«Mis pacientes sufren porque se les cree locos»
Desde la Fundación Acorde reivindica una mayor sensibilidad con las enfermedades de la mente y pide que no se les cuelguen «etiquetas»
Victoria Sánchez Múgica (Santander, 1981) decidió estudiar Psicología porque «es una profesión de cuidado y de dedicación a los demás. Era algo que tenía ... claro. Hay otras muchas profesiones que también requieren esta vocación, pero considero que en esta es muy importante. De hecho, así me lo reconocen mis pacientes», afirma. Ahora está centrada en la unidad de atención a personas con trastorno de la personalidad, de la Fundación Acorde. «Es gente que sufre mucho. Se quejan de que la sociedad les cree locos, pero no es así. Son padres, hermanos hijos, que trabajan, estudian, hacen voluntariado..., pero que necesitan que se les enseñe a funcionar en la vida. Es tremendo que se les cuelgue esa etiqueta. Hay que concienciar más a la sociedad sobre las enfermedades de la mente y también invertir más en investigación, porque durante años, trastornos como el de la personalidad han estado muy abandonados».
-¿Qué es el trastorno de la personalidad?
-Las personas con este trastorno utilizan patrones de comportamiento rígidos de manera continuada. Les cuesta adaptarse a los cambios y describen sentir más intensamente. No gestionan sus emociones y reaccionan impulsivamente. Tienen dificultad para describirse, para saber quiénes son o cómo los ven los demás. Afecta a la hora de interpretar sus vivencias. Genera un sufrimiento en la persona y en las familias, mermando su calidad de vida. Pueden desconocer su diagnóstico y culpar a terceros o a problemas que viven. De ahí la complejidad del diagnóstico y de obtener un tratamiento adecuado.
-Ustedes decidieron abrir una unidad específica para tratar esta enfermedad. ¿Por qué razón vieron esa necesidad?
-Debido al elevado número de abandonos en otros tratamientos, a dificultades para establecer un diagnóstico, a problemas de adaptación de estos pacientes, a las conductas parasuicidas. La Fundación Acorde se percata de esta necesidad al trabajar en su Unidad de Patología Dual, en el Centro de Rehabilitación Psicosocial y apostó por la creación de una unidad de tratamiento especializado para el trastorno de la personalidad.
-¿Cómo se desarrolla esta unidad? ¿Cuentan con programas específicos?
-Trabajamos de manera integral, en grupo, diariamente y en sesiones individuales sobre regulación emocional, habilidades sociales y de adaptación, meditación y atención consciente, relajación, regulación de ansiedad y resolución de conflictos, reflexión y autoconocimiento, tolerancia al malestar, comprensión de las relaciones significativas y psicoeducación. Se interviene sobre conductas impulsivas, adictivas y de riesgo, como intentos autolíticos o agresividad hacia terceros. Además, contamos con un programa específico para trabajar con las familias, para cuidar del cuidador.
-¿Cómo llegan hasta ustedes estos pacientes? ¿Tienen un perfil determinado?
-Son remitidos por la Dirección General de Salud Mental, a través de centros de salud mental, hospitales psiquiátricos o unidades de trabajo social. Son persona con un trastorno de la personalidad diagnosticado o con síntomas que les impida llevar una vida normalizada. También pueden contactar con la Fundación Acorde en el teléfono 942 020 666, donde les asesoraremos del proceso.
«Hay que sensibilizar más sobre las enfermedades psicológicas e invertir más en investigación»
-¿En qué consiste el tratamiento?
-La base es alcanzar una relación terapéutica óptima y una confianza entre el terapeuta y el usuario, para que la persona revele cómo ve el mundo y qué elementos interfieren en su vida. Construyendo la motivación de cambio y aprendiendo a utilizar sus recursos. Estimulando su reflexión, aportando información sobre el trastorno, para alcanzar un nivel de autoconocimiento. Se aporta un seguimiento personalizado de sus necesidades y una atención diaria, para trabajar la autorregulación, la autorresponsabilidad, el autocuidado, dejando de comportarse de manera autodestructiva. Además de intervenir para mejorar la convivencia en el hogar y las relaciones interpersonales, ofreciendo ese espacio que antes describía para las familias. La meta final es conseguir que la persona sea más autónoma.
-¿Tiene influencia en el trastorno de la personalidad el consumo de drogas o alcohol?
-Sí. Es habitual recibir a personas con una trastorno de personalidad y un trastorno adictivo. Las personas afectadas tratan de poner solución a su sufrimiento, y en muchas ocasiones, esas soluciones agravan los problemas, como por ejemplo, el consumo de drogas, tratando de evadirse de la realidad a la que consideran hostil, amenazante. Requieren un tratamiento más prolongado y más específico. Para ello, Fundación Acorde cuenta también con la Unidad de Patología Dual, otro tratamiento especializado, para personas con trastorno mental y adicción.
-¿A qué deben de estar atentos los padres o personas cercanas a alguien que padezca esta patología, aún sin diagnosticar?
-Hay síntomas que nos pueden dar una pista de que algo va mal, como el aislamiento de la persona, que cada vez pasa más tiempo en soledad. Que proyecte una tristeza profunda, continuas ganas de llorar y desgana o desmotivación, además de una inconstancia a la hora de cumplir objetivos vitales. La falta de cuidado personal, llegando a depender del cuidado de terceros es otro de los síntomas, entre otros muchos.
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