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Traslado en ambulancia de residentes en un centro de Celanova, en Orense. efe/brais lorenzo

El sector de la dependencia, que afronta «días clave», contabiliza 14 fallecimientos

Residencial La Loma reveló ayer que cuatro de sus residentes han fallecido. Los centros llaman a «resistir y a no bajar la guardia»

Mada Martínez

Santander

Miércoles, 1 de abril 2020, 07:16

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«Se acercan diez días clave», comenta en conversación telefónica Araceli Castillo, directora de la Residencia Santa Ana, en Santoña. En el centro, que da cobertura a más de 150 personas, han tomado todas las medidas de confinamiento, seguridad e higiene que están a su alcance y, estos días, están muy pendientes para identificar y actuar ante algún posible brote, algún contagio latente. Las residencias, que son escenarios que revelan de forma cruda esta crisis sanitaria, se enfrentan, como los servicios sanitarios, como la ciudadanía, a un par de semanas determinantes para asegurar el descenso de la curva de contagios. «Seguiremos trabajando, seguiremos en primera línea», asegura Castillo.

El sector de la dependencia afronta esta situación de emergencia con poco margen para la duda. Es un sector, como indica Castillo, que está en primer término. En Cantabria, desde el comienzo de la crisis sanitaria, se contabilizan 14 fallecimientos entre los residentes de estos centros y residencias (siete de estas personas fallecieron en hospitales).

Además, según los últimos datos oficiales facilitados ayer por el Gobierno de Cantabria, hay registrados 213 casos positivos entre los usuarios (y los datos más actuales de contagios en las plantillas apuntan a 89 personas). El personal de Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha realizado ya más de 1.100 test en el sector de la dependencia para identificar estos contagios por Covid-19.

Preocupación en La Loma

También ayer, el centro asistencial La Loma, en Castro Urdiales, reveló que cuatro de sus residentes habían fallecido a causa del coronavirus en los últimos días. «Hay preocupación por lo que está pasando en el centro y existe un apego emocional entre los trabajadores, porque para nosotros los usuarios son personas y no números que se suman o restan a las estadísticas por el coronavirus», indicó a Efe su gerente, Juan Miguel Jiménez.

El centro, que aloja y asiste a personas mayores y a personas con patologías ligadas a la salud mental, ha decidido aplicar el confinamiento general de todos los residentes para contener y paliar la situación, explica Jesús Gutiérrez, responsable del centro. Han identificado, además, 40 casos positivos entre los usuarios -luego de más de 130 test realizados por el SCS, pruebas que en La Loma quieren ampliar a toda su plantilla-, y por eso han decidido actuar de este modo, para hacer frente además a cualquier caso que ahora esté asintomático y pueda mostrarse en los próximos días.

«No podemos permitir que la situación nos eche abajo, no podemos desmotivarnos. Tenemos que ser fuertes y seguir luchando»

Rubén Otero - Presidente de la FED

«Se acercan diez días clave. Seguiremos trabajando, seguiremos en primera línea. Hay que destacar el gran esfuerzo de los trabajadores»

Araceli Castillo - Residencia Santa Ana

«El virus va con bazocas y nosotros vamos tirando con tirachinas, pero, aún así, vamos a salir de esta. Esta semana y la que viene son fundamentales»

Jesús Gutiérrez- Residencial La Loma

«Mandamos un mensaje de fuerza a todo el sector: que sigan adelante, que resistan y que no bajen la guardia»

Mariano Gutiérrez -Residencia Municipal de Castro

«Hemos decidido, y ya se lo hemos comunicado al Icass, el confinamiento de todo el mundo en las habitaciones», indica Gutiérrez, que confía en la recuperación de sus usuarios. Ahora, en La Loma los están reorganizando, identificando cualquier síntoma «para, automáticamente, actuar», y también analizando la trazabilidad de potenciales contagios entre el personal -pese a que sólo tienen un caso en estudio en estos momentos-. Previo a esto, añade Gutiérrez, en el centro ya se habían tomado otras medidas: desinfección de uniformes, compras de material -hasta que la situación de alarma lo ha permitido, matiza Gutiérrez-, o mantener distancias y pautas de higiene. «Queremos parar el contagio», insiste el responsable de La Loma, «y la gente ha respondido increíble».

Echando la vista atrás y analizando otros momentos difíciles en la trayectoria de la residencia, o teniendo en cuenta que su equipo ha tratado de anticiparse a esta situación de emergencia, Gutiérrez considera que la crisis del coronavirus es la más complicada por rápida, por desconocida. «El virus va con bazocas y nosotros vamos tirando con tirachinas. Y aún así vamos a salir de esta», apuesta. Agradece la ayuda de la ciudadanía castreña, también el esfuerzo de sus trabajadores-«Le he dicho a mi gente: vosotros dejáis de ser la plantilla de la Loma para ser el batallón de la Loma»-, y revela que los próximos días serán determinantes: «Vamos a poner todo de nuestra parte. Esta semana y la que viene son fundamentales. Creemos, tras la reuniones del equipo, que en Castro [el momento clave] va a ser este domingo».

Estabilizar la situación

A corto plazo, la crisis sanitaria plantea varios escenarios, muchos «inciertos», concede Julia Gurruchaga, al frente de la Residencia de Limpias, con 16 usuarios positivos por Covid-19 -y que registró días atrás dos fallecimientos, como le ha ocurrido a la Residencia de Luey-. Gurruchaga insiste en que la prioridad es ahora recibir, sobre todo, equipos y personal .

Araceli Castillo, desde Santoña, secunda la petición de materiales, que su llegada sea continuada. En su centro se han registrado seis casos positivos en la plantilla y tres entre los usuarios (uno de ellos ya ha recibido el alta). Para anticiparse a esos escenarios inciertos han reservado más de la mitad de una planta para tratar, protocolos mediante, posibles casos de coronavirus. «Quiero destacar el esfuerzo y labor de los trabajadores que vienen, todos los días, a una zona de riesgo. Metemos horas y tomamos todas las medidas que podemos tomar». Como otros directores, Castillo destaca la comunicación con el Icass y la Consejería.

Una preocupación inmediata, insiste, es controlar lo que ocurra en los próximos días. Rubén Otero, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia, al frente de Cadmasa, que despidió a uno de sus residentes, parece completar su reflexión desde Las Caldas: «Trabajamos día a día. No podemos permitir que la situación nos eche abajo, desmotivarnos. Tenemos que ser fuertes y seguir luchando».

Mensaje de ánimo

La situación no es homogénea. En centros como la Residencia Municipal de Castro Urdiales, con 90 usuarios, mantienen el contador de contagios a cero. Su responsable, Mariano Gutiérrez, lo señala con prudencia, a sabiendas de que la situación es cambiante. Han tomado medidas: refuerzo del personal, reorganización del trabajo y, de momento, sus necesidades de material y plantilla están cubiertas.

Gutiérrez manda un mensaje de apoyo a sus compañeros: «El sector está poniendo toda la carne en el asador. Mandamos un mensaje de fuerza a todo el colectivo: que sigan adelante, que resistan y que no bajen la guardia. Mando todo el aliento del mundo a quienes lo pasan mal en las residencias».

Otros centros no registran casos. La empresa Clece emitió ayer un comunicado para señalar que no tienen positivos en sus centros de Cantabria, la Residencia San José, en Bárcena de Carriedo, y la Residencia Las Anjanas, en Los Corrales de Buelna. Destacan que se han establecido protocolos, que se han seguido las pautas de las autoridades sanitarias, la «profesionalidad» de la plantilla.

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