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La cántabra Lucía Lantero, que creó la Fundación 'Ayitimoun yo' hace 15 años en la frontera más pobre de Haití para dar cobijo y manutención a niños que estaban en la calle o que eran víctimas de la esclavitud, ha lanzado un SOS a través de la redes sociales para poder salir a flote, una vez más, y coger aire. En un vídeo de tres minutos y medio, mirando a cámara, la cooperante solicita ayuda a los cántabros y a la sociedad en general ante la incertidumbre que atraviesa su organización por la congelación de los fondos de cooperación por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), entidad que gestiona la ayuda civil estadounidense a terceros países: «La situación actual de caos en el país, la retirada de la cooperación y los últimos recortes de Estados Unidos nos han puesto en jaque mate, pero me cuesta aceptarlo, por eso estoy aquí. Estos niños hacen del mundo un lugar mejor. Necesito vuestra ayuda».
El terrible terremoto de 2010 en Haití mató a más de 300.000 personas, dejando a cientos de niños huérfanos, en la calle, y sin nadie que les pudiera tender una mano sincera sin otra pretensión que la de ayudar. Fue entonces cuando Lantero decidió crear una ONG para dar alimento, refugio, educación y ayuda psicológica a esos menores haitianos que habían perdido a sus padres o que debido a la pobreza extrema habían terminado sin nada. Desde entonces, tal y como reconoce en el vídeo, han sobrevivido a terremotos, a huracanes, a epidemias, a la corrupción institucional que intoxica el país, a amenazas de muerte... «Pero aquí seguimos, luchando con uñas y dientes, enseñando lo que es el amor a generaciones de niños».
Lantero reconoce que ha habido muchas otras ocasiones que han estado al borde del abismo, «y puede que sea la última vez que tengo el privilegio de poder pedir ayuda porque todo pende de un hilo», dice, pero si la vida le va a arrancar por lo que tanto ha luchado, lo va a defender «con los puños cerrados». «Soy incapaz de rendirme, aunque toda lógica me diga que es la única alternativa», apunta.
La fundación 'Ayitimoun yo' tiene un hogar de acogida con 50 menores, además de proporcionar educación a más de 150 niños. La entidad se nutre de las aportaciones económicas de socios que contribuyen a pagar el 30% de los gastos mensuales, pero el 70% restante depende del respaldo de la cooperación internacional, ahora congelada por Donald Trump.
En multitud de ocasiones han interpelado a la cántabra para poner de manifiesto su lucha en uno de los lugares con menor esperanza de vida, una zona en la que incluso la comunidad internacional ha tirado la toalla. Tirando de analogía, Lantero responde con otra pregunta: ¿por qué alguien se aferra a la vida cuando le dan un pronóstico terminal? «No quiero añadir drama a la saturación de dolor que vivimos continuamente, pero no sé hacerlo de otra manera y necesito vuestra ayuda para seguir ayudando a más niños. No vemos luz al final del túnel, pero seguimos caminando en la oscuridad. A pesar de que sabemos que nada va a salir como queremos, tenemos que confiar en que todo va a estar bien».
Hay distintas formas de colaborar con la fundación 'Ayitimoun yo'. Por un lado, con una transferencia bancaria en el número de cuenta ES11 0049 1262 2821 1027 7020; mediante Bizum en el número 01003 (es necesario escoger la opción 'ONG' en la aplicación); a través de la donación con tarjeta de crédito o Paypal o registrándose como nuevo socio.
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