El falso 'free tour' sobre la prostitución en Santander es una campaña de Nueva Vida
La asociación pretende denunciar «la realidad de muchas mujeres en Cantabria» en vísperas del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, que se celebra hoy
En el vídeo, distribuido por redes sociales y compartido por múltiples usuarios, se ve lo que parece ser una cámara oculta en un supuesto 'free tour' que arranca en la plaza del Ayuntamiento de Santander. El chico que la lleva anuncia que van a recorrer calles de la ciudad donde hay pisos dedicados a la prostitución. En los diálogos se escucha a los asistentes asegurando que es «un plan genial. Tomar algo y luego subir a pasarlo bien». Lo que a todas luces parece una ficción ha confundido a muchos usuarios, que se han preguntado si el vídeo era realmente un montaje o si, por el contrario, estaban asistiendo a un escándalo destapado. «La verdad es que no pensábamos que iba a convertirse en viral», cuenta Julio David García, responsable de la Asociación Nueva Vida.
Transcurridos más de dos días en que ha mantenido el silencio, ayer tuvo que acreditar ante la Policía que, efectivamente, se trataba de un bulo, de un montaje que pretende despertar la conciencia social. De hecho lanzaron un segundo vídeo a última hora de la tarde de ayer en el que explicaban toda la verdad. «Desde la Asociación Nueva Vida hacemos todos los años una campaña de sensibilización, pero este año queríamos hacer algo diferente, algo que calara en el público joven, y se nos ocurrió esto», explica García, que hoy acudirá al Parlamento de Cantabria con una batería de reclamaciones que tienen que ver con este asunto.
«No podemos normalizar la prostitución en nuestras ciudades y es algo que a día de hoy estamos viendo sin que nadie haga nada», critica el responsable de un colectivo que desde hace más de 25 años atiende a población privada de libertad, mujeres en contextos de prostitución, migrantes bajo asilo y protección internacional, etc.
«No podemos asumir y permitir que continúe este negocio en el que unas personas quedan degradadas a la categoría de mercancía, mientras otras -en numerosos casos miembros de nuestra sociedad-, son sus compradores y vendedores», reprocha García, feliz porque gracias a la idea con la que han denunciado este año la trata de personas han logrado llegar especialmente a los más jóvenes. «Es con ellos con quienes tenemos que trabajar para que aumente su concienciación y reaccionen», concluye.