Los hosteleros aplauden la apertura con el País Vasco pero piden que se eliminen los aforos

La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) ha reclamado que, ante la nueva normalidad, se eliminen los aforos en los establecimientos de la región mientras se mantenga la distancia de seguridad de 1,5 metros. Para los hosteleros cántabros, la resolución de la Consejería de Sanidad por la que se establecen las medidas sanitarias aplicables en Cantabria durante el periodo de nueva normalidad «no varía demasiado con respecto a la fase 3».

Por este motivo, la AEHC reclama que se contemple la posibilidad, como en otras comunidades, de eliminar los aforos por completo «con el fin de evitar que desaparezcan más empresas hosteleras». En el caso de los albergues turísticos, solicita que se traten como al resto de alojamientos y no se les distinga restringiendo su aforo.

Además, reclama «un salvavidas para el ocio nocturno» puesto que las discotecas se mantienen con un tercio de su aforo (33 %) y sin pista de baile. La AEHC ya está trabajando y en conversaciones con el Gobierno regional para que esas discotecas se puedan contemplar como bares, según señala.

Para los hosteleros de Cantabria no hay diferencia entre un bar y una discoteca sin pista de baile, así que la normativa debería aplicarse por igual salvo en el horario, «puesto que las discotecas tienen unas medidas de seguridad e insonorización diferentes y por eso tienen un horario más amplio».

No obstante, tanto la AEHC como la Asociacion de Turismo Rural han aplaudido la apertura de la movilidad con el País Vasco y han considerado que se trata de una «buena noticia», porque los vascos son uno de los principales clientes para sus sectores.

El presidente de los hosteleros cántabros, en declaraciones a Efe, se ha mostrado «satisfecho» de este nuevo paso en el proceso de desescalada del estado de alarma, porque considera que el hecho de que se abra la circulación entre el País Vasco y Cantabria «para el sector es importante». «Al menos es poder ir sacando algún corner, porque los penaltis llegarán cuando haya movilidad geográfica total», ha opinado Ángel Cuevas en términos futbolísticos.

Para Cuevas, poder aprovechar este fin de semana la movilidad con el País Vasco es algo que «va a venir fenomenal» a los hosteleros.

«Estamos muy ilusionados y muy contentos, vamos a ver que reacción tiene», ha añadido, sin atreverse a adelantar un cálculo sobre cómo puede afectar a los negocios la llegada de visitantes vascos, aunque reconoce que, «sin duda», su presencia se hará notar «más en la zona oriental», en localidades como Laredo, Castro Urdiales, Noja o Santoña, que son sus destinos preferidos más habituales.

«Nos va a venir bien a todos», explica Cuevas, con la ilusión de que «va a haber un movimiento muy alto».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Turismo Rural, Jesús Blanco, cree que el fin del estado de alarma y el inicio de la movilidad con Euskadi sí supondrá mayor afluencia de clientes, pero precisa que no altera los planes de apertura del sector, prevista en los primeros días de julio. «Todo lo que sea que empiece la movilidad entre territorios es bueno para el sector», dice a Efe Blanco.

Sobre todo, en el sector esperan que los clientes vascos empiecen a llegar a los establecimientos que funcionan de forma unitaria para grupos, que no son de habitaciones, como pueden ser casonas o apartamentos.

Blanco subraya que los vascos son el principal cliente del turismo rural de Cantabria. «El vasco es un cliente muy bueno», indica, antes de apuntar que en este momento, cuando se prevén desplazamientos cortos y para ir a lugares cercanos, los turistas de la comunidad vecina pueden ganar aún más peso.

El resto de establecimientos, que funcionan por habitaciones, prevé una apertura masiva a primeros de julio, «con todos los protocolos y medidas de seguridad», dice el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Cantabria.

Blanco señala que, aunque se reciben muchas llamadas para preguntar en los establecimientos, las reservas funcionan bien «pero no son tantas». Principalmente se dan en esos alojamientos a los que pueden ir grupos completos sin tener contacto con más gente, casonas o apartamentos, y para el resto «llegarán pero más adelante»