Inteligencia emocional

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Elogio y disección del engaño, a modo de tratado, entre dos intérpretes que desbordan seducción por los poros propios y por los de la pantalla

Guillermo Balbona

Santander

Viernes, 25 de abril 2025, 10:05

Hace apenas dos meses recalaba en la cartelera una sobria, medida, ajustada y arrebatadoramente precisa película de terror, casi sin parecerlo. La sorpresa es que ... el autor de 'Presence' era Steven Soderbergh. La excelente película devolvía a las pantallas a un cineasta mayor que ha jugado al escondite. Tan pronto anunciaba que dejaba el cine como coqueteaba con géneros y formatos. Lo cierto es que el director de 'Traffic', operador antes, siempre se ha deslizado por una cuerda floja entre sólidas y atractivas construcciones y una descarada declaración de ejercicio de estilo, entre la demostración sobrada y la chulería visual. Y eso ha sido inherente al cineasta desde la cinta que le otorgó la etiqueta justificada de calidad, 'Sexo, mentiras y cintas de video', a su incursión en 'Kafka, la verdad oculta', hace más de 35 años, hasta sus lúdicas apelaciones al entretenimiento, no sin cierto cinismo, como en esa especie de saga con 'Magic Mike' y sus secuelas.