolis a la Galería Museo de Patan, en Katmandú, pasando por el museo nipón Seicantei de Odawara, o el Museo Wilson de Shangai.