La Universidad de Cantabria resiste el «tsunami demográfico»: Supera por primera vez los 2.000 nuevos alumnos
El rector de la UC, Ángel Pazos, defiende en el Foro Ser Cantabria una financiación pública para la universidad ligada al cumplimiento de objetivos
La Universidad de Cantabria (UC) ha superado por primera vez, en este curso académico, los 2.000 nuevos alumnos, un dato que según su rector, Ángel Pazos, indica que ha resistido bien «el tsunami demográfico» y la competencia.
Así lo ha afirmado en el Foro Ser Cantabria, donde también ha defendido una financiación pública para la UC ligada al cumplimiento de objetivos, en unos momentos en los que se está negociando un nuevo contrato programa con el Gobierno regional.
Además, el rector ha preferido no responder a la pregunta de si se presentará o no a la reelección porque aún faltan seis meses y cree que «estas cosas tienen su tempo», pero sí ha apostado por una línea de trabajo continuista. «Me presente o no, la línea que hemos seguido es una línea que vale la pena continuar«, ha dicho Pazos, tras explicar que en su mandato le ha dado tiempo a desarrollar junto a su equipo »una parte significativa« del programa.
Sobre las cifras de alumnos, ha recordado también que la UC tiene una estrategia de internacionalización y un flujo de entre 400 y 500 alumnos extranjeros que acuden a sus aulas y de estudiantes propios que se van fuera en cada bloque.
El Gobierno regional financiará una cátedra de innovación en la UC
El consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio, Francisco Martín, ha propuesto hoy al rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, trabajar conjuntamente en el desarrollo de una cátedra de innovación y digitalización financiada por su departamento con 100.000 euros.
El consejero ha planteado la creación de esta cátedra ante esa necesidad de acelerar la digitalización en la UC, que a su juicio no solo ha funcionado como un ascensor social, como ha dicho el rector durante su intervención, sino también como un «revulsivo» para cambiar el modelo productivo de la región.
Martín ha recordado que la relación del Ejecutivo regional con la UC no solo se limita al contrato programa, que ahora está negociando para los próximos años con la consejería que dirige el vicepresidente, Pablo Zuloaga, sino que ambos colaboran también en otros ámbitos y desde otros departamentos.
El consejero ha subrayado que los cántabros tienen que sentirse orgullosos y satisfechos de su universidad pública, y de la buena posición que ha logrado alcanzar dentro del sistema universitario español.
Desmontando tópicos
Pazos ha dedicado su intervención a tratar de desmontar los tópicos que más se repiten sobre la universidad española, que ha resumido en «diez clásicos», como que es una fábrica de parados, que no aparece en los ranking internacionales de las mejores, está alejada de la empresa y de la sociedad, es endogámica o tiene problemas de gobernanza y gestión.
El rector ha afirmado que, aunque pueda resultar sorprendente, lo que más le preocupa de todos es no perder el tren de la digitalización, un reto «enorme» porque el salto a la enseñanza on line tiene que hacerse con calidad.
La UC, ha recordado, está apostando por la digitilización con un plan que lleva consigo la potenciación de esas enseñanzas, pero siempre desde esa premisa.
A la calidad ha apelado también cuando se ha referido a la competencia de las universidades privadas. Para el rector, no se puede permitir que la educación se lleve al ámbito del negocio si no va unida a la calidad, al igual que la sanidad.
Es la idea que ha expresado también al comienzo de su intervención, que ha abierto defendiendo dos ideas: que para que una universidad sea buena no puede hacer solo docencia, sino también investigación y transferencia de conocimiento, y que hay que buscar siempre la calidad, lo que «no está reñido con hacer negocio en el sentido más limpio de la palabra».
A su juicio, tampoco la calidad y la exigencia están reñidas con la inclusión en una universidad, la española, que ha tenido un «papel fundamental como ascensor social».
Según Pazos, el hecho de que la universidad española no aparezca en los primeros puestos de los ranking internacionales como el de Shangai tiene que ver mucho con la financiación.
Y es que, si se analizan esos tops, las que ocupan los puestos de cabeza son precisamente las universidades mejor financiadas del mundo.
Las españolas, ha apuntado, tienen una financiación «muy baja» respecto a las universidades europeas y además la crisis económica les ha hecho «mucho daño».
En su opinión, necesitan que el Gobierno español apoye a los autonómicos para que puedan «dar un salto en financiación».
En el caso de la Universidad Cantabria, que está negociando un nuevo contrato programa, plantea, además de un incremento del dinero que se le destina, ligar la financiación a objetivos, de forma que cuanto mayor sea su grado de cumplimiento más fondos públicos reciba.
