«Un buen fotógrafo debe tener una mirada muy abierta, sin prejuicios»
Alejandra Niedermaier repasó en el CDIS de Santander la vida de un grupo de pioneras en Latinoamérica que introdujo un nuevo modo de fotografiar
«Un buen fotógrafo debe nutrirse culturalmente y tener una mirada muy abierta, sin prejuicios». Esta frase es de la fotógrafa argentina Alejandra Niedermaier, que ... ayer repasó en el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS), bajo el título 'El resplandor de la fotografía y de la mujer', la vida de pioneras latinoamericanas que introdujeron un nuevo modo de fotografiar.
-'El resplandor de la fotografía y la mujer', ¿qué esconde bajo este título?
-Yo considero que a través de la fotografía se pueden realizar análisis históricos de distintos momentos. La fotografía actúa sobre lo real, sin lugar a dudas, pero también sobre lo simbólico. Esta última parte es la que más me gusta y me interesa. En 2004 empecé a investigar sobre las primeras mujeres fotógrafas en Latinoamérica y sigo en ello.
-¿Por qué eligió este sector de mujeres?
-Para dar visibilidad a unas mujeres que trabajaron mucho, pero que no se conocía lo que habían hecho. A ellas la fotografía les sirvió de mucha ayuda porque a través de ella canalizaban sus deseos expresivos y se consagraron artísticamente. Las fotografías fueron el motor para salir de una actitud pasiva ante la vida.
-¿Qué es lo que más le llamó la atención una vez realizado el trabajo?
-La cantidad de mujeres fotógrafas que encontré y sigo encontrando, porque ahora voy a publicar una segunda parte del libro. También me interesé por cómo fue su formación, quiénes fueron sus profesores, cómo eran las escuelas de Bellas Artes a las que acudieron... Pero no solo estudié a las fotógrafas más anónimas, también a las consagradas, algunas llegaron desde Europa. Ellas introdujeron en Latinoamérica un nuevo modo de fotografiar.
-¿Tienen una forma distinta de fotografiar aquellas mujeres?
-No, pero ellas fueron importantes porque trajeron la modernidad a los países latinoamericanos.
-¿Hay alguna anécdota que le sorprendiera más?
-Hay muchas, pero lo más importante que debo destacar es el tesón de estas mujeres, cómo se metieron de lleno en el lenguaje fotográfico, sus distintas etapas y su trabajo con distintos procedimientos... Se sentían muy atraídas por la química y por la posibilidad de transformar el mundo
-¿Cuándo comenzó usted a hacer fotografías?
-Yo estaba muy interesada por el mundo artístico. Hice teatro, danza... hasta que llegó la fotografía. Es muy interesante poder mostrar mi forma de ver las cosas.
-¿Recuerda su primera fotografía?
-Claro, fue un paisaje de una provincia argentina con unos árboles, sauces, que formaban un conjunto muy bello.
-¿Y su mejor fotografía cuál ha sido?
-Me vienen a la cabeza dos series. La primera fue con niños, cuando mis hijas eran pequeñas y empezaban a fijarse en las cosas, las plantas... Y otra serie que llamé 'Espejismos', con espejos. Los utilicé como metáfora para hablar de distintos temas.
-¿Qué necesita un buen fotógrafo?
-Lo primero es mirar detenidamente y cultivar esa mirada. También es importante la formación y estudiar mucho las artes visuales, además de introducirse en otras disciplinas como el cine o la literatura. Hay que nutrirse culturalmente y tener una mirada muy abierta sin prejuicios.
-¿Hay alguna fotografía que todavía no ha hecho?
-Muchas, muchísimas...
-La eterna pregunta ¿el fotógrafo nace o se hace?
-El fotógrafo se hace. La sensibilidad que necesita un buen fotógrafo también se forma, no hace falta nacer con ella. Todo en un fotógrafo es una construcción, es un trabajo muy arduo.
-Si alguien empieza a trabajar, ¿Qué consejo le daría?
-Lo que yo he aprendido en esta vida es que un fotógrafo debe tener una mirada muy abierta, observar mucho. Hay dos momentos en la fotografía, cuando uno va con la cámara al hombro y es un momento lúdico. Y luego llega el momento difícil, cuando se edita la fotografía. Conciliar esos dos aspectos es importante, sin perder nunca el placer de ir a sacar una foto.
-¿Qué siente cuando hace click en la cámara?
-Es como si hubiese atrapado una escena, un momento, un instante o un espacio.
-¿Usted cree que una fotografía vale más que mil palabras?
-Yo no lo creo, porque además de fotógrafa me gusta escribir. Trabajo mucho con la palabra escrita y creo mucho en las dos cosas.
Un viaje del pasado al presente a través de una cámara
Alejandra Niedermaier viaja del pasado al presente con su cámara fotográfica, una pasión que cultiva desde muy pequeña. Es fotógrafa, docente e investigadora, magister en Lenguajes Artísticos Combinados, además de escribir ensayos sobre historia de la fotografía.
Ayer viajó hasta Santander para hablar de su estudio sobre las mujeres fotógrafas de Latinoamérica. En 'El resplandor de la fotografía y la mujer' rescata biografías de fotógrafas anónimas que adoptaron el medio como profesión y como forma de expresión, a la vez que rinde homenaje a Tina Modotti, Grete Stern o Jeanne Mandello, entre otras.
-Y la fotografía, ¿analógica o digital?
-Yo nací con la fotografía analógica y ahora trabajo con la digital. Creo que no es tan importante el medio como la mirada. Unos sirven para unas cosas y otros para otra, eso está más relacionado con el medio en el que tú estás más cómodo.
-¿Hay diferencia entre hombre y mujeres la fotografía?
-En este momento, no. Pero históricamente sí porque a la mujer le costó mucho encontrar su forma de contar su vida. En estos momentos ya no es así. Yo doy clases y tengo un alumnado mayoritariamente femenino.
-¿Es distinta la forma de mirar del hombre y de la mujer?
-En algunos temas sí, pero no siempre. Depende del tema
-¿Qué proyectos tiene en mente para realizar próximamente?
-Sigo trabajando sobre la mujer y la fotografía y alterno los temas históricos con los contemporáneos.
-¿Ha evolucionado mucho la fotografía?
-La evolución ha sido muy grande, sobre todo por los múltiples dispositivos. También se han ampliado las temáticos. La fotografía es un dispositivo sumamente vital que goza de buena salud y de mucho futuro.
-De hecho en los últimos años la fotografía ha adquirido una gran importancia.
-Es cierto.
-¿Cuál ha sido el punto de inflexión?
-El punto de inflexión ha sido que la fotografía se ha tratado de forma más profesional en terminamos de seriedad. La fotografía no pertenece a un espacio cultural único, sino que se introduce en espacios diferentes: desde la moda a la publicidad, lo artístico o lo periodístico. Y todo esto se termina entrelazando.
-Antes de terminar quiero incidir en una cuestión: ¿por qué le preocupa tanto la mujer fotógrafa en Latinoamérica?
-Es solo por razón por de cercanía. Me queda mucho por explorar todavía y por contar.
-Terminemos con su fotógrafo de referencia.
-Hay muchos . Cuando trabajé con retratos de niños, estaba encantada con Saliman y miraba sus libros embobada. Me sigue pareciendo increíble, pero depende del proyecto uno tiene un referente u otro. Hay muchos y muy buenos.
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