De pulsos y latidos
Estreno Embajadores Santander ·
Un hábitat de ritmos dramáticos y rimas de deseo que otorga mucho valor a los espacios en busca de una mezcla de naturalidad y conexión social
La asociación es fácil. Existe una atmósfera de complicidad con el Woody Allen de 'Hannah y sus hermanas'. Y, sin embargo, la coreografía inigualable de ... los diálogos del cineasta neoyorquino, aquí desprende otro aire. 'Tres amigas' parece un cuento de levedad trascendente, de pulsos y latidos, de sensaciones compartidas y de conflictos y confrontaciones sentimentales que resultan tan cálidas como distantes. Hay también algo de Eric Rohmer en esta cinta de personajes, en femenino plural, a medio camino entre un paseo ligero y una exploración y disección más honda de lo que parece.
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Año 2024
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País Francia
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Dirección Emmanuel Mouret
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Guion Carmen Leroi y Mouret
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Reparto Camille Cottin, Sara Forestier, India Hair, Grégoire Ludig
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Género Comedia dramática
Retrato de amistad y deseo, refleja sus mejores momentos en ese ecosistema de melancolía y gozo, de extrañamiento y vitalidad. Emmanuel Mouret es un cineasta coherente que viene desarrollando un cine donde el amor sale a pasear entre personajes y criaturas que tan pronto son náufragos como capitanes con rumbo fijo pese a que la vida muestra sus heridas y derivas.
El cineasta de 'Crónica de un amor efímero' y 'Las cosas que decimos, las cosas que hacemos' reúne a tres actrices, Camille Cottin, India Hair y Sara Forestier, que de una forma tan aparentemente simple desbrozan el guion y construyen un castillo de naipes sobre las relaciones de pareja. De la persistencia a la fragilidad y tiro porque me toca. La comedia se deja mecer, impregnada de un fondo dramático; y a ratos ahonda en la desesperación barnizada por una sutil viveza. Entre la amargura nunca simulada pero asentada en un inconformismo irónico y melancólico, su filme que parece cerrar una trilogía con los títulos citados, permite recorrer las sombras y espejismos, las luces y transparencias entre un humor funcional y un desmayado Truffaut en sus márgenes. Como en Rohmer, el cineasta de 'La rodilla de clara', Mouret construye un hábitat de ritmos dramáticos y rimas de deseo que otorga mucho valor a los espacios en busca de una mezcla de naturalidad y conexión social, universalizando lo que sienten y expresan sus personajes. Quizás sin el estilismo y sofisticación de Allen ni el intimismo perfeccionista de Mia Hansen-Løve. Un naturalismo con homenajes al cine, metáforas visuales y un cierto distanciamiento que nunca elude la incertidumbre. Inmediatez de piel primera y de deseo eterno. Tres tramas en una, tres caras de una misma y distinta forma de vivir el amor o de no vivirlo.
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