Los tramos de autovía del nudo de Torrelavega entrarán en funcionamiento el próximo lunes día 21

A falta únicamente de las últimas capas de rodadura en algunos tramos, de pintar las líneas de otras partes de las nuevas calzadas y de terminar de adecentar los terraplenes de la entrada sur del ramal, donde siguen trabajando las máquinas, el Ministerio acaba de confirmar la fecha para la entrada en funcionamiento de la autovía en el enlace de Sierrapando: será el próximo lunes 21 de julio.

Según ha informado la Delegación del Gobierno en Cantabria en sus redes sociales, se están ultimando los trabajos y aún continuarán durante un tiempo una vez que se abran estos nuevos ramales.

Las obras de la autovía A-67 (Cantabria-Meseta) han consistido en la construcción de un ramal de continuidad entre Sierrapando y Barreda y en la mejora de los enlaces de Sierrapando, Barreda y Torrelavega, trabajos que en su conjunto han contado con un presupuesto de 141 millones de euros.. Que diga si la UTE formada por la constructora cántabra SIEC y Vías firmará la entrega de los trabajos mañana, como estaba previsto.

En total, el Gobierno central ha invertido, tras los últimos modificados, 141 millones de euros para crear 2,5 kilómetros. El nuevo ramal permitirá, por fin, desdoblar y dotar a la A-67 de un trazado propio, no compartido con la A-8 como hasta ahora. Un alivio para los cerca de 55.000 vehículos que recorren de media al día este espacio y que, desde que arrancaron los trabajos, también han sufrido desviaciones y cortes frecuentes.

La parte más sensible de la obra ha sido el falso túnel, cuya boca norte arranca en Polanco, pues ha requerido construir dos tubos de 422 metros para después cubrir la estructura con unos 700.000 metros cúbicos de material, un volumen equivalente a 200 piscinas olímpicas. Sobre el túnel se instalará una planta fotovoltaica para abastecer a todo el complejo de electricidad, algo que se incluyó en el modificado del contrato, que también añadió la colocación de especies vegetales frente a las pantallas antirruido para evitar los grafitis.

Al ramal principal –esos 2,5 kilómetros– se une un complejo sistema de desvíos en Requejada, Barreda y Sierrapando, con multitud de nuevas estructuras que permitirán un tráfico más fluido y seguro. De hecho, ahora conviven los ramales que ya se han abierto con los problemas que causan las obras en forma de carriles cortados. Incluso cortes totales de la autovía, que se han realizado siempre en horario nocturno «con el objetivo de minimizar las afecciones al tráfico».

¿Cómo quedarán los nuevos trazados? Pues lo más relevante de todo es que quienes transiten por la A-67 entre Santander y Reinosa o viceversa atravesarán el nuevo ramal para ahorrarse los atascos y el túnel de Torrelavega, que será en exclusiva para quienes vayan en dirección a Oviedo o Bilbao. Para hacer los distintos desvíos, hay puntos en los que se han creado hasta cuatro carriles por cada uno de los sentidos, como ocurre a la altura de Barreda. Ahora están balizados, pero se abrirán cuando funcione todo el complejo.

En el ramal de Torrelavega, como suele ocurrir con los grandes proyectos de obras públicas, hubo contratiempos desde el principio. Nada más llegar al poder los nuevos responsables del Ministerio de Fomento en verano de 2018 echaron en cara a sus antecesores que la adjudicación de los trabajos se había hecho sin resolver ni pagar las expropiaciones, especialmente sensibles en Barreda y Polanco por la necesidad de derribar distintas viviendas. A partir de ahí, a mitad de ejecución –mitad de plazo, porque los avances no iban al ritmo del calendario– irrumpió la pandemia. En teoría, eso no frenó las obras, sino que permitió adelantar alguna de las labores al disminuir al mínimo el número de vehículos en circulación.

Parece que sí que causó algún problema mayor la crisis de suministros y el encarecimiento de los precios de las materias primas que llegó con la invasión rusa de Ucrania. Desde el Gobierno de Cantabria, echan en cara al Ejecutivo central que el verdadero problema ha sido de intención política: que desde el Ministerio han marcado el ritmo de la obra a la UTE constructora liberando durante cada ejercicio mucho menos dinero de lo que se había previsto. Cuando se inaugure el ramal seguirán las obras al menos cuatro años más en la A-67 con la creación del tercer carril entre Barreda y Bezana.