Miguel Ángel Revilla: «Vinicius es un desagradecido; habla mal de España, que le está dando de comer»

-Obvio, le salvó la vida. Cuente.

-En octubre de 1983, el alcalde de Madrid, José Luis Álvarez, me invitó a comer junto a Óscar Alzaga, para resolver una crisis política entre partidos. Yo tenía el billete de Aviaco para el día siguiente de esa cita. Pero se suspendió la comida y decidí volverme a Cantabria. En el aeropuerto estaba todo cerrado. Y me encuentro en un pasillo a Seve, que venía de ganar un torneo en Sudáfrica. Cuando le vieron los de la compañía, le ofrecieron volar esa tarde. Y les dijo: «Antes está este señor. Si no va él, yo tampoco». Entonces, me propusieron a mí también subir al avión, sentado en un cajetín de madera. Me hubiera ido hasta subido en una rueda. Acepté. En el vuelo del día siguiente, para el que yo tenía reserva, murieron los 95 pasajeros.

-Hábleme de ciclismo. Resulta más agradable.

-Soy amigo de casi todos los grandes ciclistas: de Juan Ayuso, de Contador, de Perico, de Pogacar, que me ha regalado la camiseta con la que ha ganado la Volta a Catalunya, firmada y con dedicatoria.

-Son grandes corredores pero a ver quién es el guapo que le gana, a sus 80 años, corriendo con albarcas.

-Hago deporte a ratos. Practico la pesca en río y la recogida de setas. Y cuando voy a pescar o a setas, igual me hago 20 kilómetros al día. Y luego también participo en tres carreras de albarcas porque yo, hasta los 10 años, no tuve zapatos. Caminaba en albarcas de madera. Por eso me muevo como pez en el agua. Una vez me desafió Joaquín, el exfutbolista. Él entrenó para ganarme. Le saqué 50 metros en una carrera de 100. Yo vuelo en albarcas.

-Lástima que no sea disciplina olímpica. Ya teníamos medallista.

-Una vez vino Mariano Rajoy a hacer campaña electoral a Cantabria. Le debieron decir que comentara algo como «¿cómo va a ser presidente un tío en albarcas?». Y el pobre Mariano lo dijo. Me lo puso a huevo. Le contesté: «Mariano, el que sabe andar en albarcas, en zapatos vuela. O sea que ten cuidado».

-¿Hablamos de su otra pasión?

-Del Racing, sí. Yo vi, con 10 años, debutar a Paco Gento en El Sardinero. Fue en un Racing 3- Barça 3.

-Y también se haría amigo de él.

-Siempre que venía a Madrid, hasta poco antes de morir, salíamos a comer juntos. Era un tipo de pueblo, no como los que hay ahora, que van tatuados y haciendo el tarín. Un día, se va a ver a sus padres con un Mercedes descapotable. Su padre aún tenía vacas. Pasó por un pueblo cercano y vio una ternera majísima. Compró la becerra y se la llevó a su padre en el descapotable.

-El Racing, Miguel Ángel…

-Le dediqué un capítulo de uno de mis libros. Lo titulé el milagro de Santo Toribio. El equipo llevaba siete partidos sin ganar. Si no ganábamos el último, nos íbamos a Segunda división. El rival era Osasuna, que si ganaba se metía en Champions. Me dijo Nando Yosu, el entrenador, que fuera a darles una charla. Y la di. Uno por uno. Faltando 30 segundos para que acabara el partido, marcó Alfaro y ganamos. Me trajeron a hombros.

-Habría que volver a invocar al santo, que ya son muchos años sin pisar la Primera división.

-No se puede abusar de los santos, mas que cuando la necesidad es muy imperiosa.

-¿Qué pálpito tiene con el Real Madrid, este año?

-Me tiene confundido. A veces, juntar a los mejores no te hace mejor equipo. No hay duda de que Mbappé es el mejor. Pero hay que ponerle los balones, porque no es como Lamine Yamal, que si le quitan la pelota va hasta donde sea para recuperarla.

-¿Le ve ganando la Liga o la Champions?

-Yo creo que ambas. Pero advierto: no siempre tener a los mejores te garantiza éxito.

-¿Y el Barça?

-A resistir. Está empufado. Debe por todas partes. Es la diferencia con el Madrid, que está presidido por un empresario muy inteligente y acostumbrado a dirigir empresas punteras. No como los del Barça, que son empresarios de medio pelo. Florentino se rodea de gente que sabe y ficha a los buenos. En el Barça, fichan a tipos de 40 millones a quienes luego ceden porque no valen. La ventaja es su cantera. Vale un dineral. Salen jugadores como churros.

-¿Se le ocurre cómo resolver la sobrecarga de partidos en el fútbol? Se habla incluso de huelga por parte de los futbolistas.

-No es lo mismo segar un 'prao' que correr detrás de un balón, pero el fútbol es muy exigente. Hay demasiado fútbol. Por cierto, quiero decir algo importante. Sobre Vinicius.

-¿Se va a meter usted en un lío?

-Me parece impresentable que Vinicius haya dicho que España es un país racista. Mentira. Hay algún racista, pero menos que en otros países. Este sí que es un desagradecido. Le traemos aquí, le pagamos muy bien y habla mal de España, que le está dando de comer. Lo que tiene que analizar él es si su comportamiento es el adecuado.