Nace en Santander la primera niña de una pareja de refugiados de Kabul en España

El anunció lo realizó el secretario de Estado de Migraciones a través de la red social Twitter. «En España, Mehrsa será dueña de su propio destino. Crecerá libre, sin las cadenas con las que el fanatismo condena a las mujeres en el país del que huyó su familia. En tu tierra tienes una nueva cántabra, afgana y española, presidente Miguel Ángel Revilla», escribió Jesús Perea.

Según ha podido saber este periódico, la madre llegó a la región en autobús procedente de Madrid y en el Hospital Valdecilla la vieron por primera vez el 27 de agosto. Debido al estado en el que se encontraba en Afganistán, no pudo vigilarse el embarazo, por lo que aquí tuvieron que realizarle diversas pruebas para comprobar en qué semana de gestación se encontraba. Los profesionales determinaron que estaba en la recta final, de 35 semanas, por lo que procedieron a llevar su caso desde la unidad de Patología Gravídica, ya que se trataba de un caso de «alto riesgo», puesto que el embarazo se había desarrollado sin control.

También le practicaron distintos controles de serología y para determinar cuál era su grupo sanguíneo. El inicio del parto fue «espontáneo, con analgesia epidural», según relatan fuentes de Valdecilla. Mehrsa pesó 2,550 kilos al nacer y, a los pocos días, se fue a casa con su madre y su padre. A pesar de que no hablaban español -su lengua es el pastún-, con la ayuda de un traductor el caso fue derivado a los trabajadores sociales del centro hospitalario, que los atendieron el 22 de septiembre. Su estancia en Cantabria está siendo gestionada por Movimiento por la Paz.

A Cantabria han llegado, en total, 41 refugiados afganos de seis familias diferentes, procedentes de Madrid, donde aterrizaron en los vuelos de rescate fletados por el Gobierno de España desde Kabul. El 34% son menores y el 41% mujeres. La media de edad de todos ellos ronda los 20 años.

Desde su llegada a la región, las organizaciones de acogida que están tutelando su integración no han revelado excesivos detalles. Los últimos los dio la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, tras entrevistarse con Cruz Roja, Movimiento por la Paz y Nueva Vida el pasado 19 de septiembre, un día antes de que naciera Mehrsa. Entonces contó que los 14 menores ya habían sido escolarizados y que la tarea estaba siendo complicada, sobre todo, por los problemas con el idioma.

La región cuenta con traductores pero los pequeños, en ocasiones, no hablan el mismo dialecto y es «complicado avanzar», aseguró la delegada. La misma situación se repetía con los mayores a la hora de tramitar la documentación necesaria para rellenar los papeles de solicitud de Asilo y Residencia. «Hay de todo, pero está siendo una labor difícil porque tienen una cultura y lenguaje totalmente diferentes», explicó Quiñones.

La llegada de refugiados afganos a España se enmarcó dentro de la 'Operación Antígona', un dispositivo que permitió la entrada en el país, a través del aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz, en Madrid, de 2.181 evacuados en 17 vuelos a lo largo de nueve días: 1.645 'reclamados' por España; 335 a petición de la Unión Europea, aunque 25 se quedaron en España también por formar parte de la cuota correspondiente al país; 132 del contingente estadounidense; 50 de la OTAN que también permanecieron en el país, y otros 19 que fueron trasladados a Portugal.

«Nuestra prioridad es que estas familias puedan empezar su nueva vida en España cuanto antes», explicó entonces el ministro. Para ello, el Gobierno central ofreció a las familias solicitantes de Protección Internacional los centros de acogida más oportunos para cada caso. A Cantabria llegaron 41 personas, una cifra superior a otras comunidades como La Rioja (25), Baleares (33) o Extremadura (18).

Las derivaciones a las plazas de acogida de cada comunidad autónoma se realizaron teniendo en cuenta las entrevistas personales a las familias evacuadas. Cantabria manifestó, incluso, su disponibilidad de acoger a más refugiados en el caso de que fuese necesario.