Recetas cántabras con productos de la tierra y del mar

«Los que no estamos muy duchos en el arte de la cocina tenemos que confiar en la materia prima». De hecho, fue a la Plaza por la mañana a por bocartes, pero finalmente acabó con una merluza del 'Siempre Ángela', un barco de Suances. Su pueblo. «Ni a posta». Cocinó el plato allí mismo.

Tomate de Maoño (Eco-Tierra Mojada), anchoas de La Reina del Cantábrico y un «toque personal». «Haré partícipes al resto de candidatos de algo que comemos en casa y que tenemos cerca. Mi madre es aficionada a embotar bonito y he traído un par de botes». Lo preparó también en Las Carolinas.

Le gusta cocinar y tiró de postre hecho en su casa. ¿Claves? «Dedicarle tiempo y ponerle amor, cariño. Transmitir eso da un mejor sabor a todos los platos». Quesada porque «es uno de los postres típicos de Cantabria y lleva su esencia allí donde se come». Cortó y emplató ante los demás.

«Es un plato marinero que evoca la historia de mi familia, en el Barrio Pesquero». Él preparó el cachón la noche antes y su madre le añadió la patata a última hora en casa. Conoce bien la receta. «Me acuerdo de mi madre y de mi abuela y el olor que deja en casa el cachón es maravilloso».

Le lleva a la infancia. «Te llevaba toda la tarde para comerlo al día siguiente. Ir a casa del vecino a buscar la leche, hervirla, prepararla, echar laurel, limón... Y estar dos horas revolviendo». Junto a las torrijas, es su especialidad, pero prefirió pedir ayuda a una amiga de Polanco y lo trajo hecho.