Una Semana Santa telemática

Este año la Semana Santa cristiana se vive sin nazarenos recorriendo las calles, ni con el redoble de los tambores que acompaña a los pasos en las procesiones que se suceden cada tarde, desde el Sábado de Pasión al Domingo de Pascua. El confinamiento por el Covid-19 ha impedido que se celebre en comunidad, pero desde las cofradías se han planificado actividades telemáticas en las redes sociales para mantener vivo el espíritu de esta celebración y recordar cada tarde su significado con vídeos, manualidades y concursos.

El obispo de la diócesis de Santander, Manuel Sánchez Monge, declaró que esta «excepcional» Semana Santa «está marcada por el dolor grande de no ver las procesiones, que para nosotros son como el Evangelio en la calle, con las escenas de la Pasión y muerte del Señor y la Resurrección», pero subrayó que «este dolor no es comparable con el que sentimos por los fallecidos, que no son un números sino personas y familias que ha vivido el duelo sin poder despedirse».

Las procesiones han quedado suspendidas por el estado de alarma, de forma que a pesar de los ensayos de los cofrades y de las bandas de música, los pasos ni siquiera se han llegado a montar y las imágenes que con tanto celo custodia cada cofradía se mantienen donde se dejaron el año pasado, a la espera de celebrarlo con el doble de ganas en 2021.

Pilar Fuentes Ganzo, presidenta de la Junta de Cofradías, señaló que «es un momento triste, ya que llevamos todo el año preparándolo y muy implicados, pero como cofrades seguimos viviendo nuestro sentimiento, aunque no en la calle y con contacto físico, sino desde casa de manera espiritual». «Tenemos el corazón encogido por los fallecimientos y sus familias. El lunes, que se hubiera celebrado la procesión de la Esperanza, que visita cada año el Hospital de Valdecilla, fue un día muy significativo», continuó Fuentes Ganzo.

En la Cofradía de la Virgen de los Dolores han puesto todo su ingenio para implicar a los pequeños de cada casa y animarles a recrear sus propios pasos de elaboración casera. Rocío Ruiz, profesora y hermana de la Cofradía de los Dolores, participa en la procesión desde que tenía tres años: «Es muy triste no poder salir, pero al menos lo vivimos de manera telemática, ya que los cofrades están volcados en la planificación de actividades desde casa que lanzan a través de las redes sociales».

Pedro Nodar, veterinario, de 29 años, apuntó que «no poder vivir la Semana Santa en la calle como cristiano es triste, pero como miembro de la Junta de la Cofradía de los Dolores sentía la responsabilidad de ofrecer alternativas para vivirla desde casa». Además, el joven ha elaborado el modelismo de un paso de palio de la Virgen de los Dolores, un trabajo en el que ha invertido unas 80 horas. La figura es de madera y resina y pintada a mano. «Recrea a la Virgen, el cajón, las jarras y jarrones y el próximo año haré el manto», explicó.